El martes 17 de
este mes de febrero, se realizará en Villavicencio un evento con participación
de gobernadores, para examinar el tema de la paz en los territorios una vez que
se haya firmado algún acuerdo con las Farc, en el que seguramente, llegarán a
la conclusión de que “el agua moja”, porque desde tiempo atrás en distintos
eventos académicos y en opinión de los analistas, se ha afirmado tres cosas:
una, que la paz no existe sino la convivencia pacífica, dos, que esta no se
logra simplemente firmando los acuerdos con uno de los grupos armados y tres,
que la convivencia es una construcción colectiva que se debe realizar desde lo
local hacia lo regional y de aquí hacia lo nacional, liderada y orientada por
los gobernantes territoriales.
Dice la revista
Semana que los gobernadores hablarán sobre “las acciones prioritarias en las
regiones tras la firma de un acuerdo”, las cuales ya se saben, pero que a la
mayoría de los políticos no les interesan. Claro; allá dirán los gobernadores
que lo necesario es mayor “Inversión social”, contando con que así les llegará
recursos para hacer contratos y manejar la mermelada o las galletas, como le
decían antes, para consolidar su poder y beneficiar a su clientela. Pero por
muchos es conocido que, más importante que los contratos que dan tajada a quien
los firma, es el ejercicio de una gestión gerencial que relieve lo público y el
bien común por encima del interés particular, para que se aplique cabalmente
los cánones de la democracia participativa en toda su extensión, o sea en los
procesos de planificación, ejecución y control, mediante la negociación y la
concertación que permitan la aplicación del concepto de co-gestión con
responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad.
Si se va a hablar
de acciones prioritarias, se deben considerar las que se realicen en este
momento en que se avanza en la campaña electoral. Pero con qué autoridad moral
van a opinar algunos de los gobernadores en Villavicencio, cuando hoy están
manipulando componendas para interferir en la libertad democrática y
direccionar la elección de gobernantes territoriales?
Si se quiere
preparar al país para lo que el gobierno ha llamado “postconflicto” lo primero
que se debe respetar es el ejercicio libre de las elecciones y el cumplimiento
riguroso de la Ley 131de 1994 o Ley del Voto Programático. Así mismo, permitir
que la selección de candidatos se realice objetivamente con criterios técnicos
y destacando las competencias laborales del ser, del saber y del saber hacer de
los aspirantes.
Esperemos a ver qué
pasa en ese foro y qué recomendaciones aporta. Probablemente no pase de ser lo
mismo de todos los eventos de esta naturaleza, los que simplemente se prestan
para una botada de corriente que se echa al olvido después del coctel de
clausura y al final, muy poco se saque sobre el propósito de ir construyendo
paz en las regiones.
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