martes, 30 de marzo de 2021

EL DESPLOME DEL MODELO ECONÓMICO

Viendo la situación que vive hoy la economía mundial recordamos un programa presentado por el canal History Channel hace ya varios años con el título “Los profetas del Armagedón”, en el cual varios analistas norteamericanos expusieron sus planteamientos sobre el futuro de Estados Unidos previendo que según nos demuestra la historia, todo imperio tienen su final ya que nada es eterno en el mundo. John Cronin, Michael Rupert, James Howard, Robert Gleason y Nathan Hagens, atribuyeron a factores como el agua, el petróleo, la tecnología, el terrorismo y el devenir de las finanzas globales, los motivos que en el futuro no muy lejano llevarán al ocaso de la sociedad americana.

Parece que el que más razón tiene en sus argumentos es Hagens, quien señaló el derrumbe de la economía como el fenómeno que causaría dicha caída, según los hechos de 2008 y el de este año cuando Biden ha tenido que inyectar 1,9 billones de dólares para reactivar la economía, supuestamente golpeada por la pandemia, pero que si no estuviera el Covid-19, también necesitaría la ayuda; pues la tendencia de los fenómenos económicos ocurridos en la década que acaba de terminar, muestra que ya el modelo del capitalismo financiero global está dando pataleadas de ahogado y que por más que los líderes de la economía mundial, principalmente asociados en el Club Bilderberg, hagan maniobras para frenar la caída, solo podrán aplazarla pero no evitar el desenlace final.

Nathan Hagens mostró lo que ya todo el mundo sabe. Que hay dos aspectos del modelo actual que encierra con ellos en su interior su propia destrucción: por una parte, el hecho de que esta modalidad de capitalismo gira en torno a la moneda, que ha convertido en una mercancía, pero sin la correspondiente contrapartida en el sector real de la economía o sea donde están los bienes y servicios, siendo que, desde sus orígenes, el dinero es solo un medio de pago que sirve para intercambiar con todas las mercancías, pero que no contiene valor porque son las demás, las que conllevan satisfactores de necesidades humanas y que por ello tienen un valor real. El negocio de compra-venta de dinero es solo una especulación monetaria sin respaldo en el mercado de bienes y servicios.

El otro aspecto, que es más grave aún, se refiere al aprovechamiento del Estado como objeto de negocio. El modelo se basa en prestarle dinero al organismo y luego mandarlo a recaudar impuestos para que pague el servicio de la deuda, esquema éste que tiene serias limitaciones; pues la capacidad de endeudamiento fiscal de todos los Estados no puede sobrepasar las posibilidades de la base tributaria, que está sujeta a la generación de valor por parte del aparato productivo y que el mismo modelo se encarga de secar creando un círculo vicioso. Un Estado dedicado solo a pedir plata prestada en los mercados de capitales, con un esquema donde abre un hueco para tapar otro siendo el ultimo más grande que el anterior, no tiene mayor durabilidad en el tiempo; y eso sin pensar en los efectos sociales que esto genera y que arrastran el descontento con explosiones políticas.  Hoy se observa que todos los Estados del mundo están sobre endeudados y que la capacidad de recaudo de impuestos para pagar está cada vez más estrecha.

Lo que Hagens nos muestra es que esa modalidad de sistema económico, donde los ricos no invierten en capital de riesgo creando empleo y aumentando la oferta de bienes y servicios, sino que están dedicados a comprar productos monetarios sin esfuerzo empresarial, no tiene soportes raizales que brinden sostenibilidad al modelo y mientras tanto, los fondos de inversión por donde se canaliza el movimiento de capital, llenando sus arcas y concentrando la riqueza del mundo, dejando al resto de la humanidad en la miseria y por eso está asegurado tarde o temprano el desplome del modelo económico. 

martes, 23 de marzo de 2021

LA UNIFICACIÓN DE LOS PERÍODOS DE GOBIERNO

Por fortuna la iniciativa politiquera de reformar la Constitución para unificar los períodos de gobierno no pasó, no solo porque el argumento era muy bizantino, sino por el daño que una situación de estas puede ocasionar a la democracia participativa y a la descentralización administrativa y política. 

Si así como está hoy, con calendario común para gobernaciones y alcaldías, se generan traumatismo en la formulación del plan de desarrollo, cómo será si están unificados los tres niveles, en un país que está diseñado al revés: según los fundamentos de la democracia participativa y la descentralización política, el “deber ser” es que el plan de desarrollo departamental sea una síntesis de los planes municipales y el plan nacional una síntesis de todos los departamentales, o sea democracia de abajo hacia arriba con políticas públicas bottom-up; pero en Colombia ocurre al revés como se puede ver en el Artículo 32 de la Ley 152 de 1994, donde dice que “Los planes de desarrollo de las entidades territoriales, sin prejuicio de su autonomía, deberán tener en cuenta para su elaboración las políticas y estrategias del Plan Nacional de desarrollo…” sacando a relucir el centralismo bogotano, cuando debería decir que el plan nacional tendrá en cuenta los planes territoriales. Un fenómeno absurdo donde a una misma población municipal, le sobreponen tres planes de desarrollo uno encima de otro, siendo que el proceso de desarrollo es uno solo. 

El argumento del costo de las elecciones parece ser mezquino, cicatero o pichicato, cuando hay despilfarro de recursos fiscales para asuntos menos importantes y cuando es necesario salvar los esquemas de la democracia y la gestión pública gerencial. El enfoque gerencial de la gestión pública donde están incluidos los procesos de planificación, ejecución y control, debe ser acorde con la participación social que establece el Artículo 2º de la Constitución y dentro de los principios de la descentralización política. Si en Colombia hubiera verdadera descentralización política, en el orden nacional solo deberían existir el DNP y cuatro ministerios, ya que la tarea de la Nación solo debe limitarse a la formulación de políticas, el nivel regional encargarse de los asuntos supramunicipales y el nivel estratégico de la gestión, para que el municipio se dedique a los aspectos tácticos y operativos. Pero el ordenamiento del Estado colombiano no obedece a factores técnicos de la gestión pública sino a los intereses de las élites de poder y los aspectos politiqueros. 

Lo que se necesita es todo lo contrario sin pichicatear gastos: primero se deben elegir las autoridades municipales y por lo menos seis meses después los órganos departamentales para posteriormente elegir los nacionales bajo el condicionamiento de adoptar sus políticas con base en los argumentos de los territorios. Así tendríamos una organización del Estado de abajo hacia arriba, consecuente con el espíritu de la constitución en materia de democracia participativa y descentralización política, propuesta ésta que es totalmente inviable a pesar de su sensatez conceptual, pero que se atraviesa al centralismo bogotano que está destruyendo al país y que no afloja los amarres para mantener el poder político en manos de las roscas del Jockey Club y el Club El Nogal, principalmente.

Seguirá por muchos años más la comunidad nacional siendo víctima de la actual arquitectura del establecimiento, pero eso sí, lo que será necesario evitar con todas las fuerzas sociales, es que se vuelva a intentar la iniciativa cuestionada, que más parece por aplazar el cambio de los actuales grupos de poder; pero en todo caso, que no se vuelva a hablar de la unificación de los períodos de gobierno.

martes, 16 de marzo de 2021

LA FALACIA DE LA POBREZA

 A fines dela semana pasada un dirigente político manifestó públicamente su propósito de acabar con la pobreza en Colombia y causó gran revuelo por los antecedentes del político y por los alcances directos que un gobernante tiene en esta materia. Por supuesto, casi todos los políticos hablan de este tema y cuando se avecinan las elecciones lanzan consignas relacionadas con la solución de este grave problema social y humano que se ha agudizado notoriamente en el último año por motivo del desempleo y el paro en la economía ocasionado por la pandemia del covid-19. 

Pero en las frase de los políticos en campaña poco se puede creer en razón a los alcances directos que tiene un programa de gobierno en este campo, así sus planteamientos sean bien intencionados; pues la pobreza, que ya se está convirtiendo en miseria, tiene causas estructurales cuya eliminación, para que el problema desaparezca, no es posible realizar desde el gobierno únicamente. El gobierno solo puede promover las leyes pertinentes para crear condiciones en la economía y la institucionalidad, que conlleven a mejorar las condiciones económicas de las familias de bajos ingresos. 

Estamos en el sistema capitalista y nadie está proponiendo cambiarlo por otro; por lo tanto el país marcha sobre el mecanismo de funcionamiento del sistema, que en este caso es el mercado, con las leyes y reglas  inherentes a este mecanismo, donde una de estas reglas es, precisamente, la gestación de las desigualdades en todos los frentes del conjunto socioeconómico. Por culpa del mercado se crean desigualdades entre regiones, entre sectores económicos, entre empresas y por supuesto, entre las clases sociales, concentrando la riqueza en unos grupos, que cada vez son de menor cantidad y extendiendo la pobreza, que cada vez se agudiza más, en las grandes capas de la población donde se asienta la mayor parte de los colombianos. Es una ley implacable que no perdona. 

Pero un sistema económico con estas características va en contra de la ley natural, que propicio mediante el instintito, la creación de la economía como un mecanismo para la conservación de la especie; por ello no es razonable ni justo, que se permita la economía de mercado gozando de plena libertad para que la riqueza se concentre en manos de unos pocos. Se necesita que el Estado intervenga para neutralizar las fuerzas del mercado y canalizar los flujos de valor de manera equitativa, para que toda la población pueda contar con condiciones de vida aceptables.

Siendo así la realidad y ya descartada la opción de cambiar el sistema económico, la alternativa política debe orientarse hacia la administración del Estado, para que este organismo establezca los mecanismos apropiados para neutralizar las fuerzas del mercado canalizando los flujos de riqueza de manera más equitativa. Políticas macroeconómicas, políticas sectoriales y políticas públicas adecuadas, con un Estado justo, transparente y honesto, que propicie las condiciones necesarias para el mejoramiento de las condiciones de vida de la población de bajos ingresos, lo cual requiere de la expedición de las leyes necesarias para la creación del piso jurídico que permita la realización delos procesos de gestión pública acordes con el bienestar general y el bien común. No son suficientes las palabras de un dirigente, sino se cuenta con las condiciones políticas necesarias y la voluntad de enfrentar a las élites de poder económico que hoy se están beneficiando de la situación presente y que se oponen a los cambios de fondo necesarios, por lo cual es mejor no creer cuando se presenta en el discurso político la falacia de la pobreza. 

martes, 9 de marzo de 2021

DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

Por motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer que se presentó esta semana, en muchos medios se destacó que no se trata de una celebración sino de una conmemoración, entendiendo que esto último trata del recuerdo de un hecho que no es alegre y festivo, ya que el evento se refiere a la muerte de muchas mujeres que exigían derechos humanos. Para ello, se ha destacado que el 8 de marzo no es por referirse a una fecha propiamente sino a un fenómeno permanente de discriminación y desconocimiento de la igualdad de derechos.  

Todos esos hechos son ciertos; pero además, también es cierto que la especie humana en general tiene una gran deuda con el género femenino por el poco o nulo reconocimiento de los aportes de la mujer a la ciencia y la tecnología, según se deduce de la lectura de varios artículos publicados en Internet sobre el origen de la agricultura en la historia.

Dicen varios artículos de esa fuente, que en los primeros estadios de la civilización cuando la especie del homo sapiens todavía era nómada y la economía se limitaba a la simple recolección de productos de la naturaleza, fue el espíritu observador de la mujer el que descubrió la ley natural. La narración se refiere a que las mujeres embarazadas y las que tenían hijos pequeños y que por lo tanto no se iban con el hombre a la caza y la pesca, al quedarse en su labor diaria realizaron las observaciones que detectaron y concluyeron, que si se depositaba en la tierra una semilla salida del interior de un fruto, en ese punto germinaba una nueva planta por lo cual de manera deliberada se podría sembrar semillas y esperar el crecimiento del nuevo individuo vegetal. Es decir, fue la mujer quien creo la agricultura y con ello la ciencia y la tecnología que consiste en la comprensión y manipulación de las leyes de la naturaleza, como ocurre hoy cuando la microelectrónica se basa en lo operación deliberada del desplazamiento del electrón. Así mismo, fue por la habilidad manual de la mujer que se elaboró la cestería como utensilios para recoger la cosecha y que se convirtió en la base de la posterior manufactura que antecedió a la industria de hoy. 

Pero la cultura humana siempre ha destacado los grandes logros de los hombres y por ello la humanidad tiene una deuda de reconocimiento a la mujer por sus aportes en materia de ciencia y tecnología como primera descubridora de la ley básica de la naturaleza, que es la de reproducción. Bien dice la biblia que Eva le dio a Adán de comer el fruto del árbol de la ciencia del bien y del mal, porque así como la agricultura sirvió para que se produjera el asentamiento de la especie dejando su nomadismo, también fue el generador del producto social excedente por sobrantes de la cosecha, lo que propició las clases sociales y la aparición de la primera forma de Estado basado en la guerra que más adelante se consolidó en el Estado esclavista.

Entonces el asunto va más allá del reconocimiento de la igualdad de derechos frente al género masculino, porque la valoración por la creación de la agricultura y con ello las bases del método de la ciencia expresado en el conocimiento y la reproducción de los procesos naturales, es muy superior al simple reconocimiento de los derechos de igualdad. Es una deuda que la humanidad tendrá que pagar, no se sabe cómo, pero que es mucho más que reconocer la igualdad de derechos. Porque desde esos mismos orígenes y la imposición del principio de la fuerza bruta que se transformó en violencia, el género masculino ha sobrepuesto este atributo físico por encima del mérito intelectual de la sabiduría, lo cual se aprecia todavía cuando los gobiernos siguen utilizando la fuerza pública para neutralizar la racionalidad y el pensamiento diferente a los intereses de las élites de poder, de manera que es justo que ahora se le otorgue otra connotación al Día Internacional de la Mujer. 

martes, 2 de marzo de 2021

LA GLOBALIZACIÓN DE LAS MAFIAS

El martes de esta semana sorprendió la prensa nacional con el despliegue de una información relacionada con el tráfico de influencias para trámites de registro de identidad, que involucra a las entidades que cumplen esta función como son las notarías y la Registraduría. Una emisora de cobertura nacional entrevistó a un funcionario de entidad competente y señalaba el entrevistado los hallazgos sobre casos de cambio de identidad, nacionalización de extranjeros y trámites con delincuentes internacionales como es el caso de Al Qaeda, que explícitamente citó, además de las situaciones de venezolanos que constituyen el pan del día en la actualidad.  

La noticia parece trascendental por la gravedad de los hallazgos, pero no es sorprendente, si recordamos el libro escrito por Jean-Francois Gayraud y publicado por Editorial Tendencias de Barcelona en 2007 con el título “El G9 de las mafias en el mundo”. El autor en 544 páginas describe la situación de las mafias internacionales y su extensión en casi todos los países del mundo, incursionando en las esferas pública y privada.  

Con el surgimiento de la globalización y después de 1990, el espíritu de la aldea global que el capitalismo neoliberal instauró en el sector monetario con la globalización financiera, se extendió a otros campos de la vida social usando formas no convencionales y violatorias de las normas, como se aprecia en la esfera del factor trabajo, que no se globalizó formalmente como ocurrió en el sector financiero, pero que el instinto de conservación de la humanidad ha propiciado con una especie de globalización de la mano de obra con procedimientos ilegales. De la misma manera, dice Gayraud que las mafias originarias en algunos países, han penetrado las esferas política y económica y se han extendido por todos los continentes, citando el caso de nueve grupos mafiosos principalmente europeos.  

Para Gayraud, dinero, poder y secreto son la esencia de las organizaciones mafiosas que hoy se manifiestan claramente en la privatización de los bienes públicos, como dice el autor poniendo el ejemplo del manejo de los residuos sólidos y líquidos en Italia, los cuales están en manos de la Cosa Nostra de Sicilia. Pero así mismo, se observa en las carreteras, la plusvalía de la tierra urbana, las obras públicas, la explotación de los recursos naturales, los servicios de tránsito y transporte, etc. donde empresas multinacionales han metido la mano y son las que operan los procesos económicos, como también en el campo político, donde las entidades mafiosas internacionales financian campañas y facilitan la elección de gobernantes y legisladores.  


No es de extrañar por eso, la noticia de los tentáculos internacionales en los casos del registro de identidad encontrados en la investigación publicada por radio el martes en la mañana. Muchos fenómenos ocurren en Colombia cuya explicación no es evidente y por ello es lógico pensar que está presente el secretismo mafioso del que hablo Gayraud en 2007, ya que han pasado catorce años desde la publicación del libro y lo más probable es que esos tentáculos se hayan incrementado y extendió a otras áreas y no que se hayan disminuido; igualmente, además de los nueve grupos que cita el autor, en este período de más de un decenio, seguramente han aparecido otros grupos fortaleciendo así el fenómeno de la globalización de las mafias.