martes, 22 de septiembre de 2015

EL PREMIO AL MINISTRO CÁRDENAS

Cuando la crisis económica de 1928, los capitalistas rentistas fueron quienes más se afectaron porque habían colocado sus dineros en papeles de las empresas privadas, estas que tienen que ir al mercado a luchar vendiendo bienes o servicios para obtener las utilidades con las que pueden pagar los intereses y el principal a los tenedores de sus títulos valores. La lección fue bien aprendida. En los años ochenta, cuando ya habían conquistado el poder de Estado a partir del eje Reagan-Thatcher, era apenas lógico que el esquema tenía que cambiar y entonces fue cuando se les ocurrió la brillante idea de colocar sus capitales en manos del Estado, con el supuesto argumento que este órgano nunca quiebra. Con ello, la política fiscal se redujo simplemente al recaudo de impuestos, principalmente indirectos, y al pago cumplido del servicio de la deuda a los tenedores de los papeles que el gobierno emite para conseguir recursos, agrupados ellos en toda clase de fondos y en la banca de inversión.

En Colombia el hijo de Jorge Cárdenas ha sido absolutamente obediente y disciplinado con los intereses de los especuladores internacionales del dinero: paga cumplidamente el servicio de la deuda y ha tomado las previsiones necesarias con mecanismos que garantizan el pago de los vencimientos futuros, creando seguridad y confianza al capitalismo financiero internacional. No importa que la salud, la educación, el agua potable, la infraestructura y demás necesidades sociales del país estén en ruinas. Lo importante no es el gasto público para solucionar los requerimientos del pueblo colombiano, sino quedar bien con los ricos del mundo. Al fin y al cabo, ellos son los que imponen las reglas de juego en el funcionamiento universal.
  
Como premio a la sumisión y obediencia del ministro colombiano, la Revista Internacional Euromoney le otorgó al hijo de papi Cárdenas el premio de Ministro de Finanzas del Año 2015, con el argumento de “la preparación económica que ha tenido Colombia para sobrellevar los choques externos que han golpeado a los mercados emergentes, así como por el sólido manejo fiscal de la economía colombiana y el buen posicionamiento de Colombia ante inversionistas y mercados internacionales”.

Mientras tanto, los hospitales públicos siguen quebrados, las carreteras atrasadas veinte años, la mayor parte de la población rural sin agua potable, las universidades en déficit, el sector rural completamente abandonado y así sucesivamente, el cúmulo de necesidades sociales aún pendientes de resolver siempre  con el argumento de que no hay recursos, cuando la verdad viene desde la Ley 51 de 1990 que modificó la estructura de financiamiento del Estado, que fue agravada en 1991 cuando le quitaron al gobierno la potestad de imprimir dinero, y así las finanzas públicas quedaron de rodillas bajo las imposiciones del capitalismo financiero internacional, que no es desagradecido, como podemos ver ahora cuando le otorga el premio al Ministro Cárdenas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario