miércoles, 3 de junio de 2020

ALTERNATIVA PARA LA REACTIVACIÓN ECONÓMICA

Graves efectos han aparecido en la economía por motivo del covid-19, llevando la situación a un estado de decaimiento alarmante, donde, por el lado de la fuerza de trabajo, el desempleo abierto está cerca del 20 % y sumando el desempleo disfrazado y el subempleo, la cifra debe estar por encima del 50 %, con graves impactos en la situación social. Por el lado de los medios de producción, varios sectores de la economía están cerrados con alta magnitud de lucro cesante y caída estruendosa de los ingresos empresariales. Por todo ello, Uribe, Vargas y otros personajes amigos del gobierno, han lanzado sus iniciativas y propuestas para la reactivación de la economía.

En concordancia con los postulados neoliberales que profesan, los adalides del régimen han concentrado su propuesta en el lado de la oferta, sobre la base de que el alivio en los costos de operación motiva la dinámica empresarial y con ello la economía volverá a los cauces normales, para lo cual proponen alivios tributarios, incentivos monetarios y, principalmente, garrote para el factor trabajo, disminuyendo los factores de salario, que constituyen los ingresos familiares y contribuyen al aumento de la demanda en el mercado de bienes de consumo. Por otro lado, está el enfoque que considera la demanda agregada como el principal factor de reactivación, sobre la base de que las empresas se motivan si tienen compradores y la generación de empleo se convierte en un factor de incremento de la demanda por aquello del dinero circulado en manos de los consumidores, retroalimentando así el proceso con un mecanismo de círculo acumulativo.

Se trata entonces de adoptar una política con las medidas pertinentes, para lo cual se debe utilizar cualquiera de los dos argumentos, el de la oferta o el de la demanda. Pero, habría que determinar cuál enfoque es más eficaz, de acuerdo a las leyes del mercado, que es quien en últimas, define la situación. Pero si la medida se basa, no en las condiciones objetivas del sistema económico sino en intereses creados para élites económicas, el remedio sale peor que la enfermedad.

La historia económica demuestra que el enfoque keynesiano sobre la demanda agregada, ha sido eficaz en la reactivación económica, por la lógica sencilla que encierra, como se anotó en las líneas anteriores. Las empresas se dinamizan si tienen quien les compre sus productos, por lo cual, no es sacrificando a los trabajadores como se logra el propósito, más en Colombia donde, desde la primera década de este siglo, se demostró que el recorte de los beneficios al trabajador no propicia la creación de empleo, porque esto no motiva la dinámica empresarial.

Así que toca utilizar la alternativa de demanda para propiciar la reactivación, la que cuenta con dos recursos: por un lado aumentar el gasto público y por otro lado disminuir las importaciones de productos que se producen en el país. Lo malo es que ambas medidas van en contra de las políticas neoliberales y por eso la gran dificultad para implementarlas. Más cuando el gobierno ya no tiene la facultad de emitir dinero, por una parte, y cuando existen los acuerdos con la OMC que restan capacidad al Estado para intervenir en las operaciones de comercio exterior, ahora agravadas con los TLC. Entonces, las medidas existen, son viables y eficaces; pero el modelo neoliberal que impera en Colombia, es un impedimento para aplicar la adecuada alternativa para la reactivación económica.

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