Por motivo del nuevo
edificio que construirá la Universidad del Cauca nuevamente se ha presentado un
cruce de opiniones acerca de las características arquitectónicas del futuro
inmueble, algunas a favor y otras en contra de las especificidades del diseño,
presentando argumentos unos y otros basados en las apreciaciones sobre el
sector histórico de la ciudad, debate que suele presentarse cada cierto tiempo
en el que se confrontan posturas de modernismo con las de tradición.
En los años setenta
del siglo pasado, época en que tomó relevancia el tema, se destacó los valores
de conservación de construcciones con varios siglos de antigüedad que guardaban
rasgos de origen español y materiales de la época, factores que justificaban su
tratamiento especial. Pero luego vino el terremoto de 1983 que afectó
notoriamente los inmuebles, algunos con destrucción total, lo cual obligó a la
reconstrucción de los mismos estrangulando así el argumento que justificaba la
conservación. Hoy la autenticidad histórica está perdida porque en su mayoría
la antigüedad no va más allá de treinta años; pero el significado social, ya
con otros argumentos, también le otorgan peso al análisis sobre las actuaciones
urbanísticas dentro de este sector de la ciudad.
No es consecuente
realizar el análisis escueto y mecánico de la aplicación de las normas
establecidas en la reglamentación del POT, aisladas de un contexto que también
tiene soporte jurídico en la Ley 388 de 1997. La función pública no se aplica
de manera fría y exegética sin considerar los fundamentos de la ética pública y
demás normas que constituyen la sombra del árbol que cubre todo el conjunto del
complejo público. Los artículos 2, 3 y 5 de dicha ley son claros en obligar a
considerar los aspectos culturales en las actuaciones de la administración
territorial que también señala el artículo 36 de la misma ley.
Si bien el valor del
sector histórico de Popayán hoy no se basa en la antigüedad de las
edificaciones, no se debe desconocer su significado en la psiquis de la
población y su papel en el seno del complejo social donde juega un rol de
identidad y pertenencia muy grande, además de las contribuciones como albergue
de importantes actividades públicas de cobertura internacional. El sector es
punto de encuentro de las comunidades y benefactor de las mismas con elementos
de paisaje urbano y ambiente construido que mucho aportan a la condición emocional
de los habitantes y al sostenimiento de la idiosincrasia o cultura local, por
lo cual encierra una simbología espiritual que entra obligatoriamente, a hacer
parte de los elementos de juicio en la toma de decisiones sobre licencias
urbanísticas; de modo que la administración pública del urbanismo no puede
limitarse al subjetivismo del funcionario de turno, corriendo el riesgo de
atropellar con razón o sin ella, la conciencia colectiva y los valores
intrínsecos que esta porción de territorio ha logrado introducir en el concepto
de calidad de vida de la población, que hoy le ha construido una especial
connotación al sector histórico de Popayán.
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