domingo, 5 de mayo de 2013

LA CALIFICACIÓN TRIPLE B POSITIVO


Parodiando a Manfred Max Neef, tendríamos que afirmar que ahora podemos decirle a la gente de la pobreza extrema como la que reside en Ciudad Bolívar de Bogotá, el Distrito de Aguablanca en Cali o en el sector suroccidental de Popayán, que hoy deben estar felices, que no se preocupen, que no se enfermen y que no se angustien, porque a Colombia le otorgaron la calificación BBB+.

La semana pasada, el gran revuelo en las altas esferas del gobierno, lo causó la noticia de que la calificadora internacional de riesgos Estándar and Poor’s (S & P), una de las firmas de este género más prestigiosas, calificó a nuestro país elevándolo de la nota BBB Menos al nivel BBB, la mejor calificación que haya tenido la deuda colombiana desde que existe ese mecanismo. Ni corto ni perezoso, el hijo de Cárdenas quien estaba en Perú, salió por las cadenas radiales a manifestar su complacencia y ante la pregunta del esbirro del gran capital Arismendi,  no vaciló en afirmar que los pobres se van a beneficiar con el trivial argumento de que la baja en los intereses pagados se convertiría en gasto social.

La calificación de la deuda colombiana en nada beneficia a los pobres; esto es simplemente una señal para los especuladores internacionales del dinero, tal como la señal que manda el Banco de la República sobre la meta de inflación, que les indica a los capitalistas del mundo, qué tan tranquilos pueden estar si traen sus dineros a ganar plata en este país, comprando los papeles que emite el tesoro público. La buena calificación de S & P significa que el gobierno colombiano es servil, sumiso y arrodillado, que no le importa recortar el presupuesto para el gasto social, porque en primer lugar y como primera prioridad, está pagarle cumplidamente el principal y los intereses a los rentistas que hayan cogido el Estado colombiano como marrano para su lucrativo negocio.

Ahora con eso se les van a abrir más las agallas a los especuladores internacionales del dinero, van a traer más dólares a Colombia y por consiguiente la revaluación se va a acelerar perjudicando más a los exportadores y con ello empujando más hacia el desecamiento del aparato productivo nacional y el aumento del desempleo. No es por lo tanto noticia de celebrar por parte de los colombianos ese aumento de la calificación, que si bien hace quedar bien al gobierno frente al capitalismo financiero internacional, muestra nubarrones grises para el conjunto total de la economía donde el desempleo es el fenómeno más preocupante, por lo que hubiera sido mejor que a Colombia no se le otorgara la calificación triple B positivo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario