martes, 7 de enero de 2020

LA DEFENSA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL

En noviembre de 2018 bajo el título “La derechización del continente”, exponía en esta columna los efectos en la geopolítica mundial derivados de los avances de la Nueva Ruta de la Seda, estrategia donde se concentra la política exterior de China. Planteaba en aquel escrito, que el país oriental venía dando pasos de animal grande y que ese fenómeno de la geoestrategia tenía asustados a los protagonistas del Nuevo Orden Mundial, que giran en la órbita de la FED de USA y con el auspicio del Club Bilderberg. Hoy, podemos hacer un recuento y vemos que el Nuevo Orden Mundial se defiende como león herido y combinando todas las formas de defensa, realiza operaciones abiertas y encubiertas para no perder el dominio de Latinoamérica frente a los chinos. El Nuevo Orden Mundial en el campo monetario y la Nueva Ruta de la Seda en el campo de la infraestructura y el comercio es decir, en el sector real de la economía.

Una de las acciones de defensa es la proliferación de sectas religiosas basadas en el contenido de la biblia, por medio de lo cual difunden la sumisión y la resignación para facilitar el sometimiento sin ánimo de insurgencia y rebelión en contra del establecimiento, lo cual se complementa con el aglutinamiento de votos cautivos que inciden notoriamente en la elección de gobernantes.

También vemos el papel de los grandes medios de comunicación, que son de su propiedad, como CNN, Fox, NBC, BBC, que intervienen deliberadamente en la creación de opinión pública y coaccionan la conducta colectiva de los individuos. Noticias falsas, propaganda sucia, imágenes distorsionadas de la realidad y todo tipo de métodos subliminales para manipular conciencias, son el pan del día en la actualidad.

El uso de la tecnología cibernética y las redes sociales para dañar la imagen de los contradictores y de quienes se oponen al modelo económico que sustenta esa política mundial, como lo es el enfoque neoliberal, mediante la “ciberwar” con la cual interfieren las campañas electorales a favor o en contra de candidatos, todo complementado con los hackers que interfieren el software de los organismos electorales para alterar los resultados reales, o montar falso resultados como ocurrió en Bolivia.

Campañas de desprestigio a líderes políticos que se oponen al modelo de globalización financiera, tratando de dañar su imagen y de crear posturas políticas en el electorado sustentadas en el temor frente a dichos dirigentes, insinuando que los cambios en las política neoliberales son perjudiciales para la comunidad, complementado esto con montajes judiciales, que realizar en complicidad con jueces corruptos, para destruir las campañas de los opositores.

Y últimamente, el despliegue de mecanismos de represión para frenar el descontento contra el modelo y la protesta, fortaleciendo los organismos armados oficiales, con armas que han inventado bajo el nombre de “no letales”, que suministran a los gobiernos para que impriman violencia a las expresiones de protesta, con fines de eliminar los intentos de alteración del orden establecido, como se puede ver en Colombia con la decisión de incrementar la tropa del Esmad y comprar nuevas tecnologías para atacar las manifestaciones.

No obstante, como el derrumbe del modelo no es por culpa de las acciones de los chinos sino por culpa de las debilidades internas del mismo, nada de eso servirá, aunque se fortalezcan en el sector real de la economía tratando de dominar la posesión del petróleo, como fuente energética y tecnológica, lo cual también están haciendo a punta de violencia; no les servirá de mucho, porque las leyes de la economía y las fuerzas de la historia son más fuertes que los mecanismos que están utilizando para la defensa del Nuevo Orden Mundial.

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