Con el libro de Andrés Pastrana no sólo se ha agudizado
la pugna intestina de la oligarquía colombiana, sino que se ha revivido el tema
del publicitado Proceso 8000 que enlodó al gobierno de Samper, trayendo viejos
recuerdos y ahora, después de conocidos varios hechos de la geopolítica mundial
y los efectos en los países dependientes, caben también otras reflexiones que
cuando se plantearon en esa época, parecían irracionales pero que hoy cuentan
con argumentos que vale la pena tener en cuenta.
La penetración de dineros del narcotráfico en las
campañas electorales no se inventó con Samper ni tampoco se ha acabado en los
gobiernos posteriores, según estudios de ONG que se dedican a investigar los
fenómenos políticos nacionales. Si examinamos lo ocurrido durante los ocho años
de Uribe, vemos que todo eso es infinitamente más grave que los aportes de
dinero en las campañas; entonces por qué el escándalo contra Samper se ha
magnificado tanto mientras que Uribe sigue tan campante?
Una razón, expuesta en su época por varios analistas,
sale nuevamente a relucir: Samper fue el segundo presidente después que el
Capitalismo Financiero Internacional introdujera los cambios en Colombia para
consolidar el modelo neoliberal de globalización financiera. La campaña de
Samper se montó sobre el eslogan “Vamos a ponerle corazón a la apertura”
señalando que se debía suavizar el efecto neoliberal poniéndole énfasis a la
política social, con lo cual se crearon temores en las fuerzas de poder
internacional pensando que ese gobierno echaría para atrás lo que había
instaurado Gaviria.
El plan de gobierno de ese período se denominó “El
Salto Social” en cuyo texto se muestra la importancia del desarrollo humano
integral como objetivo de la política social. Posteriormente, Samper nombró a
Carlos Castillo Cardona como Consejero Presidencial para la Política Social y
desde esta consejería se lanzaban ataques a la doctrina neoliberal y, a mí me
consta, el pensamiento del consejero Castillo era claramente contrario al
neoliberal, tanto que entre la Consejería y el DNP, que como se sabe es el
enclave en el Estado de las fuerzas internacionales de poder, ocurrieron
controversias conceptuales de profundidad.
Ahora
es sensato pensar que más por los dinero recibidos en la campaña, que no fue el
primero ni ha sido el único, lo que interesaba era sabotear el gobierno para
que no pudiera el gobierno Samper echar para atrás lo introducido por Gaviria
para favorecer el poder internacional, desde donde debieron haber enviado
dardos para azuzar la oposición interna, de lo que en esa época no se habló
pero que hoy tiene mucho sentido cuando estamos presenciando el desempolve del
8000.
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