domingo, 24 de marzo de 2013

LE TOCO EL TURNO A CHIPRE


Desde la última década del siglo pasado, los especuladores internacionales del dinero y los capitalistas especuladores de todos los pelambres, andan rodando por el mundo buscando dónde pueden realizar operaciones clandestinas, dónde ganan más dinero y dónde les exoneran de impuestos, sin importarles ni el tamaño del país donde llegan ni el lugar dónde se encuentra. Les importa los paraísos fiscales, o sea lugares dónde los gobiernos locales, a cambio de ganarse cualquier centavo, se hacen los de la vista gorda y toleran todo tipo de maniobras financieras, incluidas las de lavar activos financiados con dineros de dudosa procedencia.

Pero como el modelo de globalización se inspira en la filosofía de “matar la gallina de los huevos de oro”, por el lugar que pasa el ciclón de especulación financiera va quedando una estela de derrumbes y catástrofes económicas que luego los gobiernos locales deben afrontar, casi siempre sacrificando su propio pueblo. Ya conocimos el caso de Grecia y ahora está sobre la mesa la situación de Chipre.

La prensa internacional informa que ese país requiere 10 mil millones de euros para salvar de la quiebra el sector financiero. Como siempre, el Fondo Monetario Internacional se ofrece a tenderle la mano pero como es su regla, a cambio de que el beneficiario de su intervención, o mejor, su víctima, aplique estrictas y radicales medidas, que ellos llaman de ajuste, para ahorcar al pueblo y sacarle del bolsillo los recursos para compensar su supuesta ayuda. A Chipre le han solicitado que los contribuyentes paguen cuotas para compensar las pérdidas de los bancos. Algo así como cuando el gobierno colombiano creó el dos por mil, hace ya como quince años, para salvar a los bancos de este país que estaban a punto de quebrar por la insolvencia de su cartera morosa y la iliquidez.

Hasta ahí no sorprende a nadie porque esa es figura común en la historia económica mundial contemporánea. Como dicen los periodistas, hasta ahí no es noticia. Lo extraordinario es que, a diferencia de la élite de poder colombiana que es antinacionalista y entreguista, el Congreso de ese país se opone a aplicar las recomendaciones obligatorias del FMI para salvar los bancos. No sabemos que seguirá: si el FMI cede, lo que no se ve posible porque va en contra de su propia misión que consiste en salvar el capitalismo rentista, o si el parlamento chipriota cede y en ese caso que se aliste ese país para las manifestaciones de protesta; o si surge una tercera alternativa que permita solucionar la crisis ocurrida ahora que le tocó el turno a Chipre.

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