miércoles, 25 de octubre de 2017

LA LÓGICA DEL MERCADO

Un principio elemental de la Teoría de los Precios es el que señala que nadie produce algo que no se pueda vender en el mercado, porque no tiene cualquier tipo de utilidad para algún consumidor. Pero ahora la DEA salió a decir que el aumento del consumo de cocaína en USA se debe a que en Colombia han incrementado las hectáreas sembradas de coca. Pobrecitos ellos, tan buenos que son.

Pero lo que no dicen, es que, desde la caída de los carteles colombianos, las mafias mexicanas propiciaron la extensión de los canales detallistas de distribución urbana del producto en las ciudades de USA, donde los actores protagonistas son gringos. Sin esta red hecha por nacionales de ese país, los poderosos grupos que controlan la distribución mayorista y que se abastecen desde Colombia, jalonando, por supuesto, la siembra y el aumento de la producción, no hubieran podido alcanzar sus propósitos. Estas son las principales causas cuyas consecuencias se manifiestan en Colombia, donde por motivos de lo que podríamos llamar “la economía del instinto”, los pobres campesinos generan las respuestas con expansión de la superficie cultivada.

Los humanos no se pueden dejar morir; y así ha sido desde que existe la especie del homo sapiens hace ya varios millones de años. La ley de la naturaleza propició, mediante mecanismos instintivos, la creación del sistema económico con los fines naturales de producir los medios para la subsistencia humana y la conservación de la especie. Otra cosa es que hoy hayan convertido la economía en el medio para enriquecer más a los ricos; pero esa no es su función natural. Entonces, movido por el instinto, el humano recurre a la acción más sencilla para conseguir sus medios de vida, como es cultivar algo que tiene la venta asegurada.

Desde hace más de medio siglo, los mismos gringos impusieron y hoy lo siguen haciendo con la complicidad de las élites de dominación criollas a quienes les dejan caer migajas, modelos económicos de dominación que favorecen a los ricos de allá y aumentan la pobreza de los pobres de acá, como la población asentada en las zonas de economía campesina, donde existe un caldo de cultivo para que se desarrollen los cultivos de coca. Primero fue el llamado Modelo de Sustitución de Importaciones, para colocar el país al servicio de las multinacionales; y ahora el modelo de globalización, para favorecer el capitalismo rentista y las transnacionales de los siete países del G-7; en ambos casos, imponiendo la idea de que el capital extranjero hace bien al país y ocultando sus efectos a largo plazo donde las remesas hacia esos países, de utilidades, intereses, regalías, uso de patentes y todas las demás formas de remuneración del capital, fueron chupando  y llevándose el Excedente Económico de Colombia y dejando grandes masas de población empobrecida. Pero ahora se quejan porque esa cultura que ellos mismo crearon desde la guerra de Vietnam con un patrón de alto consumo de drogas, está facilitando a las mafias del microtráfico, que ellos mismos conforman, aumentar el consumo de la cocaína en ese país echándole la culpa a Colombia, que no es más que una víctima de la lógica del mercado. 

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