martes, 27 de diciembre de 2016

CRÓNICA DE LOS IMPUESTOS

Todo empezó cuando los Fondos se tomaron el Poder de Estado por allá cerca de 1980, con la elección de Reagan en USA y Thatcher en el RU. El capitalismo rentista que había sufrido la mala experiencia de 1928 con los papeles de las empresas privadas, ahora echó el ojo al Estado para convertirlo en el marrano de su negocio.

Primero estrangularon las finanzas estatales. Le quitaron la facultad de imprimir dinero y con ello la principal fuente de financiamiento; luego los préstamos directos de los bancos comerciales; en seguida quitaron los impuestos directos exonerando el capital, luego los aranceles, etc., hasta que el Estado quedó en la olla, sin fuente alguna de recursos y limitado simplemente, a los impuestos indirectos que afectan más a los pobres. El Estado quedó totalmente ahogado.

Ahora sí, venga señor Estado que aquí le tenemos la solución: emita títulos valores y colóquelos en el mercado de capitales, donde acuden los rentistas agrupados en los Fondos y la banca de inversión, quienes se convirtieron en los principales prestamistas del Estado. Algo así como los gota-gota del subdesarrollo. Transformaron la teoría fiscal para convertir la deuda en una fuente de financiamiento y el mecanismo de abrir un hueco con nueva deuda para tapar el hueco de la vieja deuda de años anteriores, se convirtió en la formula salvadora de las finanzas del gobierno.

Para tener seguridad en el negocio, los rentistas crearon las certificadoras de riesgo que se encargan de alertar sobre la situación fiscal de los gobiernos que generan dudas para pagar el servicio de la deuda; y por supuesto, el FMI que se encarga del monitoreo periódico. Se trata de tener la seguridad de que los recaudos de impuestos serán suficientes para cubrir las obligaciones adquiridas con los rentistas mediante la colocación de los papeles, en el caso colombiano, de TES.

Posteriormente vienen los cambios en la Política Económica. La Política Fiscal se reduce a cobrar impuestos a los pobres, disminuir el gasto público para no desviar los ingresos tributarios y pagar cumplidamente el servicio de la deuda. La Política Monetaria a controlar la inflación para que la pérdida de poder adquisitivo no se coma los intereses de la renta fija de los papeles de inversión de los capitalistas. Y la Política Cambiaria, sometida a que el precio del dólar lo fije el mercado.

Lo más probable es que con los cambios introducidos en el Congreso, la Reforma Tributaria de este mes no le genere al fisco los ingresos requeridos; pero el FMI y las certificadoras de riesgo quedan con argumentos para darles tranquilidad de los capitalistas rentistas, que pueden comprar TES y deuda del Estado colombiano, con la tranquilidad de que habrá suficiente dinero para pagarles tanto el principal como los intereses, dentro del modelo neoliberal impuesto por el capitalismo financiero internacional y que nos permite hoy narrar la crónica de los impuestos.

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