A raíz de la negociación con las Farc en
La Habana donde surgió el cuento este del “castrochavismo” y ahora con el
fallecimiento de Fidel Castro, se han difundido diversos comentarios acerca de
la imagen del sistema socialista en la mente de la gente, concentrando la
opinión de la gran prensa capitalista en casos puntuales de carácter político,
que distorsionan la verdad acerca de factores económicos que hacen parte de
este sistema que por ahora ya no tiene vigencia histórica. Se dice que
socialismo es dictadura, es opresión, es limitación de la libertad, es pobreza,
es, en general, algo así como el infierno y que Castro ha mantenido en esa
situación al pueblo cubano durante más de medio siglo. Lo que no han dicho es
hasta dónde llega la estupidez de un pueblo que es capaz de aguantarse tanto
tiempo viviendo en esas condiciones.
Pero la verdad sobre la diferencia entre
el capitalismo y socialismo está en el mecanismo que hace funcionar el sistema
económico. En el capitalismo, el mecanismo es el mercado que, mediante la
operación de las fuerzas de oferta y demanda, produce las decisiones y
movimientos de los fenómenos económicos, incluyendo la concentración de riqueza
en unos pocos, la consecuencial desigualdad social y pobreza generalizada.
Mientras que en el socialismo el mecanismo que hace funcionar la economía es la
planificación económica, que se define centralmente con base en la racionalidad
humana o sea que las decisiones y movimientos económicos no se determinan por
una autoridad abstracta como lo es el mercado, sino por los juicios de las
personas, quienes tratan de suministrar las condiciones de vida a toda la
población considerando la condición humana. El socialismo es el inventor de la
planificación que posteriormente se trasladó al capitalismo pero que en sus
principios fracasó por cuanto acá existe otro mecanismo para el funcionamiento
de la economía. Luego, en el capitalismo se ha tenido que introducir nuevos
métodos que, sin perder los principios de la planificación, permitan realizar
los procesos en el marco del mercado. Por supuesto para que el mecanismo del
plan funcione, fue necesario nacionalizar los medios de producción ya que los
propietarios privados no se sometían a las condiciones impuestas en el plan
general y de ahí surge la queja de quienes fueron afectados por esta decisión o
sea los capitalistas tradicionales.
Transcurrido más de medio siglo con este
sistema, surgieron las debilidades del mecanismo de funcionamiento que hoy le
quitan la vigencia histórica. Se descubrió que con el mecanismo del plan la
economía no crece, por cuanto lo que impulsa hacia arriba la economía es el
mercado y los sistemas planificados se mantienen en el letargo y la
burocratización que causa más daño a la sociedad por la insuficiencia de medios
para garantizar con principios igualitarios las condiciones de vida a toda la
comunidad; y con ello, se sentaron las bases para que en los años ochenta se
produjera el derrumbe del socialismo.