miércoles, 28 de octubre de 2015

MENSAJE PARA EL ALCALDE ELECTO

El caudal de votantes y la gran diferencia en votos con la más enconada rival, es una señal de que la comunidad municipal se movilizó en contra. Los viejos dirigentes de la política tradicional no pueden hacer cuentas alegres atribuyéndose a sí mismos el triunfo en las urnas del ganador, porque si algún político tradicional quiere que le reconozcan méritos, ese es el senador Velasco, quien por su conducta antiliberal, caprichosa, narcisista, prepotente y nepotista, le cargó animadversión a su propia hermana y motivó a un gran porcentaje de electores a votar en su contra.

Claro que sus méritos son sobrados. No solo por sus atributos personal en materia de experiencia y experticia y por las condiciones de su carácter y personalidad, sino porque el programa de gobierno inscrito en la Registraduría es muy pertinente y consecuente con la realidad territorial y se acomoda fácilmente a los paradigmas contemporáneos y a la legislación vigente sobre desarrollo local. Pero todo este patrimonio, así como le contribuyó a ser elegido, contiene también un cúmulo de riesgos que se deben valorar para evitar más adelante situaciones que se tenga que lamentar.

Por mandato de la ley y los enfoques actuales sobre desarrollo endógeno, el alcalde municipal es el Gerente Público por excelencia y el próximo alcalde de este municipio no puede ser inferior a ese reto, razón por la cual no debe dejarse manipular de los viejos políticos tradicionales y mucho menos, dedicarse a repartir cuotas burocráticas y contratos, al mejor estilo del régimen político colombiano. Popayán no se puede dar ese “lujo”; pues las circunstancias socioeconómicas y la angustia que viven las comunidades ya no dan lugar a este tradicional estilo de gobierno.

Tampoco a gobernar con la costumbre del subjetivismo del sentido común, sin aplicar correctamente los instrumentos de gerencia pública que la ley ha creado para facilitar y hacer eficaz el ejercicio de la administración pública y que hoy en los gobiernos territoriales, que dentro de poco terminan, son simplemente una pantomima limitada a actos administrativos y formalismos documentales para mostrar a los organismos de control, pero que en esencia no se aplican, desconociendo el espíritu técnico gerencial que las normas jurídicas encierran.

Como no cabe más en esta columna, para finalizar recuerde doctor Gómez, que los numerales 1 y 2 del Artículo 39 de la Ley 152 de 1994, le obligan a iniciar ya la elaboración del mal llamado Plan de Desarrollo Municipal, sin esperar la posesión en enero, de manera que el trabajo con participación de las comunidades se realice adecuadamente y con la colaboración del gobierno que termina, como manda la ley. Y tenga en cuenta que la comunidad estará expectante y dispuesta, así como a intervenir en la co-gestión de políticas públicas con responsabilidad compartida entre Estado y Sociedad, así mismo a ejercer el derecho a la vigilancia y, si es necesario, hasta el extremo de la desobediencia civil, en caso de que la gobernabilidad requerida no se aplique con la debida gobernanza. Por eso no eche en saco roto el presente mensaje para el Alcalde Electo.

martes, 20 de octubre de 2015

LA PRÓXIMA TORMENTA DE USA

Los analistas de la economía mundial andan bastante preocupados desde hace ya más de un año, en parte por la caída del precio del petróleo pero principalmente, por las consecuencias que está trayendo a la economía de Estados Unidos los golpes recibidos en las economías de otros países grandes, principalmente China, y en los que al comienzo del siglo les llamaban emergentes.

La monopolización y la concentración de la riqueza del mundo en manos de los rentistas ha llegado a niveles tan exorbitantes con su consecuencial fenómeno de pobreza extendida en la mayor parte del globo terráqueo, que el modelo se volvió un bumerán y esa excesiva acumulación en manos de unos pocos que no tienen dónde colocarla porque las oportunidades antes dispersas en varios países ahora se estrechan y las opciones son limitadas, está cocinando una nueva crisis que más temprano que tarde reventará y ocasionará tremendo impacto a los gringos. La creencia de los años ochenta, de que el Estado nunca quiebra por lo cual montaron su negocio comprando papeles oficiales o sea prestándole plata al gobierno, ya no tiene vigencia por los hechos que han ocurrido en varios países con dificultades para cubrir oportunamente el servicio de la deuda, de modo que las alternativas de negocio son cada vez más cerradas.

Primero se vino la crisis de 2008 motivada por la burbuja inmobiliaria y entonces los especuladores internacionales del dinero salieron disparados de Estado Unidos a buscar dónde colocar sus capitales, encontrando en las economías emergentes la oportunidad, lo que a la vez les permitió incrementar monumentalmente sus ganancias. Ahora la economía norteamericana mejoró su situación mientras que en otros países se enredó el asunto y entonces nuevamente los flujos se dirigen hacia el país norteamericano.

El primer efecto de la desbandada, por supuesto, es la subida del precio del dólar, que los especuladores adquieren masivamente para introducirlos en su país objetivo, donde las tasas de interés siguen estando bajas, pero sin nada que envidiar a las de otros países donde por motivo de la baja inflación, las tasas también están abajo. La estabilidad y la seguridad que se espera en la economía más poderosa del mundo, compensan el sacrificio que no brindan países donde los gobiernos están a punto de estallar por la crisis de la deuda pública.

La pregunta es entonces, que consecuencia tendrá en el interior de Estados Unidos la afluencia masiva de recursos del ahorro universal que no tienen dónde invertirse por la estrechez del aparato productivo mundial cada vez más monopolizado en grandes corporaciones ultra multimillonarias y que tampoco caben en los otros mercados de capitales por el elevado riesgo de las colocaciones? Tal vez pudiéramos decir que ese es su problema y que en nada nos debe preocupar; pero la realidad es que la influencia de esta economía por su magnitud,  hace que lo que ocurra en su interior genere consecuencias en casi todo el mundo, razón por la cual en todas partes y por lo tanto en Colombia, los analistas económicos deben estar pensando sobre qué sucederá cuando llegue la próxima tormenta de USA. 

martes, 13 de octubre de 2015

VERDADERO LUGAR DE LA GESTIÓN

Dentro de la serie de estudios que el DNP realizaba para determinar cómo iba la descentralización administrativa en Colombia, en 1997 realizó una encuesta a través de una firma especializada que hizo su labor entrevistando a más de 900 alcaldes. Una de las preguntas se refería a saber la idea sobre gestión que tenía estos gobernantes. Más 700 de ellos respondieron con diferentes palabras, que gestión es viajar a Bogotá a tramitar papeles.

Dados esos resultados, el alto gobierno puso el grito en el cielo y la expresión de Emperatriz Velandia, la coordinadora general de la Consejería Presidencia de la Política Social, fue que “si eso piensan sobre la gestión los responsables de la descentralización, este proceso está muy mal.” Acto seguido, tanto la Presidencia, como el DNP y la ESAP, comenzaron una tarea pedagógica para capacitar a las administraciones territoriales sobre los temas de la gestión, incluyendo el desarrollo de un concepto concreto sobre la gestión de lo público que hasta esa época era aún confuso y revuelto con la gestión de lo privado.

Después de varios eventos de corte académico, finalmente se concluyó en términos generales, que: “gestión es aplicar los principios de planificación, ejecución y control en las operaciones de los organismos estatales para dar cumplimiento de las funciones que la ley le asigna y con ello propiciar los fines esenciales del Estado”, lo cual se puede complementar con el hecho de que en el marco de la Democracia Participativa, esos proceso de gestión se deben realizar conjuntamente y con responsabilidad compartida, entre las entidades del Estado y las organizaciones de la sociedad, a través de lo que la teoría administrativa le ha denominado la “cogestión”.


Vistas así las cosas, la gestión pública no se hace en Bogotá sino en el seno de las comunidades, codo a codo con las organizaciones sociales; pues los tres procesos de gestión son de responsabilidad compartida, razón por la cual los futuros alcaldes deben comprometerse a salir del despacho y sentarse en la misma mesa con los actores sociales a construir concertadamente el desarrollo endógeno que requieren las localidades. Probablemente, antes de 1991 era procedente considerar los viajes a Bogotá como mecanismo de gobierno dentro de una enfoque pordioserista de la gestión municipal con procedimientos exógenos; pero hoy la realidad institucional y la legislación vigente le bajan el alcance a ese mecanismo. Hoy se requiere un alcalde que muestre su liderazgo y capacidad rectora de los procesos sociales utilizando las herramientas que las normas sobre gerencia pública le han entregado, para que a partir de la dotación de recursos humanos, ambientales, físicos, materiales y monetarios que existen en el municipio, imprima el ritmo de construcción del futuro mediante el aprovechamiento adecuado del verdadero lugar de la gestión.  

martes, 6 de octubre de 2015

LA PERTINENCIA DE CESAR CRISTIAN

Lo que digan los candidatos en sus discursos o en los debates que por esta época se ponen de moda, es de poca trascendencia. Lo que tiene implicaciones jurídicas y técnicas desde la visión de la gestión pública, es el texto del programa de gobierno inscrito, que por lo general no corresponde al formato de un proyecto político, pero que deja traslucir el contenido de lo que pueden ser la políticas de gobierno, que si resulta elegido, se convierten en “ley” para la respectiva entidad territorial.

Examinando el programa de gobierno del candidato Cesar Cristian Gómez Castro, que si bien no responde fielmente a los cánones de la legislación vigente sobre gerencia pública, sí deja entrever, dentro de lo que podría ser la política para la dimensión económica del desarrollo integral, interesantes planteamientos que resultan muy oportunos y consecuentes con la realidad presente del municipio, si se observan con la óptica del  desarrollo endógeno y con base en la propuesta del BID para abordar este enfoque utilizando lo que desde Washington llaman la Economía Naranja.

Para el emprendimiento, que tantos fracasos ha tenido en Colombia donde, según los estudios,  sólo el 10 % de los negocios creados sobrepasan la barrera de los cinco años y se convierten en empresas sólidas, incluye temas cruciales como la asistencia técnica, el mercadeo y el financiamiento con sistemas apropiados. La Economía Naranja será fomentada con articulación a los sectores de turismo y cultura, destacando la innovación, pero no referida al mundo académico, sino a las iniciativas populares, donde reposa la verdadera creatividad y las novedades para la solución de problemas económicos y sociales.

Destacable también y concordante con una de las preocupaciones del gobierno nacional en torno al aprovechamiento del capital físico de dotación regional, la propuesta sobre utilización de la infraestructura comunitaria, que muchas veces se utiliza sólo para hacer reuniones de vez en cuando, quedando la mayor parte del tiempo solo para generar lucro cesante.

Las ideas sobre el laboratorio de tecnología y las zonas francas son sin duda, apropiados mecanismos para sembrar sostenibilidad de los procesos de largo plazo, sobre todo este último, donde cabe con mucho potencial, la zona franca biotecnológica, orientada al aprovechamiento de la biodiversidad existente en la cuenca del Rio Micay y los municipios del pacífico.

Son simplemente ideas generales pero que en el plan de desarrollo se deben concretar en caso de que sea elegido; por lo cual,  antes de las elecciones se deben considerar, porque no se trata de votar por un candidato así por así sin examinar su propuesta de gobierno, si nos atenemos a la legislación vigente sobre el voto programático; y para examinar la viabilidad de las propuestas con relación a los modelos que hoy circulan en el terreno académico e institucional y a la dotación de recursos del municipio, es muy razonable tener en cuenta entre los programas de gobierno la pertinencia de Cesar Cristian.