martes, 31 de enero de 2017

CULTURA DE LA CORRUPCION

Se siente el inicio de una cruzada contra la corrupción que hoy invade no solo al Estado colombiano, sino a todas las capas de la estructura social. Así, esta lucha se hará más difícil y compleja porque parece que la corrupción está metida hasta en los tuétanos de los colombianos; y no desde ahora, sino desde los orígenes mismos de la república.

Cuenta Álvaro Tirado en su libro sobre historia económica de Colombia, que en los años 20 del siglo XIX fue enviado a Inglaterra Francisco Antonio Zea con las debidas credenciales para obtener un empréstito de los banqueros de ese país con destino al gobierno colombiano. En 1822 obtuvo un crédito leonino de gran perjuicio para nuestro país, por dos millones de libras esterlinas que, según las notas en la historia, el señor Zea dejó para su bolsillo y los dineros nunca entraros a las arcas del gobierno. Parece que después de cincuenta años, Colombia tuvo que pagar dicho crédito, en época en que el 68 % del presupuesto nacional, tuvo que destinarse a pagar la deuda externa adquirida en los años veinte con los banqueros ingleses.

Hoy está haciendo carrera que, por todo concepto, los servidores públicos exigen comisión, es decir, cobran por cumplir las funciones del cargo; con el agravante que dicha costumbre ha llegado a la Rama Judicial y, según comentan los abogados litigantes, los pleitos no se ganan en el juzgado con el derecho sino con el dinero. Lo que estamos presenciando y sufriendo, es que hoy nadie firma gratis. Da la sensación de que la mayoría de funcionarios llegan a los cargos a ver, no como prestan un mejor servicio público, sino cómo sacan tajada del cumplimiento de sus funciones y principalmente, a ver qué presupuesto hay para contratar y quedarse con el CVY.

El origen, por supuesto, está en el régimen político y principalmente en el sistema que rige la elección. A pesar de que existe la Ley del Voto Programático, el ciudadano no vota según las propuestas del candidato sino motivado por otro factor, como el caso de la venta del voto. En todo caso, vota motivado por el interés personal por encima del interés general y el bien común.

Por supuesto, que el hecho de que se haya profundizado tanto la costumbre de aprovechar en beneficio personal los bienes públicos, no debe ser motivo para bajar los brazos y sentirse derrotado por la magnitud del problema. Al contrario; se requiere una campaña masiva que incluya a todos los estamentos sociales y que ataque el flagelo desde todos los frentes. Pero lo que sí está claro es que se necesitan cambios profundos en el sistema político para que se faciliten las medidas que el gobierno está adoptando para combatir este mal que tanto daño le ha hecho a la sociedad colombiana y, sobre todo, que se apliquen estrategias tendientes a cambiar esa cultura de la corrupción.

martes, 24 de enero de 2017

LA INCERTIDUMBRE POR TRUMP

Es lógico que la llegada de un nuevo presidente en el país más poderoso del mundo genere tensiones por todos los lados, como ha ocurrido con el caso de Trump que tiene a los analistas especulando sobre las diversas alternativas sobre el enfoque su gobierno. Lo cierto es que en el discurso de posesión dijo frases que tienen pensando a muchos.

Después de que ese país fuera el abanderado del modelo de globalización financiera sustentado en el pensamiento neoliberal que se montó a partir de Reagan, hoy USA, como casi todos los países del mundo, también ha recibido los golpes de la dicho modelo y por eso Trump dijo que allá hay “madres e hijos atrapados en la pobreza en nuestros centros urbanos; empresas oxidadas y dispersas como lápidas en todo el territorio nacional; un sistema educativo lleno de dinero, pero que priva a nuestros bellos y jóvenes estudiantes del conocimiento, y el crimen, las pandillas y las drogas que han robado muchas vidas y le han arrebatado a nuestro país un enorme potencial.”

La globalización ha sido el negocio del capitalismo financiero internacional, que en USA gira en torno a las ocho familias propietarias de la Reserva Federal y agrupa algunos capitalistas rentistas agrupados en Fondos, quienes se han beneficiado del modelo por lo que Trump dijo que “Por mucho tiempo, un pequeño grupo en la capital de nuestra nación se ha beneficiado de las recompensas del gobierno, mientras la gente ha asumido el costo. Washington floreció, pero la gente no compartió esa riqueza. Los políticos prosperaron, pero se perdieron trabajos y las empresas cerraron.”

La globalización ha venido deteriorando el aparato productivo del mundo entero concentrando la producción en unas pocas empresas transnacionales de cualquier país; al mercado de USA entraron los japoneses, los alemanes y ahora los chinos que se están apoderando de ese gran mercado, por lo cual el nuevo presidente dijo que “Hicimos ricas a otras naciones mientras la riqueza, fortaleza y confianza de nuestro país desapareció del horizonte. Una a una, las empresas cerraron y dejaron nuestras costas, sin pensar en los millones y más millones de trabajadores estadounidenses que dejaron atrás.”

Si bien es cierto el grupo neoliberal del Capitalismo Rentista liderado por la Reserva Federal es muy poderoso, alrededor de Trump gira otro grupo de empresarios multimillonarios que se han afectado con la globalización y que seguramente, darán la batalla, no para regresar al capitalismo empresarial del siglo pasado que es casi imposible, pero sí para disminuir la magnitud de este proceso que se viene orientando desde Busch, hacia la construcción del Nuevo Orden Mundial, que significa un solo gobierno y un solo conjunto de instituciones universales para todo el planeta, con una sola moneda, manejado por grandes corporaciones financieras. Ahora, con las posturas de Trump el proceso seguramente se va a obstruir y mediante esa confrontación política de gran escala entre colosos, se podrá despejar con claridad la incertidumbre por Trump.

martes, 17 de enero de 2017

LA RABIA EN LA POLÍTICA

Se está volviendo moda el método de utilizar la rabia de los ciudadanos para canalizar su conducta electoral. Así lo señaló Juan Carlos Vélez, el gerente de la campaña del no en el pasado plebiscito de octubre sobre los acuerdos de la Habana, quien afirmó que, en estrategia electoral, buscaron que “la gente saliera a votar verraca”. Utilizaron los medios publicitarios para enviar mensajes que penetraran a lo más profundo de las pasiones de la persona para despertar ira contra los acuerdos y lo lograron: el NO ganó el plebiscito.

Como la estrategia funcionó con resultados favorables a los autores, ya se comprobó que dicho mecanismo es útil y que, según la idiosincrasia colombiana, utilizarlo es apropiado para alcanzar objetivos electorales. Así que, para las elecciones de 2018 es perfectamente viable volver a utilizar este recurso psicológico y derrotar al contrincante, a muy bajo costo, como lo afirmó Vélez en entrevista a una cadena radial.

Recurriendo a lo que más les duele a los ciudadanos, como la reforma tributaria, el sueldo de los congresistas o algunas otras leyes aprobadas en contra de los intereses del pueblo, es muy fácil nuevamente llevar la gente verraca a votar, para derrotar a quienes hoy son congresistas y así elegir nuevas personas en el congreso, de modo que se alcancen las mayorías en contra del Santismo. Nuevas personas sin antecedentes electorales, como ocurrió en las pasadas elecciones que se eligieron personas sin votos cautivos como el caso de Paloma Valencia, José Obdulio y otros.

Por supuesto que los congresistas actuales no son peras en dulce ni monjitas de la caridad y salvo algunas excepciones, casi ninguna merece ser reelegido; pero hay que mirar con lupa el procedimiento y examinar en detalle los pasos del mecanismo, no vaya a ser que nos salgamos de Guatemala y caigamos en Guatepeor. Si se presenta otra corriente alternativa de nuevos candidatos, debidamente organizada y con orígenes transparentes, que muestre la posibilidad de elegir congresistas honestos, que actúen basados en la ética pública y con propósitos de bien común y el beneficio general, bienvenida sea la estrategia de llevar la gente a votar con ira contra los actuales congresistas. Pero si no surge esta alternativa y el terreno queda ocupado por quienes son experimentados en dichos procedimientos, la acción política contra los congresistas actuales se vuelve peligrosa. La extrema derecha neonazi es un grupo organizado, con posturas políticas claras, con disciplina, con caudillo, con recursos de financiación y asesores internacionales muy capaces, aptos para tomarse mediante mayorías el Congreso; mientras que por el otro lado lo que hay es una desbandada anarquizada de posturas políticas sin claridad, dispersas y sin liderazgo, o sea con todos los atributos para tener una derrota electoral, de manera que no debe ser simplemente espontánea y reactiva la aplicación contra el Congreso de la rabia en la política.

martes, 10 de enero de 2017

PANORAMA DE LA ECONOMÍA

Salvo que ocurran hechos trascendentales imprevistos, que cambien las tendencias con que cerró el año 2016 la economía colombiana, lo cual no parece posible, el año que comienza no muestra buenos augurios para el país, si observamos el comportamiento de los fenómenos determinantes y las principales variables de la economía. En repetidas ocasiones hemos dichos que la oligarquía colombiana, además de corrupta, es inepta e incapaz de manejar el país, que todo lo hace mal y por supuesto maneja mal la economía. Las autoridades económicas sumisas y arrodilladas ante los designios del Banco Mundial, el FMI, la OMC y ahora también de la OCDE, aplican conceptos de acuerdo a los intereses del capitalismo financiero internacional, pero que no responden a las verdaderas circunstancias de la realidad interna.

El aparato productivo, fuente básica del verdadero crecimiento de la economía, viene secándose desde hace ya varias décadas y el soporte del PIB está en sectores terciarios donde el sector financiero es fundamental, lo cual es contraproducente porque este es un sector parásito. La producción nacional con alta dependencia de las importaciones y el dólar a un precio elevado, afronta el encarecimiento de los costos internos de producción; mientras que las exportaciones no responden, a pesar de la devaluación, por la baja competitividad nacional, por la contracción de la demanda externa global y por la recesión en los principales países clientes de los productos colombianos. Es decir, la oferta agregada del mercado nacional tiene serios obstáculos para contribuir a una situación favorable a las necesidades colectivas del país.

Por el lado de la demanda agregada, el asunto es aún más preocupante; pues ésta depende en gran medida de la inversión real, la cual no reacciona, ni en la industrial, ni en lo agropecuario, ni en la minería. Y digo la real, porque ahora le han dado a llamar “inversión” a los capitales de especulación, que circulan en el sector financiero, pero que no aportan, ni a la oferta de bienes y servicios, ni al incremento del ingreso nacional. Con el irrisorio aumento del salario mínimo, la austeridad en el gasto público impuesta por los organismos multilaterales, la filtración de ingresos de la gente hacia el Estado a través del aumento de impuestos y la decadencia de las exportaciones menores, principalmente, la demanda agregada se disminuye y así, peor para el aparato productivo que no cuenta con los suficientes compradores para reactivarse, con lo cual se generan factores recesivos.


De modo pues que las fórmulas neoliberales impuestas en lo que va corrido del presente siglo, ya comienzan a dar sus nefastos frutos mediante la acumulación secular de traumas en la estructura económica, que ya están a punto de reventar con efectos altamente nocivos para el conglomerado social, los cuales, probablemente, comenzarán en este año, donde se vislumbra un preocupante panorama de la economía. 

miércoles, 4 de enero de 2017

LA FELICIDAD DEL 2017

A media noche del 31 de diciembre la frase popular es la de “feliz año” y con ella la esperanza de cambio y mejoramiento para la gente, quien espera mejores condiciones de vida en el nuevo año. Sin embargo, las condiciones de vida de la población en general, no se pueden sustraer del marco donde se inscribe la realidad social del país, el cual, a su vez, está determinado por factores externos que imponen escenarios en el interior, que limitan las posibilidades de la realidad colombiana.

Por supuesto, en el interior del país se ubican factores que en 2017 tendrán gran incidencia sobre las condiciones generales de vida, como el caso del llamado “postconflicto”, el período prelectoral y otros; pero los grandes determinantes de la situación están en el entorno externo, debido a la gran dependencia que tienen Colombia frente al mundo globalizado. Basta con mirar el nivel de la deuda externa colombiana, que es un indicador de la magnitud del sometimiento del país a los factores y poderes internacionales. Al mes de septiembre de 2016, la deuda externa de Colombia ascendía a la suma de 116 mil millones de dólares, equivalente al 41 % del PIB, con lo cual también vemos la tremenda escalada que se ha presentado en el presente siglo, si consideramos que, en el año 2000, la deuda externa sumaba 36 mil millones de dólares. Y durante el cuarto de siglo que lleva operando el modelo del capitalismo financiero global, ha pasado de 17 mil millones en 1990 a la citada suma del 2016, con que vemos cómo se ha empeñado el país ante los prestamistas internacionales y con ello el pago de intereses que alimenta las arcas de los agiotistas del exterior y obliga a exprimir más el sudor de los colombianos.

Pero lo que más expectativa e incertidumbre muestra, es el caso de USA con la presidencia de Trump. Los movimientos subterráneos, las operaciones clandestinas, los complots y confabulaciones en contra de países del exterior son el pan del día en los poderosos centros de intereses privados de ese país. El mundo casi siempre se entera veinte años después de las operaciones secretas que han hecho. Pero algo sí se puede deducir: el poder que había estado concentrado en manos de las ocho familias propietarias de la Resera Federal, hoy pasa a manos de otro grupo de magnates encabezados por Trump, de quienes no se conoce cuáles son sus intereses y propósitos, por lo que se vislumbra el surgimiento de un conflicto interno; pues los antiguos grupos de poder no se van a quedar quietos ante la irrupción de otro, igualmente magnate, en las esferas del poder mundial, en un momento en que la geopolítica internacional se encuentra convulsionada por los obstáculos que ha encontrado la Reserva Federal para imponer su política exterior del Nuevo Orden Mundial. No sabemos cómo se van a presentar los movimientos globales con el nuevo presidente de USA, pero sí podemos estar seguros de que, en el panorama internacional, sucederán cosas diferentes a las ocurridas durante el último cuarto de siglo y con ello se pone en duda la felicidad del 2017.