La corrupción en el
fútbol mundial se gestó desde que se comenzó la transmisión de los partidos por
TV en 1970 y se entronizó en el Mundial de Argentina en 1978, cuando el mismo
Dictador Videla le metió la mano para hacer campeón al país sede. Todos
recordamos la increíble goleada al equipo peruano.
Los métodos
corruptos tienen ya casi cuatro decenios y por supuesto, también deben existir
al interior de los países afiliados a dicha federación, la que ha sabido
blindarse para que los Estados no se metan en sus normas, con amenazas de
desafiliación a las ligas que se dejen intervenir por parte del gobierno.
Algunos han planteado que esa organización es privada y que pueden hacer con su
dinero lo que les plazca; pero no se debe desconoce que el fútbol es asunto
público y el Estado tiene el deber de regular y supervisar la actividad privada
que se lucra con los bienes públicos. Algo así como lo que se hizo con
Saludcoop y la Universidad San Martín
por el hecho de que la salud y la educación son asuntos públicos.
Surge entonces el
interrogante de que si este problema existe desde hace cuatro decenios, por qué
ahora, cuando se vienen dos mundiales en países por fuera de la órbita del Club
Bilderberg es que revienta el problema y justo, USA, decide intervenir. Ya
sabemos que Rusia, China y los árabes son los países que están obstaculizando
la construcción del Nuevo Orden Mundial que las ocho familias propietarias de
la Reserva Federal de USA quieren imponer para establecer un solo gobierno
universal manejado por ellas y sus socios en los demás países del G7. También
sabemos que los campeonatos mundiales de fútbol mueven miles de millones de
dólares americanos que van a circular por la banca islámica o por otro conducto
diferente a los organismos financieros controlados por la FED. Así mismo
también se sabe que el país sede del torneo aprovecha siempre este evento para
desplegar importantes acciones diplomáticas y de influencia internacional.
Por supuesto que
esa corrupción de la FIFA y en general la de todo el fútbol incluyendo la
interna en los países, es inaceptable y se debe combatir. Pero es peligroso
salir de guatemala y caer en guatepior. No me puedo imaginar a la CIA
utilizando operaciones encubiertas de alta tecnología para definir resultados
de partido y torneos. Está el riesgo de
quedar este deporte-negocio politizado con efectos aún más perversos que los de
los corruptos particulares. La elección del futuro presidente del organismo se
convierte en un factor decisivo de alto riesgo, por los métodos y
procedimientos de campaña que ya se están observando, impregnados de conductas
alejadas de toda ética, como se ha visto en las acusaciones en contra de
quienes han manifestado su interés en hacer campaña para la elección, por lo cual siendo este deporte de interés
público y de tanta popularidad, hay que rogar para evitar que se meta el fútbol
en la geopolítica.
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