domingo, 17 de marzo de 2013

LA MODA DE LA PROTESTA


Parece que en la pasarela colombiana de la moda este año van a desfilar múltiples marchas de protesta, según lo reporta la prensa nacional, cuando informa sobre los diversos procesos que se están cocinando en muchos lugares de la geografía del país y en varias de las ramas de la actividad económica, principalmente de las que hacen parte del aparato productivo. El caso de los cafeteros de las semanas anteriores fue solo el inicio. Porque, según los informes periodísticos, están haciendo fila muchos otros casos mediante los cuales los afectados vienen preparando marchas, manifestaciones y seguramente bloqueo de vías, debido a que están cansados de presentar solicitudes a los delfines que hoy administran el  Estado, sin ningún otro mérito ni capacidad que ser hijos de quienes lo administraron en el siglo pasado y por lo tanto, no tienen la capacidad para tender los requerimientos de los sectores productivos, dejando a estos insatisfechos.

Por supuesto, la culpa no es totalmente del Presidente Santos sino parcial. Desde hace muchos años en las columnas de prensa y de parte de varios autores, se ha venido anunciando la crisis en que está cayendo el aparato productivo mundial por efectos de la globalización financiera y las políticas impuestas por los organismos multilaterales para favorecer los intereses de los especuladores internacionales del dinero asentados principalmente en los países del G-7.

Pero si bien el origen radica en las condiciones del capitalismo mundial, los gobiernos nacionales pueden aliviar o agudizar las consecuencias al interior de los países. Pero en Colombia hacen lo segundo por el entreguismo antipatriótico de los funcionarios o por su propia ineptitud. Esto no es sorprendente. Lo sorprendente es que quienes organizan las protestas y los que salen a marchar o a tapar las vías, cada cuatro años vuelven y votan por los mismos con las mismas. La mejor protesta son las elecciones. De qué vale ganar una negociación y resolver  favorablemente una petición economicista de corto plazo, si al año siguiente vuelven a elegir a los mismos?

Las manifestaciones de protesta mediante las cuales se libera la energía social del descontento, podrían ser buenas oportunidades para canalizar esa energía de las masas en proyectos políticos sólidos orientados a objetivos de gran alcance; pero eso no se logra. El evento se queda en la simple protesta puntual, que una vez se levanta vuelve a quedar en lo mismo, desperdiciando la oportunidad aunque, como se vislumbra para el presente año, a Colombia le llegue la moda de la protesta.

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