martes, 24 de abril de 2018

DEL PETRÓLEO Y LOS AGUACATES

A raíz de la campaña electoral ha surgido un debate, medio jocoso, medio sarcástico, que la forma, confronta el petróleo con el aguacate; pero en su contenido, va más allá e invoca un viejo debate que se dio a mediados del siglo pasado entre el sector agropecuario y el sector industrial.

En el fondo, la discusión de hoy debe girar en torno a comparar el sector agropecuario y el sector minero. Ambos pertenecen al aparato productivo y hoy existe un consenso generalizado de que es necesario revitalizar el aparato productivo, que es el que produce la riqueza y alimenta lo que se le llama el sector real de la economía, o sea donde están los bienes y servicios que la gente necesita para la subsistencia. 

En esa comparación hay que tener en cuenta que la actividad minera o extractiva, no es renovable, es decir algún día el recurso se agota; para realizar la actividad en este sector se requiere de altísima inversión de capital, que en Colombia no existe, por lo que es necesario la venida de empresas extranjeras a explotar, con las consecuencias de que, como nadie trabaja gratis, lo que los foráneos se llevan es mayor que lo que le dejan al país. La generación de empleo en esta actividad es muy baja porque lo principal son los equipos y la tecnología; y para completar, la explotación minera, por lo general, es deteriorativa del medio ambiente.

Por su parte, la actividad agropecuaria, que significa aprovechamiento del recurso suelo, es renovable por cuanto basta con conservar el suelo para que no se agote; se puede hacer con tecnologías simples como desde el comienzo de la humanidad se ha hecho, los colombianos pueden realizar las empresas y con los recursos propios disponibles es suficiente para producir. La actividad de cultivo, animal, vegetal o forestal, utiliza mucha mano de obra, principalmente campesina, y genera alimentos, los que serán críticos para toda la humanidad en los próximos años. Y en el tema de los combustibles, el cultivo permite la elaboración de biodiesel, que consiste en extraer el aceite carburante de materiales vivos como los animales y los vegetales, así como hoy se está haciendo de la palma africana.

Falta a ver finalmente cuál es la política que el nuevo gobierno adopte, la cual esperamos sea la más conveniente para el país, tanto en sus aspectos económicos, como en los sociales y también en los ambientales, de modo que podamos finalmente comprender la esencia del debate del petróleo y los aguacates.

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