Es verdad que la
imagen del Alcalde de Popayán ante la opinión pública no es la mejor. En parte
porque algunos funcionarios con responsabilidades específicas, no han estado a
la altura de las circunstancias, como es el caso de la movilidad, donde impera
la antigerencia pública, según se deduce del episodio de los “cronogramas
teóricos”.
Pero nadie es
totalmente malo ni nadie es totalmente bueno. El gobierno municipal ha tenido
realizaciones que bien vale reconocer si se mira su labor con criterios de
justicia, como ha ocurrido con los trabajos previos a la formulación del futuro
POT, en que la administración ha adelantado estudios que arrojan insumos
importantes para el ordenamiento territorial y que al haberlos realizado,
elevan la probabilidad de pertinencia y objetividad cuando se formule el plan
de ordenamiento.
Destacamos entre
otros, el estudio de la Estructura Ecológica Principal del municipio, que
constituye un ejercicio de planificación ambiental sin precedentes y que
muestra trayectorias futuras hacia donde se debe orientar la acción
institucional para mejorar la relación entre naturaleza y humanidad. El trabajo
encomendado a la firma del Ingeniero Oscar Calvache Rojas, como cosa curiosa a
una empresa local, muestra elementos relevantes que se deben considerar en la
gestión ambiental del futuro y destaca la importancia de crear un doliente del
asunto mediante una estructura administrativa pública con aportes totalmente
oficiales o mixta, que asuma el compromiso de aplicar las directrices definidas
en dicha estructura.
Sin duda, es
trascendental la propuesta de disminuir el cuantioso déficit de espacio público
efectivo que hoy tiene Popayán, mediante la construcción de un parque de
finalidad múltiple para el servicio de toda la comunidad, el cual debe
manejarse sin mezquindad para cubrir las inversiones necesarias que hoy, por
fortuna, tienen diversas fuentes de financiamiento. Los beneficios del
proyectos calculados con precios hedónicos, con costos sustituidos o con
valoración contingente, siempre serán muy superiores a cualquier monto de la
inversión.
Son como dieciocho las áreas estructurales propuestas
que incluyen previsiones futuras como la represa de Julumito, y realidades
presentes como la franja suroriental anexa al perímetro urbano o los relictos
boscosos de la zona de Molanga. Todos identificados con constructiva y técnica
participación de los actores sociales donde las comunidades residentes fueron
decisivas, que más que un acierto del gobierno Fuentes, en materia de la
gestión ambiental futura, constituyen un reto para los futuros alcaldes.
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