miércoles, 10 de junio de 2015

EL FÚTBOL EN LA GEOPOLÍTICA

La corrupción en el fútbol mundial se gestó desde que se comenzó la transmisión de los partidos por TV en 1970 y se entronizó en el Mundial de Argentina en 1978, cuando el mismo Dictador Videla le metió la mano para hacer campeón al país sede. Todos recordamos la increíble goleada al equipo peruano.

Los métodos corruptos tienen ya casi cuatro decenios y por supuesto, también deben existir al interior de los países afiliados a dicha federación, la que ha sabido blindarse para que los Estados no se metan en sus normas, con amenazas de desafiliación a las ligas que se dejen intervenir por parte del gobierno. Algunos han planteado que esa organización es privada y que pueden hacer con su dinero lo que les plazca; pero no se debe desconoce que el fútbol es asunto público y el Estado tiene el deber de regular y supervisar la actividad privada que se lucra con los bienes públicos. Algo así como lo que se hizo con Saludcoop y la Universidad San Martín  por el hecho de que la salud y la educación son asuntos públicos.

Surge entonces el interrogante de que si este problema existe desde hace cuatro decenios, por qué ahora, cuando se vienen dos mundiales en países por fuera de la órbita del Club Bilderberg es que revienta el problema y justo, USA, decide intervenir. Ya sabemos que Rusia, China y los árabes son los países que están obstaculizando la construcción del Nuevo Orden Mundial que las ocho familias propietarias de la Reserva Federal de USA quieren imponer para establecer un solo gobierno universal manejado por ellas y sus socios en los demás países del G7. También sabemos que los campeonatos mundiales de fútbol mueven miles de millones de dólares americanos que van a circular por la banca islámica o por otro conducto diferente a los organismos financieros controlados por la FED. Así mismo también se sabe que el país sede del torneo aprovecha siempre este evento para desplegar importantes acciones diplomáticas y de influencia internacional.


Por supuesto que esa corrupción de la FIFA y en general la de todo el fútbol incluyendo la interna en los países, es inaceptable y se debe combatir. Pero es peligroso salir de guatemala y caer en guatepior. No me puedo imaginar a la CIA utilizando operaciones encubiertas de alta tecnología para definir resultados de partido y torneos.  Está el riesgo de quedar este deporte-negocio politizado con efectos aún más perversos que los de los corruptos particulares. La elección del futuro presidente del organismo se convierte en un factor decisivo de alto riesgo, por los métodos y procedimientos de campaña que ya se están observando, impregnados de conductas alejadas de toda ética, como se ha visto en las acusaciones en contra de quienes han manifestado su interés en hacer campaña para la elección,  por lo cual siendo este deporte de interés público y de tanta popularidad, hay que rogar para evitar que se meta el fútbol en la geopolítica.

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