Cuando en 1997 se adelantaba el proceso electoral
para elegir Alcalde de Bogotá, a pesar de que había varios candidatos la
campaña estaba polarizada entre Peñalosa y Moreno de Caro; un periodista le
preguntó a Mockus que a cuál de los dos prefería y este contestó: “usted me
puso a escoger entre el sida y la hepatitis B”.
A la fecha de hoy la situación electoral para la
gobernación del Cauca es similar a la de la capital en esa época, por lo cual
esperamos cambios para no tener que emular a Mockus ante una pregunta igual. Si
bien hay algunos personajes chisgarabís que cuentan con aval y están sonando
como aspirantes pero que les falta mucho
pelo para moño, hoy la campaña se muestra polarizada entre dos candidatos fuertes
por los recursos que se dice ellos manejan: por una parte el representante de
la planadora de la burocracia y los contratos y por la otra, según dice la
prensa, el representante del dinero de financiar campañas y las influencias en
Bogotá de gamonal de provincia.
En esas condiciones y si no entra a jugar un tercer
aspirante que tenga los atributos apropiados para responder a la magnitud de la
problemática departamental, los electores de este territorio se verán en
aprietos frente al dilema de votar. Por supuesto, los votos cautivos de la
clientela ya están definidos pero en ambos casos son insuficientes para
alcanzar la mayoría necesaria en el triunfo. Por ello, es conveniente que los
avales que aún quedan libres como el del Partido Verde, se asignen a un
candidato que constituya una alternativa consecuente y razonable para tener por
quien votar. Según informa la prensa, ya están ocupados los avales del Partido
Liberal, Partido Conservador, La U, Mais y Asi, de manera que todavía están
libres los de Cambio Radical y Centro Democrático, que como se percibe, no
tienen la envergadura de los anteriores, por lo cual es el Verde, que cuenta
con congresista a bordo, el que puede llenar el vació de la tercería.
Así que Ospina y Navarro tienen la gran responsabilidad
de ser coherentes con los postulados que dicho partido ha venido agitando desde
tiempo atrás, ya que se dice que son ellos quienes manejan la llave del candado
de la democracia en ese partido, que en nuestro régimen político se expresa en
los avales, el mecanismo que las élites de poder inventaron para protegerse de
que otros ciudadanos independientes tengan la libertad de aspirar a los cargos
de elección popular.
No son muchas las personas que hoy cumplen con
los requisitos preliminares para ser candidatos, porque para el efecto se
necesita, entre otras cosas, conocimiento de la realidad, imagen pública,
experiencia administrativa, coherencia en las ideas, carisma, antecedentes de
honestidad y transparencia, voluntad de servicio, apertura mental, dotes de
liderazgo, credibilidad y muchos otros más, atributos que existen en algunos caucanos
que todavía quedan sin compromiso político, a quienes se puede acudir para seleccionar
un candidato de categoría que garantice buena gestión, de modo que en las elecciones
de octubre se pueda encontrar por quien votar para gobernador del Cauca.
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