miércoles, 17 de julio de 2013

PERTINENCIA DE LA SOCIALDEMOCRACIA

Ante el fracaso de las economías socialistas por su incapacidad para lograr el crecimiento económico y el desarrollo tecnológico; y ante la estafa del Partido Liberal que salió con un chorro de babas frente a su autoproclamación de partido socialdemócrata en el año 2000, surge la necesidad de revitalizar la propuesta socialdemócrata como instrumento para conservar el sistema capitalista pero neutralizando los factores que propician la concentración de la riqueza y la generalización de la pobreza como reglas inherentes a la economía de mercado.

La justicia social siempre ha sido preocupación de muchos políticos, excepto los de derecha, quienes a propósito, también se están organizando, como también los de la vieja izquierda, esa corriente conformada por los defensores del socialismo del siglo pasado, que repiten lo que siempre han hecho: no presentan propuestas consecuentes con la realidad colombiana sino que calcan clisés extranjeros, pero sobre todo, reiterando las actitudes subjetivas, personalistas y narcisistas que han adoptado durante medio siglo. Tampoco es procedente que las iniciativas se originen en Bogotá, porque la historia nos muestra que la creación política bogotana ha sido funesta, mientras que los procesos surgidos en la provincia han tenido mejores resultados. Además, de arriba hacia abajo no hay democracia interna en los movimientos políticos.

La actual coyuntura política colombiana presenta condiciones para que se cree un movimiento socialdemócrata que en el futuro se convierta en partido con reconocimiento internacional y arrebate esta bandera al Partido Liberal, al que le ha quedado grande la consigna. Este movimiento debe nacer en la provincia, con germinación local, para que se extienda en la geografía nacional de abajo hacia arriba y así florezca la democracia en la organización. El suroccidente colombiano, Nariño, Cauca y Valle, son territorios apropiados para el surgimiento de la iniciativa dadas sus especificidades y así concordar con uno de los argumentos de batalla en el cambio político, como es el combatir el centralismo bogotano en todos los niveles, porque este tiene castrada la democracia participativa y la posibilidad de realizar la co-gestión de políticas públicas.

El país necesita que alguno o algunos ciudadanos, en Pasto, Popayán o Cali, asuman el liderazgo. Los viejos esquemas trasnochados de organización política ya no muestran opciones; es necesario nuevas propuestas, con claridad ideológica y programática, que permitan verdaderamente introducir cambios en las costumbres sobre manejo del Estado, comenzando con la cultura política que se siembra en la educación básica primaria, ya que la actual situación política nacional así lo amerita, lo que a la vez origina la pertinencia de la Socialdemocracia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario