La semana pasada se
reunieron en Brasilia los presidentes de Brasil, Rusia, India, China y
Sudáfrica y realizaron un evento trascendental para la historia económica
reciente, que sin duda, va a traer consecuencias de gran impacto en la
geopolítica mundial. Crearon un fondo con recursos para financiar proyectos de
desarrollo y otro para dar la mano a los países cuando estos tengan
dificultades en sus reservas internacionales para cubrir sus obligaciones en
divisas. Hasta ahí todo está bien.
Pero con las
funciones fijadas a los dos entes, entran a competir con el Banco Mundial (BM)
y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que brindan estos mismos servicios a
los países necesitados, pero a cambio de sometimientos e imposiciones que afectan
la soberanía nacional y perjudican notoriamente a su población; pues el objeto
de estos dos organismos multilaterales es el de amparar los intereses del
capitalismo financiero internacional, los que no coinciden con las necesidades
de los pueblos de los países necesitados.
La pregunta es si
las ocho familias que desde la Reserva Federal de USA dominan el componente
monetario de la economía mundial, se van a quedar con los brazos cruzados ante
semejante desafío. Investigaciones periodísticas publicadas en libros y
escritos ámpliamente conocidos, indican que esta elite del poder mundial que
controla el BM y el FMI, toman represalias contra quienes afectan su magno
negocio, recurriendo, si es el caso, a cualquier mecanismo por perverso que
sea. Dicen los investigadores que asesinaron al presidente Kennedy porque trató
de quitarles el monopolio de imprimir los dólares oficiales y que tumbaron,
ellos mismos, las torres gemelas en Nueva York para justificar la invasión a
los países extranjeros que no se someten a sus designios, en ejecución de la
política internacional de construcción del Nuevo Orden Mundial, que tiene como
uno de los instrumentos del orden, la unidad global del sistema monetario donde
todos los países deben manejar sus reservas internacionales en los bancos y
entidades financieras controladas por la FED, es decir por las ocho familias
propietarias.
Así las cosas, lo que se viene seguramente será grave
en materia de la paz mundial. Da la sensación de que nuevamente se está
polarizando el mundo y que volveremos a la guerra fría de hace medio siglo
cuando se enfrentaban capitalismo y comunismo, ahora confrontando al
capitalismo con el terrorismo, que es el fantasma que sustituyó al comunismo
como argumento para justificar las acciones de la geoestrategia en la política
exterior norteamericana, por lo cual no se sabe hasta donde podrán llegar los
efectos del BRICS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario