Es lógico que la llegada de un nuevo presidente en el país más poderoso
del mundo genere tensiones por todos los lados, como ha ocurrido con el caso de
Trump que tiene a los analistas especulando sobre las diversas alternativas
sobre el enfoque su gobierno. Lo cierto es que en el discurso de posesión dijo
frases que tienen pensando a muchos.
Después de que ese país fuera el abanderado del modelo de globalización
financiera sustentado en el pensamiento neoliberal que se montó a partir de
Reagan, hoy USA, como casi todos los países del mundo, también ha recibido los
golpes de la dicho modelo y por eso Trump dijo que allá hay “madres e hijos atrapados en la pobreza en
nuestros centros urbanos; empresas oxidadas y dispersas como lápidas en todo el
territorio nacional; un sistema educativo lleno de dinero, pero que priva a
nuestros bellos y jóvenes estudiantes del conocimiento, y el crimen, las
pandillas y las drogas que han robado muchas vidas y le han arrebatado a
nuestro país un enorme potencial.”
La globalización ha sido el negocio del capitalismo financiero
internacional, que en USA gira en torno a las ocho familias propietarias de la
Reserva Federal y agrupa algunos capitalistas rentistas agrupados en Fondos,
quienes se han beneficiado del modelo por lo que Trump dijo que “Por mucho tiempo, un pequeño grupo en la
capital de nuestra nación se ha beneficiado de las recompensas del gobierno,
mientras la gente ha asumido el costo. Washington floreció, pero la gente no
compartió esa riqueza. Los políticos prosperaron, pero se perdieron trabajos y
las empresas cerraron.”
La globalización ha venido deteriorando el aparato productivo del mundo
entero concentrando la producción en unas pocas empresas transnacionales de
cualquier país; al mercado de USA entraron los japoneses, los alemanes y ahora
los chinos que se están apoderando de ese gran mercado, por lo cual el nuevo
presidente dijo que “Hicimos ricas a
otras naciones mientras la riqueza, fortaleza y confianza de nuestro país
desapareció del horizonte. Una a una, las empresas cerraron y dejaron nuestras
costas, sin pensar en los millones y más millones de trabajadores
estadounidenses que dejaron atrás.”
Si
bien es cierto el grupo neoliberal del Capitalismo Rentista liderado por la
Reserva Federal es muy poderoso, alrededor de Trump gira otro grupo de
empresarios multimillonarios que se han afectado con la globalización y que
seguramente, darán la batalla, no para regresar al capitalismo empresarial del
siglo pasado que es casi imposible, pero sí para disminuir la magnitud de este
proceso que se viene orientando desde Busch, hacia la construcción del Nuevo
Orden Mundial, que significa un solo gobierno y un solo conjunto de
instituciones universales para todo el planeta, con una sola moneda, manejado
por grandes corporaciones financieras. Ahora, con las posturas de Trump el
proceso seguramente se va a obstruir y mediante esa confrontación política de
gran escala entre colosos, se podrá despejar con claridad la incertidumbre por
Trump.
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