miércoles, 23 de abril de 2014

EL OTRO TEMA PARA CANDIDATOS

Desde que se publicó el informe de OXFAM hace algunos meses, quedó claro el papel de la política fiscal como factor determinante de la desigualdad social y mecanismo a través del cual se extiende la concentración de la riqueza con su consecuencial agudizamiento de la inequidad social. Por tal razón, uno de los temas que deberían explicar los candidatos a la presidencia, es cómo será esta política en caso de que lleguen al cargo, principalmente en lo que se refiere a los aspectos tributarios, que es por donde directamente se producen los efectos; por supuesto, sin desconocer el impacto por el destino del gasto público, que es la otra parte del engranaje.

Después de que el capitalismo rentista aprendió la lección de 1928 cuando su quiebra se dio por haber colocado el capital en las empresas privadas, el “neorentismo” que rige hoy, cree que está más segura su inversión si coge al Estado de marrano para su lucrativo negocio. Por eso su estrategia fue ahogar al organismo castrándole sus fuentes de ingreso, para obligarlo a financiarse mediante la colocación de papeles en los mercados de capitales, donde los fondos y la banca de inversión, debidamente agenciados por los yupis, hacen su agosto.

Pero el negocio no podría prosperar sin la consecuente política tributaria, que se encarga de, por una parte, exonerar de impuestos a los especuladores del dinero y por la otra, a gravar a los asalariados y a asegurar el recaudo mediante la retención en la fuente. Y para calmar a los empresarios, con el argumento de evitar la doble tributación, les exonera del pago de impuestos por la repartición de utilidades; y a quienes saquean los recursos naturales, no les cobran impuestos por sus ganancias, porque estos pagan regalías, como si no fueran dos cosas diferentes.

Los electores necesitan saber si este esquema establecido por el capitalismo financiero internacional y monitoreado por el FMI va a continuar; pero sobre este tema los candidatos no han dicho nada, o la gran prensa bogotana no ha hecho la suficiente difusión. Solamente un candidato ha sido claro porque habla de la confianza inversionista y la seguridad jurídica, que significa reiterar el mismo mecanismo, o sea el de exonerar de impuestos a los ricos y mantener una estructura regresiva cobrándole a los pobres para que los ricos, agrupados en los fondos y la banca de inversión, sigan amasando fortunas y concentrando aún más la riqueza en pocas manos. Pero los demás candidatos no han sido claros; ni siquiera las autodenominadas de izquierda.

Es cierto que donde manda capitán no manda marinero y que esas imposiciones que vienen de las fuerzas de poder económico internacional se escapan de la voluntad del gobernante, pero aunque sea por ética pública, los aspirantes al más alto cargo administrativo deberían hablar con transparencia y anunciar con precisión cómo van a manejar la política tributaria, para que los colombianos sepan a qué atenerse, ya que nada pueden hacer sobre este, el otro tema para candidatos.

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