miércoles, 25 de marzo de 2015

LA MERMELADA DE LAS REGALIAS

Cuando en 2011 se expidió el Acto Legislativo 05 para reformar el sistema general de regalías, uno de los argumentos que se utilizó fue el de que en los territorios que más se beneficiaban con el viejo sistema, los productores de minerales, despilfarraban los recursos y se habían convertido en fuente de corrupción. Luego se expidió la Ley 1530 de 2012 para desarrollar la reforma constitucional y darle forma al nuevo sistema, en la cual se introdujeron, supuestamente, mecanismos correctivos para evitar que se continuara manejando estos fondos al amaño y conveniencia de los politiqueros tradicionales.

La opinión pública se entusiasmó. Se pensó que había nacido una solución al problema de la insuficiencia de fuentes de financiación y que con ello todo el país tendría mecanismos para fomentar el desarrollo territorial. Se crearon los órganos colegiados para aprobar proyectos y se introdujo el filtro del DNP para, supuestamente,  asegurar la objetividad, la racionalidad, la técnica y el cumplimiento de la ley en la asignación de los recursos. La ESAP realizó durante 2012 muchos eventos de capacitación tratando de conformar un conjunto numeroso de ciudadanos en capacidad de estructurar proyectos técnicamente en concordancia con el espíritu de la reforma.

Pero, a pesar de la ley y los mecanismos para asegurar el debido uso de estos fondos públicos, la habilidad y la astucia de los politiqueros es superior a cualquier intento por introducir la ética pública y manejar los recursos con criterios objetivos y técnicos. El resultado es que los proyectos del sistema de regalías primero pasan por la voluntad de los gobernadores y después por las demás instancias del trámite. Primero el gobernador correspondiente compromete una partida para un determinado proyecto y luego sí, hay que darle machete y manipular la metodología para armar el documento del proyecto en los términos del compromiso ya hecho por el gobernante, que, lógicamente, no corresponde a una estrategia de desarrollo sino a un interés personal y político del funcionario. El filtro del DNP también se desvió por cuanto ese organismo, que es un enemigo de la descentralización, utilizó su competencia más para priorizar las políticas nacionales que los intereses regionales.

Todos esos eventos que realizó la ESAP sobre desarrollo endógeno, desarrollo territorial, marco lógico, MGA, técnicas de estructuración y formulación de proyectos, con la finalidad de conformar un conjunto de ciudadanos preparados para aplicar principalmente el Artículo 23 de la Ley 1530, se fueron al tarro de basura. Se perdieron. En el trámite de proyectos lo que prima es el compromiso de los gobernadores y los demás aspectos técnicos de la formulación de proyectos, valen huevo; desconociendo que el monto de la inversión en un proyecto depende de sus objetivos y de la ingeniería del mismo y no de los compromisos del político. Ahora ya entendemos claramente cuando Echeverry el Ministro de Hacienda de ese entonces, dijo que la reforma al sistema general de regalías significaba que con ello en toda la galleta se iba a extender la mermelada de las regalías.

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