miércoles, 26 de febrero de 2014

UTILIDADES DE LA COMPAÑÍA DE ENERGÍA

A propósito de la nota escrita por Santiago Zambrano en este diario, en la invoca al Procurador para asuntos de servicios públicos domiciliarios en Popayán, bien vale hacer público un caso de la Compañía Energética de Occidente que según la columna de Zambrano, tuvo utilidades cuantiosas en este departamento, columna en la que también resalta que  “la población que ha sido más atropellada, vejada, utilizada y esquilmada ha sido la del Cauca”. Es un caso, de los que deben haber por miles en este departamento, dónde  una víctima de la compañía de energía hizo su contribución a las utilidades de la empresa.

Una señora mayor de setenta años, viuda y sin hijos, para más detalles, tiene un pequeño apartamento arrendado a través de una agencia inmobiliaria, ubicado precisamente cerca de la oficina de la empresa. Ella sólo va cada mes a la inmobiliaria a recibir su renta y nunca se asoma por el inmueble. Algún bandido tomó de manera ilegal la corriente eléctrica de la red externa, justamente frente al apartamento de marras. Durante algún tiempo utilizó esa energía fraudulenta en un lugar diferente al apartamento de la señora. Es decir el contrabando de energía no se consumió en el predio afectado.

Un día cualquiera, la empresa de energía le adelantó un proceso a la propietaria del predio cobrándole dizque la energía no pagada y consumida. No valió presentar documentos probatorios para mostrar, primero, que la toma de la corriente era en una vía pública donde cualquier persona tiene acceso y segundo, que dicha energía ilegal no se había consumido dentro del apartamento. Ningún recurso sirvió. Todavía le están cobrando a la señora una suma cercana a los dos millones de pesos; o sea aplicándole un castigo por una falta que ella no cometió, sin pruebas contundentes sobre la supuesta falta, pero eso sí, amparando el procedimiento en normas que le dan facultades a los inescrupulosos capitalistas que han tomado lo público como medio para llenar sus bolsillos y justificar los atropellos contra la ciudadanía, en otro caso más de lo que viene ocurriendo en Colombia desde cuando se está privatizando lo público.

Y lo peor es lo que dice Zambrano: que tenemos “una Superintendencia de Servicios Públicos tradicionalmente corrupta”, lo cual deja sin medios de protección a las víctimas de la privatización de lo público, que no tienen dónde acudir; porque ese organismo se dedica más a legitimar las acciones de los prestadores del servicio, que a defender los derechos de los usuarios, que hoy les llaman clientes como si se tratara de un bien privado que llevan al mercado, esos clientes que constituyen la fuente de las utilidades de la compañía de energía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario