martes, 30 de agosto de 2016

LA GANANCIA SOCIAL DEL ACUERDO

A raíz de este tema del plebiscito, con mucho riesgo se está polarizando el país en dos corrientes: por un lado quienes se amparan en el pasado y un concepto de justicia basado en el principio de la venganza y por otro lado quienes piensan en el futuro y con optimismo ven la oportunidad de crear una nueva sociedad aprovechando el cumplimiento del acuerdo con las Farc, lo que puede suceder siempre que de parte de la comunidad en general se avance en la construcción de una nueva organización social con mayor capacidad para la participación y la contribución a la solución de los problemas sociales.

Es verdad que la guerrilla cometió crímenes graves, reclutó niños y todo lo demás; pero precisamente por haber sido tan lamentable su pasado, el costo de que ese terror se termine es alto. El Estado, en más de medio siglo, no derrotó la insurgencia como para ahora pedir que la sometan a las normas convencionales de justicia. Una negociación para que sea aceptable por las partes significa un toma y dame en relación gana-gana. Es necesario valorar y comparar el costo que paga la sociedad en prebendas y concesiones a las Farc sobre la base de que en el mundo nada se consigue gratis, contra los beneficios sociales en términos de valor que se gana por la desaparición del grupo armado.

En la teoría social y económica existen varios conceptos que pueden aplicarse para hacer la valoración o evaluación del negocio con los cuales se puede apreciar con claridad el resultado final del acuerdo: precio, costo, valor, precio hedónico, precio de mercado, utilidad, valor de uso, satisfactor, atributo, beneficio, costos inducidos, valoración contingente, etc., son todos conceptos que se puede utilizar debidamente aplicados, para sacar conclusiones interesantes en la evaluación del acuerdo y de esa manera comprender que bien vale la pena “tragarse los sapos”, como dicen algunos, para aceptar el resultado de la negociación y proceder a votar SI en el plebiscito.

En una relación costo-beneficio es fácil comprender que acabar con las prácticas violentas de la guerrilla con todo lo que eso arrastra en materia de calidad de vida y progreso, sin contar aún con la oportunidad de construir un nuevo régimen político que en el futuro podrá propiciar también un nuevo modelo económico con mejor distribución del ingreso y disminución de la desigualdad social, es un beneficio tan alto para Colombia, que todo lo entregado en la negociación es barato para el país. Muchos creemos que Colombia la sacó barata.


Ahora corresponde promover una nueva organización social y unas dinámicas políticas que respondan a los requerimientos del negocio para que los compromisos se conviertan en verdaderas oportunidades de cambio. Es a partir de la comunidad local y sus procesos civiles, como se podrá cosechar el producto que la firma apenas ha sembrado, pero que necesita de prácticas culturales como la actividad agrícola, para que alrededor de los compromisos se pueda cosechar la ganancia social del acuerdo.

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