martes, 13 de diciembre de 2016

LA DE INFLACIÓN OBJETIVO

Juan José Echavarría es el nuevo gerente del Banco de la República, quien hereda el cargo del que él mismo denominó “el padre de la inflación objetivo en Colombia”, una nefasta política monetaria que ha imperado en el país durante el presente siglo, la cual se aleja radicalmente de lo que fuera la Política Monetaria en los comienzos, cuando se consolidó la política económica como instrumento gubernamental para orientar los procesos económicos por allá en los años treinta del siglo pasado, en época en que esta política tenía como fundamento el interés general y el bien común, en lugar del favorecimiento de algunos grupos económicos.
     Si bien es cierto que la Política Monetaria clásica, la del siglo pasado, beneficiaba a los capitalistas industriales, también es cierto que su propósito era el de contribuir al crecimiento económico mediante la generación de empleo y por ello la finalidad era de interés general para toda la economía; más cuando el empleo es para beneficio de la población mayoritaria que no posee capital. Pero ahora, con el invento neoliberal de la inflación objetivo, esta política ya no contribuye a la generación de empleo y al interés general, sino al favorecimiento del capitalismo rentista agrupado en los fondos y la banca de inversión.
     Desde cuando el Banco de la República fue arrebatado de las manos del Jefe de Estado para colocarlo de rodillas al servicio del capitalismo financiero internacional en 1991, dejó ser un medio para buscar beneficios sociales y se concentró en el favorecimiento de los rentistas, quienes realizan sus inversiones en papeles de renta fija y por ello la inflación es su principal enemigo. Uribe, el gerente saliente, cumplió obedientemente esta directriz mediante el enfoque de Política Monetaria de inflación objetivo, que hoy Echavarría enaltece y se propone continuar, según se desprende de sus palabras entregadas a los medios.
     Viene un nuevo período en el banco central después de doce años de la gerencia de Uribe, pero no se espera que cambie de orientación. El enfoque neoliberal seguirá imperando y con ello sólo se puede esperar más desempleo, aunque no haya acierto total para sus fines al aplicarla; pues existen serias dudas de la cientificidad de dicha política, ya que el mecanismo de jugar con las tasas de interés para luchar por conseguir la meta de inflación, no parece ser una medida muy eficaz, razón por la cual cada cierto tiempo el banco tiene que hacer ajustes a la llamada inflación objetivo. La extremada dependencia del sector externo hace perder potencia a los instrumentos del banco central. Echavarría ya dijo que en el 2016 la meta había sido de 5,6 % pero que, en 2017, o sea en el primer año de su administración, esta meta se bajaría al 4 % para favorecer a los rentistas cuyas ganancias corren el riesgo de ser menguadas por la inflación, así el crecimiento de la economía se vea frustrado por la contracción de la demanda agregada; pero eso no importa ya que tiene más peso que la Política Monetaria siga siendo la de inflación objetivo.

1 comentario:

  1. El desacierto de estas políticas que buscan engordar los bolsillos de quienes ya los tienen embotados, sólo lleva a más desempleo y una serie de consecuencias nefastas, que ya bien conocemos. Ni hablar de la educación. Un gobierno que sube impuestos a las ventas del 8% al 16% y se aplaude y otro que le sigue en menor medida con pensamientos neoliberales, no tienen más que extraerle a un país que su poca felicidad. Política monetaria, o política de inversión o como cualquier apodo, invento o apología al robo miserable no tiene un norte más que el de estar sentado esperando regalías.

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