martes, 20 de octubre de 2015

LA PRÓXIMA TORMENTA DE USA

Los analistas de la economía mundial andan bastante preocupados desde hace ya más de un año, en parte por la caída del precio del petróleo pero principalmente, por las consecuencias que está trayendo a la economía de Estados Unidos los golpes recibidos en las economías de otros países grandes, principalmente China, y en los que al comienzo del siglo les llamaban emergentes.

La monopolización y la concentración de la riqueza del mundo en manos de los rentistas ha llegado a niveles tan exorbitantes con su consecuencial fenómeno de pobreza extendida en la mayor parte del globo terráqueo, que el modelo se volvió un bumerán y esa excesiva acumulación en manos de unos pocos que no tienen dónde colocarla porque las oportunidades antes dispersas en varios países ahora se estrechan y las opciones son limitadas, está cocinando una nueva crisis que más temprano que tarde reventará y ocasionará tremendo impacto a los gringos. La creencia de los años ochenta, de que el Estado nunca quiebra por lo cual montaron su negocio comprando papeles oficiales o sea prestándole plata al gobierno, ya no tiene vigencia por los hechos que han ocurrido en varios países con dificultades para cubrir oportunamente el servicio de la deuda, de modo que las alternativas de negocio son cada vez más cerradas.

Primero se vino la crisis de 2008 motivada por la burbuja inmobiliaria y entonces los especuladores internacionales del dinero salieron disparados de Estado Unidos a buscar dónde colocar sus capitales, encontrando en las economías emergentes la oportunidad, lo que a la vez les permitió incrementar monumentalmente sus ganancias. Ahora la economía norteamericana mejoró su situación mientras que en otros países se enredó el asunto y entonces nuevamente los flujos se dirigen hacia el país norteamericano.

El primer efecto de la desbandada, por supuesto, es la subida del precio del dólar, que los especuladores adquieren masivamente para introducirlos en su país objetivo, donde las tasas de interés siguen estando bajas, pero sin nada que envidiar a las de otros países donde por motivo de la baja inflación, las tasas también están abajo. La estabilidad y la seguridad que se espera en la economía más poderosa del mundo, compensan el sacrificio que no brindan países donde los gobiernos están a punto de estallar por la crisis de la deuda pública.

La pregunta es entonces, que consecuencia tendrá en el interior de Estados Unidos la afluencia masiva de recursos del ahorro universal que no tienen dónde invertirse por la estrechez del aparato productivo mundial cada vez más monopolizado en grandes corporaciones ultra multimillonarias y que tampoco caben en los otros mercados de capitales por el elevado riesgo de las colocaciones? Tal vez pudiéramos decir que ese es su problema y que en nada nos debe preocupar; pero la realidad es que la influencia de esta economía por su magnitud,  hace que lo que ocurra en su interior genere consecuencias en casi todo el mundo, razón por la cual en todas partes y por lo tanto en Colombia, los analistas económicos deben estar pensando sobre qué sucederá cuando llegue la próxima tormenta de USA. 

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