El
25 de enero de 2007 se publicó en el diario El Liberal una columna titulada “El
socialismo de Chaves”, en la cual el columnista proponía esperar el tiempo para
ver eso en qué consistía, porque en el discurso de posesión del presidente de
aquella época, no quedaba claro en qué estaba pensando el gobernante.
Hoy
siete años después, vemos que los aspectos planteados en ese artículo, que
dejaban temores al autor, están resultando por el lado desfavorable. No hizo
referencia el artículo a los riesgos de saboteo propiciados por las fuerzas
internacionales del poder capitalista; pero resaltó la confusión ideológica
para sustentar el modelo. Dijo el autor que si se trataba del socialismo
tradicional, es decir con implantación de un sistema económico planificado, la
economía venezolana estaba condenada a fracasar, según las deducciones que se
sacan de las experiencias históricas donde ese ejercicio se ha realizado.
Hoy,
una vez más se comprueba que la solución de las necesidades humanas, la
atención de los problemas sociales y la erradicación de la desigualdad y la
inequidad, no se logran con ensayos de tipo socialista, es decir con
nacionalización de los medios de producción y planificación de la economía. No
sólo por las operaciones encubiertas de desestabilización que las agencias de
poder capitalista internacional realizan y que hacen sucumbir el intento; sino y
con más razón, porque está demostrado que es el mercado y la competencia
empresarial con carácter gerencial, lo que produce la innovación, el desarrollo
tecnológico y el crecimiento económico. La historia nos muestra que lo necesario
no es cambiar el sistema económico, sino, y como lo demostró recientemente el
estudio de Oxfam, es a través de la política fiscal conjuntamente con el cambio
en el Estilo de Desarrollo, como se logran los objetivos de alcance social y
humano, para lo cual se requiere los ajustes en el tipo de Estado que permitan
aplicar las políticas adecuadas y un régimen político que facilite la
democracia participativa en el verdadero sentido de la palabra.
Ahora Venezuela está metida en la debacle por la
magnitud del problema y bases importantes de organización social que se habían
construido y pudieron haber sido útiles para el desarrollo de un modelo
económico de gran alcance social están en riesgo. No se sabe cómo hará Maduro
para darle salida al conflicto, pero sin duda significará un retroceso en el
empeño inicial de Chaves; pues tendrá que aplicar medidas correctivas del rumbo
desviado y equivocado que traía, para enrutar nuevamente el país hacia fines de
alcance social pero que necesariamente no podrá ser similar al que habían
trazado inicialmente cuando su promotor hablaba con ahínco sobre el socialismo
de Venezuela.
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