El sistema económico es tan antiguo como la especie humana y su
creación fue producto de la ley natural que por instinto, propició el
surgimiento de varios mecanismos necesarios para la conservación de la vida,
como una fuerza inercial existente en todos los fenómenos donde existe vida. La
asociatividad, la comunicación, el amor, lo público, etc., son medios
resultantes de la fuerza del instinto que conjuntamente con la economía fueron
resultado de las leyes de la naturaleza.
Pero con el tiempo, el pensamiento humano fue introduciendo en el
sistema económico elementos condicionados a factores humanos que se fueron
alejando de los principios establecidos por la naturaleza, los cuales consisten
en garantizar las condiciones de vida, suministrando los bienes y servicios
necesarios para la conservación de la especie biológica, incluidos todos los
individuos de la especie, sin discriminar ni excluir a ninguno, por cuanto la
biología no distingue entre unos y otros los miembros de la comunidad natural.
El pensamiento humano, motivado por intereses materiales particulares,
fue cambiando la trayectoria de la economía hasta llegar a un punto, como el
que tenemos hoy donde impera el Capitalismo Rentista, cuyo soporte conceptual
basado en el ideario neoliberal, ha roto todos los fundamentos de la ley
natural y ha colocado la economía en el extremo totalmente opuesto, de imponer
por encima de la vida y la conservación de la especie, los intereses de grupos minúsculos de humanos,
pero poseedores de escandalosas sumas monetarias, suficientes para controlar el
Poder de Estado y colocar este organismo a su servicio.
Hoy día la economía está bien o mal, según la situación en que se mueve
el mercado de capitales, independientemente de las condiciones de vida de la
gran masa social; y como la globalización financiera ha permitido al
capitalismo financiero internacional someter los países a los flujos
internacionales de capital, las naciones perdieron su autonomía y la soberanía
se ha reducido a un discurso imaginario para reducir cualquier movilización
interna orientada al cambio de la situación.
Ayer no más, escuchamos al presidente del BBVA afirmar que México había
caído en un error al elegir un presidente que se aparta del modelo del
Capitalismo Rentista, que solo usa al Estado para hacer sus negocios prestándole
dinero y sometiendo la política fiscal solamente al pago del servicio de la
deuda, por lo cual todas las propuestas que privilegien la atención a la
población más pobre poniendo en riesgo el pago a los rentistas, hoy agrupados
en los fondos de inversión, son tildados de manera peyorativa de “populistas”,
como si el populismo no fuera, precisamente, la esencia del Estado del
Bienestar. Y a través de los medios de comunicación, que ellos mismos
controlan, han logrado adelantar la cruzada ideológica hasta el punto que en la
opinión pública ya también se considera que todos los mecanismos
institucionales deben estar al servicio del capital financiero, sin considerar
las necesidades humanas, dentro de lo que ha sido la manera más perversa de
cambiar el rumbo de la economía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario