miércoles, 30 de noviembre de 2016

EL DERRUMBE DEL SOCIALISMO

     A raíz de la negociación con las Farc en La Habana donde surgió el cuento este del “castrochavismo” y ahora con el fallecimiento de Fidel Castro, se han difundido diversos comentarios acerca de la imagen del sistema socialista en la mente de la gente, concentrando la opinión de la gran prensa capitalista en casos puntuales de carácter político, que distorsionan la verdad acerca de factores económicos que hacen parte de este sistema que por ahora ya no tiene vigencia histórica. Se dice que socialismo es dictadura, es opresión, es limitación de la libertad, es pobreza, es, en general, algo así como el infierno y que Castro ha mantenido en esa situación al pueblo cubano durante más de medio siglo. Lo que no han dicho es hasta dónde llega la estupidez de un pueblo que es capaz de aguantarse tanto tiempo viviendo en esas condiciones.
     Pero la verdad sobre la diferencia entre el capitalismo y socialismo está en el mecanismo que hace funcionar el sistema económico. En el capitalismo, el mecanismo es el mercado que, mediante la operación de las fuerzas de oferta y demanda, produce las decisiones y movimientos de los fenómenos económicos, incluyendo la concentración de riqueza en unos pocos, la consecuencial desigualdad social y pobreza generalizada. Mientras que en el socialismo el mecanismo que hace funcionar la economía es la planificación económica, que se define centralmente con base en la racionalidad humana o sea que las decisiones y movimientos económicos no se determinan por una autoridad abstracta como lo es el mercado, sino por los juicios de las personas, quienes tratan de suministrar las condiciones de vida a toda la población considerando la condición humana. El socialismo es el inventor de la planificación que posteriormente se trasladó al capitalismo pero que en sus principios fracasó por cuanto acá existe otro mecanismo para el funcionamiento de la economía. Luego, en el capitalismo se ha tenido que introducir nuevos métodos que, sin perder los principios de la planificación, permitan realizar los procesos en el marco del mercado. Por supuesto para que el mecanismo del plan funcione, fue necesario nacionalizar los medios de producción ya que los propietarios privados no se sometían a las condiciones impuestas en el plan general y de ahí surge la queja de quienes fueron afectados por esta decisión o sea los capitalistas tradicionales.

     Transcurrido más de medio siglo con este sistema, surgieron las debilidades del mecanismo de funcionamiento que hoy le quitan la vigencia histórica. Se descubrió que con el mecanismo del plan la economía no crece, por cuanto lo que impulsa hacia arriba la economía es el mercado y los sistemas planificados se mantienen en el letargo y la burocratización que causa más daño a la sociedad por la insuficiencia de medios para garantizar con principios igualitarios las condiciones de vida a toda la comunidad; y con ello, se sentaron las bases para que en los años ochenta se produjera el derrumbe del socialismo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA INNOVACIÓN ESCONDIDA

De la lectura del llamado plan de desarrollo para Popayán, que realmente es un plan de gobierno, cuya denominación es “Vive el Cambio”, se deduce que fue formulado para cumplir la ley y sobre todo, para someterse de manera sumisa y obediente a las imposiciones del centralismo bogotano que este año se realizó a través del KIT Territorial que el DNP “sugirió” a las entidades territoriales, no solamente violando la autonomía municipal, sino dejando dudas sobre la aplicación de la teoría y las técnicas de la planificación. Así, el plan parece que responde más a los intereses del DNP que a las realidades y requerimientos de la comunidad local, lo que hace del documento una pieza discursiva que deja dudas sobre su viabilidad real, dadas las condiciones que se presentan en este municipio.

El documento, más no el plan, incluye en el punto 2.3.1.1 El tema de la innovación dentro de un programa junto con el empleo y el emprendimiento, lo cual despierta mucha expectativa por la trascendencia que tienen estas materias en la vida municipal. El gran problema, como lo percibe la ciudadanía, es de carácter económico y aquí, el empleo es el mayor dolor de cabeza. El compromiso del gobierno acertadamente es el de promover, porque en economía capitalista el Estado no puede “hacer”, e incluye la creatividad en sus propósitos, lo cual es absolutamente pertinente con la realidad local y consecuente con las líneas estratégicas que desde la teoría del desarrollo postmoderno se contemplan como alternativa eficaz para elevar los niveles de competitividad y crecimiento.

Por supuesto que los objetivos del plan se deben lograr en el horizonte o sea el 31 de diciembre de 2019, por lo cual no se debe exigir desde ya que se hayan cumplido; pero en temas que no se logran de la noche a la mañana, como el caso de la innovación, no se puede dejar para el último día. Por eso surge hoy la inquietud acerca de lo que ha hecho o está haciendo el gobierno de Gómez Castro al finalizar el primer año del período. Pues buscando en los medios de comunicación y en las publicaciones oficiales la reseña de las acciones adelantadas en materia de innovación, no se encuentra registros sobre las actividades inherentes a logro de los resultados propuestos.

Puede ser que la administración esté realizando las acciones de manera reservada y que todavía no las haga conocer; pero en este tema de la innovación, cuyos actores son los de la comunidad en escenario abierto, no es la línea correcta mantener la reserva. Por supuesto que los resultados en áreas como esta no se perciben al otro día y las probabilidades de éxito son de baja gobernabilidad para el alcalde, pero al menos, la opinión pública sí debería conocer suficientemente el enfoque estratégico y los mecanismos operativos que tiene diseñados para alcanzar el objetivo y por ello no es procedente mantener la innovación escondida.

miércoles, 16 de noviembre de 2016

EL CAPITALISMO RENTISTA DA PARA TODO

Examinando los acontecimientos políticos del mundo en lo que va corrido del presente siglo, podemos ver cómo los efectos de capitalismo rentista, con su globalización financiera y la concentración exorbitante de la riqueza global en unas pocas manos deteriorando las finanzas públicas, ha sido génesis de un sin número de argumentos para producir también resultados electorales por fuera de la lógica.

Como el empobrecimiento de las clases populares ha sido generalizado tanto en países industrializados como en los que no lo son, en los primeros se ha utilizado la situación para atribuir sus causas a fenómenos sociales falsos pero que ha permitido logros electorales con base en la mentira y el engaño. La comunidad en general percibe los hechos asociados a la descomposición social y el candidato atribuye sus orígenes a factores que aprovecha electoralmente.

También se ha visto en los procesos internacionales que se atribuye las causas de la pobreza generalizada, cuyo origen es el modelo de la globalización financiera impuesto por el capitalismo rentista a través de los fondos, a los mismos pobres. Primero fue el caso de las metas del milenio que los ricos impusieron a los países pobres para que estos mismos lucharan contra una situación sobre la que no tienen responsabilidad; y ahora son los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que tratan de imponer a la fuerza a través de los organismos multilaterales. Las dos grandes vergüenzas de las posturas neoliberales son el desempleo y la pobreza generalizada, fenómenos que trata de ocultar como si se pudiera tapar el sol con las manos. Lo vimos con el Premio Nobel para Phelps en el 2006, luego otros premios de esta misma categoría para otros economistas que han inventado cuentos que contribuyen a fortalecer el pensamiento neoliberal; luego inventan un nuevo concepto de pobreza, afirmando que la pobreza no está asociada al nivel de ingresos consecuencial del modelo económico, sino que los pobres son ellos mismos culpable porque tienen en su cabeza las raíces de la pobreza por no luchar solos y aprovechar las oportunidades del mercado. La misma teoría sobre el desempleo, cuando afirman que si usted está desempleado, la culpa es suya por no desarrollar su competitividad, pero que nada tiene que ver el modelo de globalización financiera y su política económica basada en el control de la inflación y a costa del aumento del desempleo.


Ahora, ya los cuentos no son de carácter económico, sino que han sido trasladados al terreno electoral y vemos como los candidatos arman sus estrategias de campaña usando este fenómeno. Un ejemplo de la situación es el caso de Trump en USA; a pesar de que este es el país más poderoso del mundo, también ha sido afectado por la globalización y la situación social ya no es la del viejo sueño americano. Trump, les echa la culpa a los inmigrantes latinos y promete sacarlos del país, con lo cual obtuvo buenos réditos electorales y con ello vemos un caso más de que el capitalismo rentista da para todo.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

LA VIOLENCIA DEL SIGLO XXI

Revisando los libros de historia se da uno cuenta de que la historia colombiana es principalmente la crónica de las guerras. Desde los inicios de la república, cuando se enfrentaron los partidarios de Bolívar con los de Santander, que incluye el famoso suceso de la noche septembrina. Luego viene una secuencia de guerras internas en el país por diferentes motivos y circunstancias, pero siempre los conflictos acompañados de manifestaciones de violencia, hasta que el Siglo XIX se cerró con la tan mentada Guerra de los Mil Días.

Luego vino el Siglo XX y aquí, se destacan dos períodos significativos. La primera mitad con enfrentamientos entre los partidos liberal y conservador, que según se deduce solo los distinguía la diferencia del rojo y el azul, y la segunda mitad que se caracteriza por el enfrentamiento entre las fuerzas del Estado y la guerrilla, en un principio revolucionaria basada en el derecho a la rebelión, que luego se criminalizó y degeneró el enfrentamiento. Parece que la historia de este siglo se terminará con la crónica de los acuerdos de La Habana y Quito.

Si se sigue la tendencia histórica, tendríamos que, lamentable y tristemente, esperar los términos y condiciones de los fenómenos del Siglo XXI, que apenas lleva dieciséis años y faltan ochenta y cuatro, y que, con lo que estamos viendo hoy en la polarización alrededor de los acuerdos con las Farc, se deduce cuáles serán las fuerzas en conflicto durante las próximas décadas.

El uribismo por un lado y los antiuribistas por el otro, le están dando visos al enfrentamiento con rasgos de sumo peligro. Son posturas radicalmente opuestas y rígidas, con imputaciones al contradictor sustentadas en cargos hirientes, que difícilmente lograrán sanar. Se ven claramente las tendencias políticas que se pueden ubicar, como en la Asamblea Constituyente de la Revolución Francesa, a la derecha y a la izquierda. Por un lado, se aprecia la postura claramente neoliberal que hoy domina el mundo, y por otro lado una tendencia difusa que no muestra precisión en la postura política pero que deja ver con claridad que neoliberal no es. Es curioso; se evidencia más un enfrentamiento alrededor de un caudillo, que un debate conceptual sobre las propuestas de fondo en el campo político.

De todos modos, lo que se ha sembrado y está germinando, es un enfrentamiento que cambiará sustancialmente el carácter del régimen político colombiano. Ya no será pensando en la revolución socialista, ni en el socialismo clásico del Siglo XX ni el Socialismo del Siglo XXI, pero sí está mostrando dos tendencias radicalmente diferenciadas sobre cómo se debe afrontar el manejo del Estado dentro del sistema capitalista. Después de que el modelo neoliberal se derrumbe, lo cual ya está en proceso, se verán los efectos que, ante el fracaso del nuevo orden mundial, que también se está frustrando, dejará gestar un nuevo conflicto sociopolítico que en la historia de Colombia marcará, y ojalá me equivoque, la identidad de la violencia del Siglo XXI.

miércoles, 2 de noviembre de 2016

BAJO IMPACTO DE LAS REGALIAS

En estos días estuvo por acá por esta región el hijo de Gaviria, delfín quien hoy ocupa el cargo de Director del DNP, y de sus intervenciones en público se deduce que hay preocupación en ese organismo por los resultados que hasta hoy se han dado en la ejecución territorial de los recursos del sistema de regalías. Se esperaba que cuando se cambió el sistema, con reforma constitucional y todo, dichos recursos contribuyeran sustancialmente al desarrollo territorial en zonas donde el antiguo sistema no había tenido una presencia relevante; pero según las palabras del funcionario, los logros obtenidos causan más preocupaciones que satisfacciones.

Ya antes habíamos señalado las deficiencias en materia de gestión de proyectos que existe en Colombia, lo que ha afectado la ejecución de estos dineros; pero además de la débil gestión, que se manifiesta en todos los campos de la administración pública, hay otros factores que repercuten en los resultados del sistema de regalías. Se esperaba que, con la nueva asignación territorial de los dineros, los departamentos contaran con fuentes adecuadas para financiar inversiones de desarrollo; pero lo que hasta hoy se ha visto es que el, todavía nuevo, sistema de regalías se ha convertido en la piñata de la fiesta de los políticos locales. No se han favorecido las regiones sino los políticos, quienes han convertido estos fondos en su fuente de nutrición electorera y, según las investigaciones que avanzan en los organismos de control, también en mecanismo para alimentar sus finanzas personales con procedimientos corruptos. Las quejas contra los gobernadores no se han hecho esperar, mientras las comunidades siguen afrontando serias necesidades; y muchas expectativas sobre el desarrollo aún se mantienen carentes de respuestas pertinentes.

A pesar de que en la normatividad legal se introdujeron los instrumentos para asignar recursos con criterios técnico y aunque introdujeron el centralista filtro del DNP, las aberraciones de los gobernadores han sido superiores que los controles normativos y cuantiosos recursos se han asignado a proyectos de bajo impacto territorial; otras sumas, estando aprobadas, no se han ejecutado; varios proyectos han sido elefantes blancos y otros muestran su tendencia al fracaso apenas comenzando su operación. El balance positivo es porcentualmente bajo respecto a la cuantía de las cifras asignadas.


Con todo esto, la consecuencia es el fortalecimiento del centralismo bogotano, que está destruyendo a Colombia, y que con el caso de las regalías refuerza el argumento de que a las administraciones territoriales no se les puede dar funciones y competencias porque son inmaduras y por ello son ineficientes e ineficaces, sin tener en cuenta que el mal que adolecen las regiones es la voracidad de los politiqueros que con sus artimañas electoreras se hacen elegir en los cargos de decisión y por supuesto, la existencia de una cultura política que sostiene el mecanismos por su inapropiada partición en política, razón por la cual  continuaremos por mucho tiempo viendo el bajo impacto de las regalías.