Hay
reconocimiento generalizado de que la situación del Cauca es crítica por las condiciones
que vive en materia económica, social, ambiental e institucional, pero lo
peculiar es que todavía hay personas que afirman, que el culpable de esta
situación es el gobierno nacional que tiene abandonada la región.
Sin
embargo, esa imputación pudo ser totalmente cierta en el siglo pasado, cuando
los enfoques del desarrollo eran de carácter exógeno y los factores de cambio
para mejorar las condiciones de vida regional y local estaban en Bogotá y los
países extranjeros, desde donde se esperaba que llegaran los capitales para
crear empresas y con ello impulsar el empleo. Pero en este siglo y en casi todo
el mundo, los factores del desarrollo son endógenos y por lo tanto los procesos
de cambio se generan en el interior del territorio protagonizados por los
mismos actores residentes.
Lo cierto
es que si en el presente siglo, la situación de este departamento no ha cambiado
para mejorar las condiciones de vida, es porque los actores regionales y
locales no han construido los procesos de transformación estructural en las
dimensiones del complejo regional, para avanzar hacia los fines deseados por la
comunidad. Llegando ya a la quinta parte del Siglo XXI, las condiciones de vida
son peores que las existentes al final del siglo pasado, por la carencia de
dinámicas emprendedoras en lo económico y social, que propicien la construcción
de futuro a partir del patrimonio territorial existente, principalmente en
materias ambiental y humana.
Por
supuesto que esos fenómenos de procesos endógenos para la construcción futura
de mejores condiciones de vida, en todo el mundo se han dado siempre que exista
el liderazgo local apropiado, lo cual nos indica que, una gran debilidad aquí,
es precisamente, la carencia del liderazgo económico, social, institucional y
político apropiado, sumado a la presencia de factores idiosincráticos que en
nada se ajustan a los cánones que exige el desarrollo endógeno.
Para no ir
más lejos, veamos, no más, lo que está ocurriendo en el debate electoral presente
para elegir gobernantes territoriales. Sería una buena oportunidad para
examinar las propuestas y ver si alguno de los candidatos se está refiriendo a
la construcción colectiva del futuro, protagonizada por los mismos actores
locales y con aprovechamiento de la dotación patrimonial existente. No. La
ciudadanía se fija en otros aspectos del candidato, menos en la pertinencia y
racionalidad de los programas presentados. Luego y durante los próximos cuatro
años, nuevamente se oirá el coro de plañideras manifestando su descontento con el
gobierno nacional, por una respuesta que la Nación nunca nos va a brindar,
porque las políticas nacionales son simples complementos a las dinámicas de
generación regional.
Es
lamentable, que habiendo casos de candidatos que sí invitan a la construcción
de un futuro mejor para las condiciones de vida, convocando a los mismos
actores caucanos, la publicidad electoral que propicia los efectos masivos en la
ciudadanía, con base en las abultadas tesorerías de campaña y movilizando
clientelas sin considerar con objetividad la pertinencia de los procesos
electorales frente a los verdaderos requerimientos del departamento, es lo más
relevante y determinante del triunfo, alejándose de la realidad del cambio
territorial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario