El director del diario
El Tiempo en una entrevista para la Revista Semana, con relación a la negativa
de los ricos a pagar impuestos y, tal vez actuando como altavoz de los
propietarios del periódico, dijo que “El problema es que los ricos que están
pagando impuestos consideran que les cobran demasiado, y sienten que hay
demasiados ricos que no pagan nada y que frente a ellos se hace muy poco”, lo
cual nos recuerda un artículo publicado en el diario El Liberal el 03 de mayo
de 2007 con el título “La nueva lucha de clases”, en el cual se anuncia que
algún día reventará la inconformidad de los empresarios por los privilegios de
los rentistas.
Cuando la historia
dice que cambió el Capitalismo Empresarial y se consolidó el Capitalismo Rentista,
no se refiere a que antes no había rentistas ni a que hoy no existan
empresarios, sino a qué cambiaron los privilegios del Estado que antes se los
ofrecía a los industriales y hoy se los otorga a quienes manejan su capital a
través de los fondos y la banca de inversión. Ya comenzó a explotar la
confrontación que directamente no exponen los capitalistas empresarios, sino
que por ahora buscan agentes, como señaló el presidente Santos cuando dijo que
los ricos “ponen a los columnistas a vociferar”, pero que con seguridad, los
mismos empresarios se encargarán de expresar directamente más adelante y
entonces se cumplirá el planteamiento expuesto en el diario payanés hace ya
siete años.
La frase de Roberto
Pombo, tal vez haciéndole mandados a su patrón, es cierta. En toda la economía
mundial que gira dentro de la órbita de la Reserva Federal de Estados Unidos,
se observa lo mismo. Cada día se engorda más el capitalismo rentista y se
adelgaza el empresarial con el consecuencial efecto en el aparato productivo y
el consabido desempleo que esto trae, siendo uno de los factores que propicia
este fenómeno la exención tributaria que los gobiernos conceden a los
especuladores del dinero, mientras que la inversión de riesgo que genera empleo,
afronta no solo la carga tributaria, sino también el peso del bulto que sus
colegas capitalistas les montaron bajo el concepto de responsabilidad social
empresarial, para aliviar en algo el vacío en gasto social que el Estado
Neoliberal deja por priorizar en sus egresos el servicio de la deuda, que
principalmente se dedica a cumplir las obligaciones con los rentistas.
Esto
apenas es el comienzo. Los empresarios se enfrentaron al gobierno pero según
las palabras de Pombo, ellos saben qué hay detrás y que está en sus propios colegas,
de modo que hacia el futuro seguramente se verán nuevos episodios que
agudizarán la confrontación y entonces se desnudará al interior de los grupos
de poder que en la realidad económica mundial sí existe de verdad la división
del capital.
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