Con frecuencia se escucha quejas y lamentaciones sobre la
situación socioeconómica general del departamento del Cauca y de verdad que el
caso no es como para celebrar. En lo ambiental, lo físico-espacial, lo
económico, lo social y lo institucional, el estado de cosas no genera emociones
ni entusiasmo, sino que por el contrario, produce comentarios adversos a las aspiraciones
de la comunidad y en muchos casos con pesimismo y desesperanza.
Si bien es cierto que la idiosincrasia o cultura regional
no ayuda mucho a construir futuro, porque los patrones de conducta humana no
son favorables a las dinámicas del desarrollo, también es cierto que el
departamento posee un gran número de factores que sirven para emprender
procesos de construcción de futuro que conlleve sustanciales mejoras en las
condiciones de vida. Existen potencialidades naturales y también construidas
artificialmente, que si se aplican mecanismos estratégicos de aprovechamiento, muchos
avances se puede lograr en el futuro, sin necesidad de que alguien de afuera,
meta la mano para apalancar la construcción de los objetivos. Ese cuento de que
el Cauca está atrasado por culpa del abandono del gobierno nacional, ya no
tiene cabida bajo los paradigmas que explica el desarrollo en el presente
siglo.
Basta mirar en materia de organización social de base, la
cantidad de experiencias y procesos sustentados en el capital social, que se
han generado con espontaneidad en la organización popular y que encierran
importantes valores del llamado desarrollo económico y social, concepto que aún
sigue siendo discutible. Son fuentes que sirven para crear modelos de
desarrollo endógeno regional y local, que han surgido, tal vez por el mismo instituto
de conservación y la desconexión con el capitalismo moderno, pero, como no hay
mal que por bien no venga, hoy constituyen una magna riqueza pública que se
está desaprovechando.
Por supuesto, hace falta el liderazgo necesario y una
estrategia tendiente a neutralizar los impedimentos y obstáculos de la
idiosincrasia, pero que, en la medida en que ocurren los hechos, estos
obstáculos se van disipando. Por ello, es el liderazgo el principal factor, si
se tienen en cuenta, como ha ocurrido en muchos países, que para lograr avances
en materia de desarrollo endógeno, el liderazgo local y regional es
absolutamente necesario.
Por supuesto, los líderes sociales por excelencia son los
gobernadores y los alcaldes. Lo cual significa que en este departamento no han
existido los gobernantes territoriales con la suficiente potencia para conducir
estos procesos de aprovechamiento de las potencialidades regionales.
Por
lo anterior, estamos en una coyuntura oportuna para intervenir el asunto, ya
que en este año se elegirán nuevos gobernantes, por lo cual es procedente
examinar las propuestas de los candidatos, para ver quien le mete a la mano a este tema, con
miras a que en futuro próximo, se avance en el aprovechamiento de toda esa
riqueza, principalmente de capital social, y se avance en la construcción de un
futuro mejor sin pedirle nada a los actores del exterior, sino fortaleciendo la
capacidad social existente de aprovechamiento de las potencialidades
territoriales.
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