miércoles, 16 de abril de 2014

EL DEBATE DE CANDIDATOS

Bien dicen algunos historiadores, no los historicistas, que la democracia fue inventada por los ricos para que gobiernen los ricos en beneficio de los ricos; y yo digo que con el voto de los pobres, ya que al ver el debate de propuestas entre los candidatos a la presidencia, los temas que se agitan son los que interesan a las élites de poder y círculos de la oligarquía. Pues sobre los temas de interés para la colectividad en general donde está el pueblo, o no se dice nada o lo que se dice es muy poco. Claro que ellos, los candidatos, hablan de “todos los colombianos”, cuando en realidad están pensando en los socios del Jockey Club, Los Lagartos, El Nogal o el Metropolitan.

La gran prensa bogotana, que está al servicio de los grupos de poder, lo califica como un debate frio que no despierta interés en la opinión; tal vez porque gira en torno a dos o tres temas que ya suenan como disco rayado y que no alcanzan mérito como para el nivel de una competencia por la presidencia de un país. Es una confrontación de frases retóricas, más que la exposición de propuestas de fondo, las cuales, lógicamente, no se pueden resumir en jingles publicitarios.

Pero, de lo que le duele y le preocupa al grueso de la población colombiana de estratos medios y bajos porque en el día a día golpea la situación familiar, no se hace referencia. Por ejemplo y para citar solo algunos casos, sobre el problema de salud ocasionado por la existencia de las EPS; el matoneo estudiantil; la delincuencia juvenil;  el maltrato infantil; el abuso de las empresas operadoras de servicios de comunicación como TV por cable, internet y celulares; los efectos de la privatización de los servicios de tránsito; la mala calidad de los servicios básicos domiciliarios; los golpes a la sociedad civil ocasionados por la última reforma tributaria; los recortes a la descentralización administrativa y la castración a la autonomía municipal que realiza el DNP; el degeneramiento institucional del sistema ambiental y la vagabundería de las corporaciones autónomas; los factores estructurales de la pésima movilidad urbana; las deficiencias en los procesos de planificación; el rezago en la transformación del Estado para el establecimiento del modelo gerencial, estos últimos que el común de la gente no ve pero que siente en la vida cotidiana, no se escuchan propuestas.

Es cierto que cualquiera que sea el presidente, las decisiones en los temas de profundidad se toman en Washington, con base en los paradigmas que se crean en la Universidad de Harvard para proteger los intereses de los ricos de USA y los demás del G-7 y a los fondos y la banca de inversión, los cuales usan teorías que penetran en Colombia gracias a la gestión del DNP; pero alguna consideración deberían tener los aspirante acerca de los verdaderos problemas que vive la comunidad nacional ya que al fin y al cabo, son los colombianos quienes con su voto, legitiman la elección, por lo cual sería conveniente algún giro en el debate de candidatos.

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