miércoles, 9 de julio de 2014

LA GLOBALIZACION DEL FUTBOL

La historia del fútbol colombiano comienza una nueva era, la cual se produce justamente, cuando el mundo avanza en la globalización económica y cultural por lo cual se permite utilizar términos como competitividad, apertura de mercados, exportación de talentos, inserción del país en el mercado global y otros conceptos asociados al lenguaje que hoy es común en la opinión pública. Hacia adelante, Colombia debe estar presente en todos los mundiales; y en el mercado europeo de futbolistas, como se desea también en el mercado de bienes y servicios, debe haber alta presencia de los “productos” colombianos.

Después de lo ocurrido a raíz del evento en Brasil, no se puede negar la importancia de este deporte para la sociedad colombiana y lo que puede generar la participación nacional en las competencias internacionales. Siendo así, el Estado debe adoptar una política seria y consecuente para el deporte en general y el fútbol en particular, que vaya más allá de los simples servicios para el entretenimiento de la población. El fútbol tiene la característica de los bienes públicos y la selección propicia un fenómeno sociológico que merece la debida atención del gobierno. Un futuro promisorio con beneficios económicos y sociales de gran alcance, no puede dejarse en manos de los clubes que participan en la liga nacional; pues el fútbol profesional está en manos de los mercaderes de derechos deportivos que sólo buscan llenarse sus bolsillos con las comisiones y sin importarles el interés general, han reducido este deporte a un negocio de lucro individual.

Coldeportes debe incentivar, estimular y financiar masivamente las escuelas de formación deportiva, para que estas se conviertan en los principales proveedores de jugadores de las ligas europeas. El país debe ganar credibilidad y competitividad para no seguir con el esquema comercial de hoy en que primero el joven talento va a Argentina para luego llegar a los clubes europeos. Pero tampoco debe ser desde los clubes del rentado nacional desde donde se remitan los talentos nacionales. Algún mecanismo institucional debe existir para lograr el sano propósito y con beneficio social, el cual debe estar contemplado en la política pública que se adopte.

Sin que el país se lo hubiera propuesto, surge una oportunidad en el DOFA nacional que el país debe aprovechar, por lo cual tanto el gobierno nacional como los gobiernos territoriales, tienen gran responsabilidad, para ver si este deporte que se está torciendo, se endereza y se puede volver a los estadios sin el temor de que las barras bravas mal educadas cometan toda clase de vandalismos y más bien, que la práctica deportiva en su conjunto, se oriente con base en los cánones que exige la globalización del fútbol.

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