El término
neoliberal fue introducido por Wilhelm Ropke de la escuela alemana, para hacer
referencia al conjunto de postulados que sustentan la modalidad del Capitalismo
Rentista, ese que Keynes le llamaba capitalismo de especulación, para
distinguirlo del capitalismo de inversión, que constituía la esencia del
capitalismo clásico. Hoy y después de medio siglo de avances y conquistas, esta
modalidad de acumulación se ha consolidado tanto en el mundo occidental que ya,
atacarlo desde afuera es casi un imposible. Hay que esperar que él solito se
derrumbe, lo cual no está muy lejos.
Conquistaron
el poder de Estado en 1979-81 con la elección de Reagan en USA y Thatcher en el
RU y desde ahí extendieron su dominio que en Latinoamérica se institucionalizó
con el Consenso de Washington suscrito justamente, hace 30 años. Coronaron su
meta de coger al Estado como marrano de su lucrativo negocio, después que en la
década de 1920 el capitalismo rentista había experimentado el alto riesgo de
prestarle su capital a las empresas privadas, que están expuestas a las inclemencias
del mercado para pagar los intereses de la deuda. Creyeron que el Estado nunca
quiebra por lo tanto su objetivo es prestarle plata al Estado y mandarlo a
cobrar impuestos para que les pague sus acreencias.
Hoy los
rentistas está agrupados en los fondos de inversión y organizados
internacionalmente para operar su negocio con cobertura global, para lo cual
utilizan los diversos organismos multilaterales como el BM, el FMI, la OCDE y
el más peligroso, el Banco de Pagos Internacionales (BPI) cuya sede está en
Basilea Suiza y que es el banco de los bancos centrales; estos que fueron
arrebatados a los gobiernos nacionales, para que con el argumento de una
supuesta autonomía del banco central, se colocarán de rodillas ante el BPI. El
Banco de la República de Colombia no le obedece al Presidente sino al BPI.
Los fondos
de inversión con el apoyo de los organismos multilaterales, destruyeron el
Estado Moderno, al cual redujeron solo pedir préstamos mediante la colocación
de papeles en los mercados de capitales y a recaudar impuestos para pagar la
deuda. Los fines esenciales del Estado que se basan en el servicio a la
comunidad, se echaron a la basura.
El propósito
de las políticas neoliberales es el de bajar el gasto público y el de frenar la
inflación. El primero porque el dinero de los impuestos debe orientarse
prioritariamente a pagar la deuda y el segundo porque la inflación pone en
riesgo las ganancias de los rentistas que hace su negocio especulativo mediante
la compra de papeles de renta fija. Con esta política, se destruyó el aparato
productivo y se generó un nivel de desempleo que deterioró la calidad de vida
de la gran masa de población. La pobreza es generalizada y el Estado no puede
ayudar a disminuirla porque este organismo está dedicado únicamente a pagar el
servicio de la deuda. Y sin Estado, apague y vámonos.
En
tales condiciones y después de 30 años, el descontento de la población es
general, y ya están produciéndose las manifestaciones de protesta en contra del
modelo, sin necesidad de que nadie las promueva y menos desde centros
internacionales, por cuanto todos los países viven la misma situación incluidos
los europeos. Tampoco es la protesta por motivos puntuales sino por el acumulado
general de tantos años que afecta todos los frentes de la vida social y cuya
verdadera causa es el trasfondo del neoliberalismo.
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