domingo, 23 de octubre de 2022

EL DÓLAR DE URIBE

Los enemigos del gobierno han sacado a relucir que el precio del dólar, durante el gobierno del sátrapa Uribe, bajó y estuvo en niveles muy por debajo del que hoy tiene y, efectivamente, fue por debajo de los 2500 pesos; pero hoy, estamos pagando las consecuencias de esa política, que como siempre ocurre con las medidas de gobierno, sus efectos e impactos solo se perciben varios años después. 

Evidentemente, el dólar, en esa época, estuvo a bajo precio por el motivo de que, fue Uribe, quien entregó el país a los intereses internacionales, concediendo el patrimonio natural y feriando el patrimonio público a los extranjeros, lo cual ocasionó una avalancha de dólares que llegaron al país para aprovechar las gabelas que el gobierno les concedía, debidamente complementadas con exención de impuestos. Llegaron los dólares para invertir en el saqueo de los recursos naturales, que son de todos los colombianos; para comprar bienes públicos, que se privatizaban, y a invertir en negocios, también, de bienes públicos como la infraestructura de servicios básicos, en propiedad raíz urbana y rural y en empresas de servicios y de comercio, estas últimas que terminaron sacrificando el aparato productivo nacional por el exceso de mercancía importada que trajeron. Además, invertir en TES de Carrasquilla, exentos de impuesto y con alta rentabilidad, incluidos los de los municipios que todavía están empeñados, era un buen atractivo para los dólares, en esa época, cuando en Estado Unidos la tasa de rentabilidad estaba muy y baja y que más adelante, en 2008, le explotó en manos de Obama. 

Hoy estamos pagando las consecuencias: un aparato productivo reseco que no puede exportar para generar dólares propios; un endeudamiento extremo cuyo pago se come la tercera parte de los ingresos corrientes de la nación cada año; alta dependencia frente al sector externo que resta autonomía al país; fuertes ataduras con las importaciones, que obligan a arrodillar la economía ante los dólares postizos o artificiales que manejan los especuladores internacionales del dinero; elevada volatilidad en el mercado cambiario con el riesgo que trae la fuga de dólares de regreso al exterior; y todo lo demás que estamos presenciando en este mes de octubre de 2023. 

Fue durante el gobierno de Uribe el carnaval de los dólares baratos, pero siempre lo barato sale caro. Se ha creado la imagen de que la llegada de capital extranjero beneficia al país, pero se olvidan de que los capitalistas no son altruistas y solo llegan donde les conviene por la rentabilidad de sus negocios. Es la racionalidad del mercado. Por eso, es conveniente echar una mirada más detallada a lo que fueron las políticas de ese período 2006-2010, aún sin mirar lo que fue el proceso de descomposición social y desintegración familiar, derivada del alto desempleo y la terciarización de la economía, que le ha impreso una carga imposible de sostener en el largo plazo, porque al cabo del tiempo, revientan las consecuencias del motivo por que en esa época tuvo el dólar de Uribe.

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