Ya
se ha incluido en el itinerario histórico de este departamento, que cada cierto
tiempo ocurre el bloqueo de la vía Panamericana hasta que vienen funcionarios
del nivel nacional a apagar el incendio, que dura algún tiempo y al cabo de
pocos años nuevamente el episodio y así sucesivamente.
Ante
esa situación, es necesario pensar, pero sobre todo actuar, en el diseño y la
implementación de estrategias tendientes a la solución definitiva del problema,
las cuales ya han sido planteadas en el pasado de parte de algunos actores
regionales, pero no han tenido eco ni acogida por quienes tienen en sus manos
la sartén por el mango. Para ello, hay que considerar que acá no tienen nada
que hacer los funcionarios de Bogotá, porque el ordenamiento institucional del
Estado, derivado de las normas constitucionales, ha establecido los mecanismos
apropiados para abordar todo tipo de problemas, los cuales no se utilizan y se
sigue recurriendo al mismo discurso del siglo XX, atribuyendo al centralismo
bogotano la causa de todos los males que aquejan a los caucanos.
Las
normas jurídicas existen y los modelos de gestión del desarrollo también. Hay
que aplicarlos. Están los enfoques de Desarrollo Endógeno en el marco de la
democracia participativa y los avances en la descentralización política, que
obligan a construir soluciones a partir de lo local entre los alcaldes y el
liderazgo del gobernador. Son las autoridades locales quienes deben aplicar
métodos de gobernanza y concertar con todos los actores territoriales las
políticas públicas y los programas para buscar las soluciones. Y Según el
artículo 298 de la Constitución, corresponde al departamento hacer la intermediación
con el nivel nacional, o sea ir a Bogotá a negociar con el Gobierno lo
pertinente.
La
solución definitiva se logra con la aplicación de una adecuada estrategia de
Ordenamiento Territorial, entendido este como la “construcción colectiva de
territorio” entre todos los actores regionales, tal como lo señalan autores
como Gómez (1998), Fals (1998), Ibarra (2007), Carvajal (2011), siendo de gran importancia,
el Enfoque Sociogeográfico que cita Jairo Ibarra Lozano. Solo a partir de la
definición de mecanismos concertados y diseñados por los actores mismos, se
logra la solución del conflicto interétnico, no solo con los indígenas, sino
también con los negros, los campesinos, los asentamientos urbanos y demás
actores que comparten el espacio territorial y que requieren procesos armónicos
en lo cultural, lo ambiental y lo económico dentro de este mismo mercado global,
todo con el debido soporte conceptual del Ordenamiento Territorial, cuyo piso
jurídico está definido en ley 1454 de 2011. Complementariamente, la
infraestructura necesaria que surge del diseño concertado de territorio, como
el caso de la propuesta de José Rodrigo Sánchez (qepd) del Consejo Gremial, que
propuso una vía férrea por el piedemonte de la Cordillera Occidental desde
Yumbo hasta Patía, con un poliducto paralelo para trasladar por esta vía los
combustibles hasta Popayán. Escasamente el Secretario de Planeación
Departamental de la época, el alcalde de Patía y el alcalde de Jamundí, le
aplaudieron la idea, pero no más. Del resto, nadie le paró bolas. Así que, mientras
no se adopte el instrumento del Ordenamiento Territorial como mecanismo de
solución, estamos condenados al bloqueo de la vía cada dos años.
Ahora,
otra vez revienta el problema y como siempre, el coro de plañideras quejándose
por la actitud de los indígenas, equivocada y reprochable desde todo punto de
vista y un grave error político de sus dirigentes; pero cuando las cosas están
en calma, quienes deben liderar las medidas apropiadas, se dedican a otra cosa
con fines politiqueros y no a buscar la solución estructural y definitiva al bloqueo
de la vía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario