miércoles, 8 de mayo de 2019

EL TEMA DEL DESEMPLEO

Este tema ha estado siempre, por lo menos en el último cuarto de siglo, en la mente de la gente; pero algunos gobiernos han hecho maniobras, principalmente en el DANE, para ocultar las verdaderas cifras que miden el fenómeno, las cuales en la vida real, han sido peores que las estadísticas oficiales. En el primer trimestre de 2019, la tasa ha estado por encima del 12 %, lo cual significa que, con la metodología que utiliza el DANE, el desempleo real debe estar por encima del 40 %; pues la tasa del DANE no contempla el subempleo y el desempleo disfrazado. Para este organismo, cualquier rebusque es empleo. Pero eso ya ni le preocupa a la opinión pública, que por la manipulación de la gran prensa bogotana, la audiencia tiene el pensamiento entretenido con el problema de Venezuela o con las mentiras que esos medios difunden contra los opositores al gobierno.

La verdad es que el desempleo es un mal endémico en el país cuyo origen es constitucional, por lo cual muy poco pueden hacer los gobiernos. En 1991 el Estado instauró una Constitución Política que abandonó el Pleno Empleo como hipótesis de la política macroeconómica y adoptó el enfoque de controlar la inflación como patrón determinante de las políticas fiscal, monetaria y cambiaria. Desconectó el Bando de la República del Gobierno y lo colocó de rodillas al servicio de los intereses del capitalismo financiero internacional, a quien la inflación le produce el gran dolor de cabeza, por la pérdida de poder adquisitivo de los papeles de renta fija, donde los fondos colocan su capital de especulación.

A pesar del refuerzo al cuento del desempleo friccional que echó Phelps y por el cual le dieron el Nobel de Economía en 2006, sigue la Curva de Philips siendo un modelo cierto para identificar la causa estructural del desempleo en países subdesarrollado, carentes de capital y tecnología. Por eso no vacilamos en afirmar que la principal causa del desempleo en Colombia es ese afán desesperado del Banco de la República por bajar la inflación para salvar la tasa de ganancias de los inversores en papeles de renta fija, para lo cual utilizan el argumento de su función constitucional que, efectivamente, le asigna la tarea al banco de aplicar esta política, sin importar sus consecuencias en materia de desempleo. La política monetaria colombiana es típicamente contractiva, para frenar el crecimiento de la demanda agregada.

Haciéndole juego a esta política, el gobierno dice que aumenta el empleo si le bajan los costos y gastos a los empresarios, lo cual no se ha podido demostrar en el mundo real. Pero, para ello les reduce los impuestos y, principalmente, adopta medidas para disminuir los gastos de personal, golpeando de manera inhumana, la situación social de la clase trabajadora y desconociendo que la única forma de aumentar el empleo en un país como este, es mediante el incremento de la demanda agregada, que coloca dinero en las manos de la gente para que compren bienes y servicios y así los empresarios enganchan persona para atender los pedidos que hacen sus clientes. Pero los neoliberales no entienden este fenómeno y son tercos con sus fórmulas caprichosas, que otra vez han colocado en la mente de la opinión pública, el tema del desempleo. 

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