miércoles, 8 de febrero de 2017

DERRUMBE DE LA GLOBALIZACIÓN

La historia nos muestra que los imperios no se caen por ataques desde afuera sino cuando en su interior ocurren pugnas y divisiones, como sucedió en el imperio Romano que se dividió cuando un emperador se convirtió al cristianismo y con ello el debilitamiento.

Los del G-7 crearon la globalización para fortalecer el Capitalismo Rentista o Capitalismo Postindustrial, con el propósito de que los flujos del factor capital pudieran circular por todos los países como Pedro por su casa; pero no hicieron lo mismo con el factor trabajo, sino que fue por razones del instinto que la gente de los países azotados por la globalización, propició las corrientes migratorias motivadas por el rebusque y grandes masas de trabajadores se trasladaron a Norteamérica y Europa.

Ahora aparecen en el seno de los mismos países del G-7 los fenómenos políticos contrarios a la globalización. En Inglaterra surgió el Brexit para apartarse de la Unión Europea, en Francia ya hay una candidata que va en contravía del fenómeno y puntea en las encuestas y lo más sonado, en USA el presidente Trump viene haciendo declaraciones contrarias a los intereses globales.

Claro que en Francia y USA las acciones políticas atacan el fenómeno de la globalización del factor mano de obra, que es ilegal. Propuestas nacionalistas con xenofobia son argumentos que les traen réditos electorales, como sucedió con Trump y ahora con Le Pen en Francia. Pero no se sabe qué sucederá en USA si Trump más adelante lanza diatribas contra la globalización del capital que es lo que les interesa a los ricos rentistas de ese país, quienes se sostuvieron en el poder desde la época de Reagan.

La crisis de 2008 fue un campanazo de alerta contra el modelo, que encierra en su seno los factores económicos que lo llevarán a la crisis, pero que los interesados, en este caso los diversos tipos de fondos de inversión, tratan de sostener a toda costa, lo que significa el aplazamiento de la crisis; pues las medidas y fórmulas que proponen no corrigen las deficiencias estructurales que están minando la esencia del balance económico. Entonces pasa como en Europa, que hay muchos multimillonarios que se han enriquecido a costa del crédito público, mientras los Estados están quebrados y el servicio de la deuda, a favor de estos prestamistas privados, los está ahogando. No puede sostenerse un modelo desbalanceado, donde el peso del sector monetarios es muy superior al sector real de la economía, que cada día se deseca más.


No sabemos lo que vendrá en los próximos años; pero si las tendencias políticas en los países del G-7 siguen como se está presentando hoy, probablemente dentro de diez o quince años ya estaremos viendo otra situación en el ordenamiento económico mundial, que seguramente no será regresar al capitalismo clásico empresarial de vocación industrial, pero sí será un fenómeno diferente que surja después del derrumbe de la globalización.

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