miércoles, 17 de diciembre de 2014

LA DIVISIÓN DEL CAPITAL

El director del diario El Tiempo en una entrevista para la Revista Semana, con relación a la negativa de los ricos a pagar impuestos y, tal vez actuando como altavoz de los propietarios del periódico, dijo que “El problema es que los ricos que están pagando impuestos consideran que les cobran demasiado, y sienten que hay demasiados ricos que no pagan nada y que frente a ellos se hace muy poco”, lo cual nos recuerda un artículo publicado en el diario El Liberal el 03 de mayo de 2007 con el título “La nueva lucha de clases”, en el cual se anuncia que algún día reventará la inconformidad de los empresarios por los privilegios de los rentistas.

Cuando la historia dice que cambió el Capitalismo Empresarial y se consolidó el Capitalismo Rentista, no se refiere a que antes no había rentistas ni a que hoy no existan empresarios, sino a qué cambiaron los privilegios del Estado que antes se los ofrecía a los industriales y hoy se los otorga a quienes manejan su capital a través de los fondos y la banca de inversión. Ya comenzó a explotar la confrontación que directamente no exponen los capitalistas empresarios, sino que por ahora buscan agentes, como señaló el presidente Santos cuando dijo que los ricos “ponen a los columnistas a vociferar”, pero que con seguridad, los mismos empresarios se encargarán de expresar directamente más adelante y entonces se cumplirá el planteamiento expuesto en el diario payanés hace ya siete años.

La frase de Roberto Pombo, tal vez haciéndole mandados a su patrón, es cierta. En toda la economía mundial que gira dentro de la órbita de la Reserva Federal de Estados Unidos, se observa lo mismo. Cada día se engorda más el capitalismo rentista y se adelgaza el empresarial con el consecuencial efecto en el aparato productivo y el consabido desempleo que esto trae, siendo uno de los factores que propicia este fenómeno la exención tributaria que los gobiernos conceden a los especuladores del dinero, mientras que la inversión de riesgo que genera empleo, afronta no solo la carga tributaria, sino también el peso del bulto que sus colegas capitalistas les montaron bajo el concepto de responsabilidad social empresarial, para aliviar en algo el vacío en gasto social que el Estado Neoliberal deja por priorizar en sus egresos el servicio de la deuda, que principalmente se dedica a cumplir las obligaciones con los rentistas.

Esto apenas es el comienzo. Los empresarios se enfrentaron al gobierno pero según las palabras de Pombo, ellos saben qué hay detrás y que está en sus propios colegas, de modo que hacia el futuro seguramente se verán nuevos episodios que agudizarán la confrontación y entonces se desnudará al interior de los grupos de poder que en la realidad económica mundial sí existe de verdad la división del capital.

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