A raíz del episodio
aquel de la Policía en el municipio de Argelia, han surgido planteamientos
señalando que el caso va mucho más allá de la simple localización de las
instalaciones de la Policía. Primero fue Juan Pablo Matta quien expuso el tema
considerando los municipios de la cordillera occidental. Luego fue Santiago
Zambrano quien es más amplio y concretó una idea invocando el cuento ese del
postconflicto.
De la iniciativa de
Santiago, que seguramente estará incluida en su programa de gobierno como
candidato, se destacan tres aspectos relevantes que bien vale tener en cuenta:
primero, que bajo el concepto de presencia del Estado en la zona se debe
contemplar todo el conjunto regional de la Cuenca del Río Micay, es decir desde
su nacimiento hasta la desembocadura en el mar; segundo, que se trata de un
plan de ordenamiento y manejo integral y holístico de la cuenca; tercero que se
requiere un doliente especializado capaz de abordar el caso de manera idónea
para lo cual propone la creación de una corporación que de una vez le llama
“Corporación para el Desarrollo Ambientalmente Sostenible de la Cuenca del Río
Micay”. Agrega el candidato que dicho organismo debe contar con amplia
participación de los actores sociales asentados en esa región, lo cual es
absolutamente pertinente por razones estratégicas.
Por supuesto lo de
la corporación es secundario si se tiene en cuenta que los problemas no se
resuelven con estructuras sino con procesos, por lo cual es más importante el
proceso de planificación y gestión del ordenamiento y desarrollo de la cuenca,
para luego sí, ver cuál es la estructura más adecuada al manejo de dicho
proceso.
También cita el
proyecto hidroeléctrico “Arrieros de Micay” que el Ministerio del Ambiente
descabezó totalmente en 1997, pero más por razones políticas que por motivos
técnicos, que son que se invocan en estos casos; pero sobre la base de un
estudio ambiental de regular calidad. Es necesario volver a realizar el estudio
ambiental. Hoy, la generación eléctrica es uno de los grandes negocios y las
alternativas de financiamiento son más diversas que hace 20 años. Ese proyecto
tiene bondades en materia de generación que no se deben despilfarrar.
Lo de la corporación es sensato, siempre que no se
condicione a que sea el gobierno nacional quien la origine; pues ahí quedará
muerta la idea. Hoy existe el piso jurídico suficiente para que sean las
instituciones territoriales quienes la ejecuten, como por ejemplo las
alternativas que crea la Ley 1454 de 2011. Deben ser los municipios de Argelia,
El Tambo, López y el Departamento los creadores y si quiere entrar la CRC y
algunos otros más, pues mejor. No será imposible un capital para crear el
organismo, pues su papel básico debe ser de planificación y organización de
actores, para conseguir los recursos de financiamiento en el gobierno nacional,
el sistema de regalías y las muchas fuentes internacionales disponibles. Ojalá
llegue a la gobernación este candidato para poder que se ejecute la propuesta
de Santiago y la Cuenca del Micay.
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