martes, 30 de diciembre de 2014

CRÓNICA ANUNCIADA DE SAMBINGO Y MAZAMORRAS

Durante las administraciones de Duque, Maya y Dorado, la corporación autónoma CRC, al detectar que en la zona andina del departamento se estaban talando cerca de doce millones de árboles al año para uso en leña principalmente y también para ampliar la frontera agropecuaria incluyendo los cultivos de uso ilícito, diseñó y puso en marcha una estrategia tendiente a neutralizar los impactos socioeconómicos de esta presión antrópica. La estrategia de largo plazo incluía tres programas tácticos, dos de ellos en infraestructura y uno en superestructura, a través de los cuales se lograrían las metas para aproximar el objetivo. La meta era que en 2005, o sea con un horizonte de doce años, se estaría sembrando aproximadamente 12 millones de palos para, al menos, reponer la cantidad anual talada.

Una primera acción táctica era la de instalar la capacidad de producción del material de siembra, que en esa época sólo alcanzaba las 600 mil plántulas al año, o sea un déficit de 11.4 millones de plántulas; la segunda era de la de adoptar los paquetes tecnológicos adecuados para la intervención agropecuaria y de silvicultura y la tercera la organización e intervención integral y holística de las comunidades con el acompañamiento de los organismos del Estado, para realizar los proyectos inherentes al propósito. El primer programa era el de crear al menos 200 viveros veredales y municipales, el segundo era el de crear seis centros de validación y difusión tecnológica y el tercero el de organizar el manejo de microcuencas con una meta para el 2005 de cincuenta.

Apenas se habían instalado algo así como una docena de viveros, se había construido dos centros de tecnología (La Fonda Patía y cabecera de Bolívar) y se habían intervenido una decena de microcuencas, entre ellas la del río Mazamorras, cuando la CRC cayó en manos del nefasto politiquero Larry Olmedo Guerrero, quien, de un tajo,  cercenó la estrategia técnicamente implementada y colocó la corporación al más vulgar servicio politiquero de su protector Chaux.

De no haber ocurrido esta tragedia institucional en la CRC por allá en 1994, probablemente desde el 2005 se estaría reponiendo la cobertura arrasada y hoy el objetivo de conservación de los ecosistemas en el cordón magistral de la cordillera se estaría acercando y seguramente, no hubiera ocurrido todavía la tragedia ambiental de este mes, e igualmente, no se estaría dejando a Cali sin agua cada que llueve en la parte alta del río Palo. Tardó veinte años la naturaleza en pasar la cuenta de cobro, con la ocurrencia de un fenómeno que ya desde tiempo atrás se sabía que iba a suceder, por lo cual se debe tomar como una lección para aprender de modo que no vuelva a ocurrir otro fenómeno como este de la crónica anunciada de Sambingo y Mazamorras. 

miércoles, 24 de diciembre de 2014

RETO PARA LOS FUTUROS ALCALDES

Es verdad que la imagen del Alcalde de Popayán ante la opinión pública no es la mejor. En parte porque algunos funcionarios con responsabilidades específicas, no han estado a la altura de las circunstancias, como es el caso de la movilidad, donde impera la antigerencia pública, según se deduce del episodio de los “cronogramas teóricos”.

Pero nadie es totalmente malo ni nadie es totalmente bueno. El gobierno municipal ha tenido realizaciones que bien vale reconocer si se mira su labor con criterios de justicia, como ha ocurrido con los trabajos previos a la formulación del futuro POT, en que la administración ha adelantado estudios que arrojan insumos importantes para el ordenamiento territorial y que al haberlos realizado, elevan la probabilidad de pertinencia y objetividad cuando se formule el plan de ordenamiento.

Destacamos entre otros, el estudio de la Estructura Ecológica Principal del municipio, que constituye un ejercicio de planificación ambiental sin precedentes y que muestra trayectorias futuras hacia donde se debe orientar la acción institucional para mejorar la relación entre naturaleza y humanidad. El trabajo encomendado a la firma del Ingeniero Oscar Calvache Rojas, como cosa curiosa a una empresa local, muestra elementos relevantes que se deben considerar en la gestión ambiental del futuro y destaca la importancia de crear un doliente del asunto mediante una estructura administrativa pública con aportes totalmente oficiales o mixta, que asuma el compromiso de aplicar las directrices definidas en dicha estructura.

Sin duda, es trascendental la propuesta de disminuir el cuantioso déficit de espacio público efectivo que hoy tiene Popayán, mediante la construcción de un parque de finalidad múltiple para el servicio de toda la comunidad, el cual debe manejarse sin mezquindad para cubrir las inversiones necesarias que hoy, por fortuna, tienen diversas fuentes de financiamiento. Los beneficios del proyectos calculados con precios hedónicos, con costos sustituidos o con valoración contingente, siempre serán muy superiores a cualquier monto de la inversión.

Son como dieciocho las áreas estructurales propuestas que incluyen previsiones futuras como la represa de Julumito, y realidades presentes como la franja suroriental anexa al perímetro urbano o los relictos boscosos de la zona de Molanga. Todos identificados con constructiva y técnica participación de los actores sociales donde las comunidades residentes fueron decisivas, que más que un acierto del gobierno Fuentes, en materia de la gestión ambiental futura, constituyen un reto para los futuros alcaldes.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

LA DIVISIÓN DEL CAPITAL

El director del diario El Tiempo en una entrevista para la Revista Semana, con relación a la negativa de los ricos a pagar impuestos y, tal vez actuando como altavoz de los propietarios del periódico, dijo que “El problema es que los ricos que están pagando impuestos consideran que les cobran demasiado, y sienten que hay demasiados ricos que no pagan nada y que frente a ellos se hace muy poco”, lo cual nos recuerda un artículo publicado en el diario El Liberal el 03 de mayo de 2007 con el título “La nueva lucha de clases”, en el cual se anuncia que algún día reventará la inconformidad de los empresarios por los privilegios de los rentistas.

Cuando la historia dice que cambió el Capitalismo Empresarial y se consolidó el Capitalismo Rentista, no se refiere a que antes no había rentistas ni a que hoy no existan empresarios, sino a qué cambiaron los privilegios del Estado que antes se los ofrecía a los industriales y hoy se los otorga a quienes manejan su capital a través de los fondos y la banca de inversión. Ya comenzó a explotar la confrontación que directamente no exponen los capitalistas empresarios, sino que por ahora buscan agentes, como señaló el presidente Santos cuando dijo que los ricos “ponen a los columnistas a vociferar”, pero que con seguridad, los mismos empresarios se encargarán de expresar directamente más adelante y entonces se cumplirá el planteamiento expuesto en el diario payanés hace ya siete años.

La frase de Roberto Pombo, tal vez haciéndole mandados a su patrón, es cierta. En toda la economía mundial que gira dentro de la órbita de la Reserva Federal de Estados Unidos, se observa lo mismo. Cada día se engorda más el capitalismo rentista y se adelgaza el empresarial con el consecuencial efecto en el aparato productivo y el consabido desempleo que esto trae, siendo uno de los factores que propicia este fenómeno la exención tributaria que los gobiernos conceden a los especuladores del dinero, mientras que la inversión de riesgo que genera empleo, afronta no solo la carga tributaria, sino también el peso del bulto que sus colegas capitalistas les montaron bajo el concepto de responsabilidad social empresarial, para aliviar en algo el vacío en gasto social que el Estado Neoliberal deja por priorizar en sus egresos el servicio de la deuda, que principalmente se dedica a cumplir las obligaciones con los rentistas.

Esto apenas es el comienzo. Los empresarios se enfrentaron al gobierno pero según las palabras de Pombo, ellos saben qué hay detrás y que está en sus propios colegas, de modo que hacia el futuro seguramente se verán nuevos episodios que agudizarán la confrontación y entonces se desnudará al interior de los grupos de poder que en la realidad económica mundial sí existe de verdad la división del capital.

martes, 9 de diciembre de 2014

LA IZQUIERDA DEL SIGLO XXI

Todos los intentos de la izquierda colombiana del siglo pasado fracasaron. Desde los más extremos como los de Pedro Arboleda, Pedro Marín, Fabio Vásquez o Jaime Bateman, hasta los más moderados como los del Movimiento Firmes, pasando por los del Bloque Socialista, Ligas Socialistas, JUCO, JUPA, MOIR o PC, no sólo no llegaron en medio siglo a la toma del poder de Estado, como reza la teoría clásica del Materialismo Histórico, sino que permitieron que ahora la extrema derecha neonazi sacara ocho millones de votos, en una clara demostración de su ineficacia.

Por supuesto y como ocurre en casi todos los fenómenos sociológicos, el caso no es monocausal. Son varios los factores que determinaron dicho fracaso, entre los cuales podemos identificar la actitud de los dirigentes, también llamados líderes. Tal vez los rasgos de personalidad o carácter o algo similar, contribuyeron de manera decisiva en los pobres resultados del proceso. Conductas inapropiadas y casos de dogmatismo en lugar de pragmatismo, fueron el común denominador. Proliferaron los ataques entre los mismos grupos de izquierda, distorsionando la realidad sobre el verdadero rival; todos se creían poseedores de la verdad revelada y ajustaban sus análisis más a la rigidez conceptual que a la interpretación de la realidad histórica nacional. No tuvieron capacidad para abstraer de la cultura o idiosincrasia propia las claves del éxito y le dieron mucho peso a los modelos extranjeros; múltiples errores más aparecen en el balance que se hace en el presente siglo, sobre lo que fue la segunda mitad del pasado. Hoy quedan algunos reductos de esos movimientos, hasta con los mismos dirigentes pero ya desgastados y a punto de jubilarse.

En estos días comenzó a circular por las redes virtuales (en sociología las redes sociales son otra cosa) una propuesta sobre la nueva izquierda colombiana, que pretende adaptarse a la realidad actual y asimilar la experiencia del fracaso anterior. No se conoce todavía los detalles del proyecto pero se espera que respondan a la fase histórica actual, cuando ya es otro el sistema económico; pues ahora no rige el Capitalismo Empresarial con políticas para favorecer a los industriales, sino el Capitalismo Rentista con favorecimientos a los fondos y banca de inversión; ya no se cuenta con el Estado Interventor-Benefactor sino con el Estado Social de Derecho; ya no es un modelo de economía cerrada sino el imperio de la globalización. Hoy ya no tiene vigencia histórica la propuesta de la economía planificada que se derrumbó hace un cuarto de siglo, sino que todos los procesos políticos deben plantearse sobre la existencia del mercado como mecanismo de funcionamiento del sistema, es decir, una realidad que obliga a una interpretación histórica consecuente si es que quienes impulsan la propuesta quieren mostrar diferencias en la izquierda del siglo XXI.

martes, 2 de diciembre de 2014

LOS RICOS TAMBIÉN LLORAN

En la teoría clásica, la política fiscal en general y particularmente la estructura impositiva son un instrumento para direccionar las estrategias de desarrollo. No son fin sino medios para buscar objetivos superiores. Por eso es necesario que primero se definan los objetivos de cambio para mejorar las condiciones de vida de la sociedad, para luego sí, definir un esquema impositivo acorde con dichos requerimientos. Pero en Colombia hoy esto no se aplica. La última reforma tributaria tiene como objetivo tapar un faltante de 12 y pico de billones que quedan pendientes en el presupuesto de gastos y este presupuesto obedece a todo, menos a las estrategias de cambiar las condiciones de vida de la sociedad nacional.

El Ministro de Hacienda dijo en estos días a través de una emisora de radio, que en Colombia, entre los 47 millones de habitantes, sólo hay 670 ricos, que con su familia no pasan de tres mil, y sólo 50 mil, que con su familia no pasad de 200 mil, viven dignamente sin ser ricos, lo que muestra el alto grado de concentración del ingreso, razón por lo cual se considera el segundo país en América con alto grado de inequidad. Pero lo más grave, además de la concentración, es que a los ricos nacionales no les gusta pagar impuestos, aunque el Estado es manejado por ellos y a la vez está a su servicio, no quieren aportar para el sostenimiento del organismo.

El gobierno había creado el concepto de impuesto a la riqueza para gravar los más altos capitales; pero los ricos pusieron el grito en el cielo con el falaz y repetido argumento que eso espanta la inversión y agudiza el desempleo, siendo que la historia muestra que cuando las condiciones de mercado son buenas y los negocios rentables, los ingresos dan para todo. Lo que motiva la inversión y fomenta el empleo no es la exención de impuestos sino las oportunidades de mercado que propician altos márgenes de rentabilidad. Los capitalistas siempre han considerado que ellos le hacen un favor al país y que por eso se les debe consentir. Sin embargo, de nada vale el capital sin poder hacer negocios y de nada sirven los negocios si no se consigue trabajadores.

Lo que verdaderamente necesita el país es una reforma tributaria estructural, que reconozca la heterogeneidad territorial y el aporte de cada actividad económica a las estrategias de desarrollo para tener un sistema impositivo diverso, pertinente y consecuente con las condiciones económicas. Esas tasas uniformes aplicables a las cuantías ya sea de ingreso, patrimonio o valor agregado, pueden ser muy fáciles de recaudar, pero muy difíciles para contribuir con racionalidad a los procesos de desarrollo económico. No es lo mismo, por ejemplo, aplicar la misma tasa al mismo objeto en Bogotá que en Popayán, como tampoco es lo mismo aplicar una tasa uniforme a un capital invertido en el sector primario que la misma aplicada en el sector parásito de la economía como son los bancos. El Ministro dijo que sólo hasta el 2018 se tratará el tema de la reforma estructural lo cual implica que hasta esa fecha debemos seguir presenciando el ridículo espectáculo de que los ricos también lloran.