miércoles, 18 de noviembre de 2015

LA CONVULSIÓN DE LAS GUERRAS

En 1989, cuando se derrumbó la “cortina de hierro”, se difundió por el mundo el cuento de que como se acabó la guerra fría ya no había peligro; que  gracias a la caída del comunismo, llegaría la paz al universo. Pero transcurrido un cuarto de siglo vemos que la situación ha empeorado, ahora por otros motivos.

Primero, al finalizar el siglo, fue por el petróleo. Ahora en el presente siglo, cuando la dominación sobre el petróleo por los grupos de poder interesados y el precio ha bajado tanto que el negocio ya no es tan bueno para países que lo poseen pero que son pobres como el caso colombiano, otros factores son motivo de los fenómenos bélicos y de la proliferación de guerras en distintos lugares del planeta.

El apetito desmedido de los miembros del Club Bilderberg donde se concentra la centena de los ricos más ricos del mundo y su afán por la construcción del “Nuevo Orden Mundial”, ha creado situaciones contrarias a sus propósitos que están desembocando en enfrentamiento armados totalmente degradantes de la dignidad humana.

Ahora la situación monetaria mundial que ha puesto al dólar en serios apuros con el fortalecimiento de la Banca Islámica y la circulación de monedas diferentes por el seno de países fuertes como Rusia y China, ha impulsado al círculo que rodea a la Reserva Federal a realizar acciones que generan reacción de parte de los países y grupos antagónicos, que en muchos casos, actúan de manera perversa y con métodos violentos. La pregunta es: quién comenzó primero?

Desde que USA adoptó en su política exterior el concepto de la “guerra preventiva” utilizando como argumento su interpretación amañada del artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas, el mundo no ha parado de pelear. Con un pretexto o con otro; pero siempre en el fondo se observan dos aspectos: el petróleo y las reservas internacionales, que desde la época de Bretton Woods, se han vestido con el ropaje del dólar que emite la FED.

El caso de Irak y Siria ya está tomando visos nauseabundos. Contaminado por un factor ideológico impregnado de fanatismo y dogmatismo, las acciones de los protagonistas son inhumanas, tanto por los asesinatos a sangre fría del Estado Islámico como por los bombardeos indiscriminados de la contraparte, en una guerra que ya no se comprende porque parece que están peleando todos contra todos.

Es impredecible el resultado donde terminará la situación; pero como la violencia incrementa más la violencia, el conflicto universal está expuesto a un escalamiento progresivo que lo más probable, es que someterá a la humanidad con las generaciones futuras, a vivir todas las más terribles manifestaciones de la convulsión de las guerras. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario