miércoles, 9 de junio de 2021

OTRO ATAQUE A LAS PENSIONES

Otra vez, uno de los lacayos colombianos de los especuladores internacionales del dinero a quien lo tienen ubicado como presidente de Asofondos para que defienda los intereses del capitalismo financiero, se viene lanza en ristre contra el único sistema de pensiones que existe en Colombia, el de Colpensiones, esta vez con argumentos falaces basados en unas cifras cuya interpretación tienen un trasfondo que el sujeto no aclara. Señala también comparaciones con otros países que son igualmente neoliberales y donde así mismo, predomina el enfoque financierista de los servicios sociales y no el enfoque humanista que la comunidad reclama. 

La pensión de vejez es un bien público que encierra el satisfactor de la necesidad humana de protección, requerido por todos los humanos cuando han superado la edad de retiro laboral; y por el hecho de ser de interés general que compete a todos los individuos de la especie, dicho satisfactor tiene carácter es público, razón por la cual, es al Estado a quien le corresponde asumir el manejo de este satisfactor, o lo que es lo mismo, el nicho sociológicamente obligado para las pensiones, igual que para todos los bienes públicos, es el Estado, como lo fue desde el siglo XVII y hasta los años ochenta del siglo XX.  

Las empresas afiliadas a Asofondos no son fondos de pensiones sino fondos de ahorro privado, por lo cual no constituyen un bien público y no son satisfactores de la necesidad de protección que requieren los mayores. Es decir, los fondos privados de pensiones no existen puesto que la única pensión de vejez que tiene carácter de bien público, solo la presta el Estado.  

Argumenta Montenegro que el presupuesto nacional deben asignar una suma de 20 billones para cubrir el faltante de recaudo originado en las cotizaciones de los jóvenes; pero es que los jóvenes que cotizan están en manos de los fondos privados de ahorro, mientras que los de mayor edad que reciben la pensión y no cotizan, están en el sistema público. Además, ¿cuál es el problema si el presupuesto público debe ser prioritariamente para la atención de las necesidades sociales y no para atender el negocio de los agiotistas del mundo que son los gota-gota internacionales?? Por eso la solución estructural del problema fiscal, es acabar con los fondos de ahorro privado y que todos los cotizantes jóvenes se afilien al sistema público. 

La comparación que el directivo gremial de marras hace con otros países igualmente neoliberales, que conciben los servicios sociales con el criterio financierista y no con el enfoque humanista que aplicaba el Estado del Bienestar antes de 1980, no tiene sentido; porque ven el ahorro financiero, pero no el carácter público del satisfactor que no debe condicionarse al monto ahorrado, sino a la satisfacción de la necesidad humana independientemente de las sumas cotizadas durante la vida laboral, algo parecido a lo que llaman el régimen de prima media.

Claro, para los neoliberales, esto constituye una bomba de tiempo, porque lo único que les preocupa, no son las condiciones de vida de la gente, sino el pago cumplido del servicio de la deuda bajo el esquema del capitalismo rentista que impera en el mundo occidental desde los años ochenta. La explosión de que hablan es de caráter fiscal, pero no les importa la explosión de carácter social como la que se está viviendo ahora en Colombia como efecto de los treinta años de descontento acumulado consecuencial de las políticas neoliberales y por eso, una vez más y como lo hacen cada cierto tiempo, lanzan otro ataque a las pensiones.

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