martes, 28 de julio de 2015

EL PROPÓSITO DEL VOTO PROGRAMÁTICO

Realizada ya la inscripción de candidatos a las administraciones territoriales, después de los avatares que el degenerado régimen político impone incluida la podredumbre de los avales, ya están todos los que son y ahora sí comienza la contienda electoral.

Lamentablemente, la tolerancia o alcahuetería del Consejo Electoral permite que la campaña se realice entre candidatos y no entre programas, como manda la ley. Pero es necesario tener en cuenta que el Artículo 3º de la Ley 131 de 1994, establece que después de la inscripción se debe realizar la  “publicación en el órgano oficial de la entidad territorial respectiva o, en su defecto, las administraciones departamentales o municipales ordenarán editar una publicación donde se den a conocer los programas de todos los aspirantes”, por lo cual la gobernación y las alcaldías deben producir esta publicación lo más pronto posible para que la ciudadanía tenga la oportunidad de conocer previamente la propuesta de gobierno por la que votará el 25 de octubre. Claro que, por lo general, los electores no votan por un programa sino por un candidato aunque la ley  dice que lo puesto a consideración del elector no es su narcisista foto sino su programa. La mayoría de veces votan por quien les asegura o les crea la expectativa de algún beneficio personal, aunque ese candidato le haga daño al interés general o bien común. En nuestra cultura política prevalece lo individual por encima de lo colectivo.

Lo visto en la mayoría de casos, es que los precandidatos no le conceden importancia al programa, porque los mismos patrones culturales, hacen que eso no produzca votos; por lo cual, el tiempo lo dedican a las componendas y los negociados buscando la sumatoria de las microempresas electorales que les garantice la cantidad suficiente de votos cautivos o clientelares para el triunfo.

Se preparan para ganar pero no para gobernar. Por eso al comienzo del período de gobierno viene el otro traumatismo administrativo y metodológico derivado también de las normas legales, ya que la citada ley dice que “los ciudadanos que votan para elegir gobernadores y alcaldes, imponen como mandato al elegido el cumplimiento del programa de gobierno que haya presentado como parte integral en la inscripción de su candidatura” y la Ley 152 de 1994 establece en su artículo 39º que debe haber correspondencia entre el plan de gobierno, mal llamado “plan de desarrollo”, y el programa inscrito, lo que genera la importancia del programa en la planificación, donde se constituye en cabeza del proceso del plan.


Por todas estas razones, es necesario que las administraciones territoriales editen lo más pronto posible la publicación de los programas. Por lo menos a mediados de septiembre debe estar difundida, ya que estos pueden ser modificados dentro de los plazos que fija la ley; pues es conveniente para provecho de la maltrecha democracia, que los electores dispongan por lo menos de un mes para examinar el contenido de las propuesta de los candidatos  y en algo se pueda aplicar el propósito del voto programático.   

miércoles, 22 de julio de 2015

EN COLOMBIA TAMBIÉN LLUEVE

A raíz del tan sonado caso de Grecia por motivo de su deuda pública externa, bien vale hacer una reflexión acerca de lo que ocurre en Colombia, porque esta es una información que si bien está a la vista de todos, su difusión y sobre todo la comprensión, se centra más en algunos círculos cerrados.

Hace 20 años, recién institucionalizado el modelo del Capitalismo Rentista, la deuda pública externa era de 15.540 millones de dólares que equivalían al 14.3 % del PIB. Al cierre de marzo de este año 2015, ese saldo se elevaba a 63.532 millones de dólares equivalentes a 19.7 % del Producto Interno Bruto, lo cual muestra un incremento del 408.8 % del saldo durante los dos decenios y un aumento de la participación en el PIB del 138 %. Y sigue creciendo, según anunció Cárdenas para balancear el presupuesto del 2016.

El DANE dice que hoy tienen el país 48.233.937 habitantes o sea que cada uno de nosotros tiene una deuda con el exterior de $ 3.624.677, teniendo en cuenta que el dólar se cotiza a $ 2.751.88. Como la deuda pública es de todos los colombianos, hoy una familia promedio debe al exterior la suma de $ 13.411.305, considerando que la cifra oficial dice que el promedio de personas por familia es de 3,7.

Pero lo más grave no es tanto el saldo de la deuda con el exterior, sino la amortización anual de la misma con los intereses. En el año 2014, sólo considerando la deuda de largo plazo, la nación pagó US$ 5.138 millones de dólares de los cuales la suma de US$ 2.593 millones de dólares fue por cuenta de intereses, que es lo grave, porque al fin y al cabo el principal algún día llegó y se utilizó para alguna necesidad pública; pero los intereses son una extracción que se hacen del sudor de los colombianos para alimentar a los rentistas del mundo. O sea que en 2014, se nos llevaron más de siete (7) billones de pesos, más del doble de lo que tiene el presupuesto el sector agropecuario este año. En 2010 el pago de intereses fue de 2.271 millones de dólares, o sea que en los cinco años se incrementó en el 14,2 %. Y ahí no está incluida la deuda de corto plazo.

Ya el gobierno  presentó el proyecto de presupuesto para el 2016 y en él se muestra una reducción significativa a la inversión, tanto que el sector agropecuario puso el grito en el cielo y los responsables de la infraestructura también se quejaron, porque siempre ocurre lo mismo: el primer sacrificado es la inversión con tal de pagar cumplidamente la deuda. Agravando la situación porque con ello se contrae la demanda agregada, esto baja la base tributaria que disminuirá los ingresos corrientes del gobierno, que son la fuete para sacar los recursos de pagar la deuda, de  modo que se abre un espiral que nos ofrece un futuro en el mediano plazo bastante preocupante, motivado por el modelo global del capitalismo postmoderno, que viene mostrando síntomas de su fracaso desde 2008, pero que, como todo en la historia económica, tardará varias décadas en desplomarse del todo arrastrando a los países que viven atados al modelo. Estábamos pensando mucho en Grecia donde según la prensa internacional no escampa, pero nos estábamos olvidando que en Colombia también llueve. 

miércoles, 15 de julio de 2015

DEL CAPITALISMO EMPRESARIAL AL CAPITALISMO RENTISTA

El apocalipsis para la humanidad comenzó con la transformación del capitalismo empresarial al capitalismo rentista por allá en la década de los ochenta. Por supuesto, no es que antes no hubiera existido rentistas ni que ahora no existan empresarios; pues los rentistas existen desde la antigüedad cuando Aristóteles en Grecia los criticó, Jesucristo los sacó a latigazos del templo y en 1928 fueron los protagonistas de la crisis de la economía, precisamente el evento que les sirvió para inspirar los cambios que introdujeron en los ochenta. Así mismo y como todos vemos, hoy los empresarios principalmente industriales, están ahí, vivitos.

La especificidad en el cambio se encuentra es en las políticas del gobierno. Anteriormente, las políticas macroeconómicas (fiscal, monetaria y cambiaria) se dictaban para favorecer a los industriales de las multinacionales y hoy estas políticas se dedican a favorecer a los rentistas agrupados en los distintos tipos de fondos. Es decir, el capitalismo rentista se consolidó cuando los fondos se tomaron el poder de Estado y sometieron este organismo a sus intereses, cosa que sucedió cuando llegaron al poder Reagan en USA y Thatcher en el Reino Unido. A partir de ahí y durante esa década, se cocinó el nuevo modelo que trajo nuevos paradigmas en las ciencias sociales, en la política y principalmente en el tipo de Estado y sus finanzas.

Los rentistas ya en el poder, para comenzar, estrangularon las finanzas del Estado castrando sus fuentes de ingresos mediante la prohibición de emitir dinero, obtener préstamos bancarios y cobrar impuestos directos. Seguidamente obligaron al organismo a financiarse recurriendo a ellos mediante la colocación de papeles en el mercado de capitales que ellos compran, convirtiéndose así en los prestamistas del gobierno. Paralelamente, impusieron todas las demás medidas complementarias a través de las políticas macroeconómicas, hasta el punto que hoy la política fiscal se ha reducido simplemente a cobrar impuestos indirectos y a pagar cumplidamente el servicio de la deuda; la política monetaria a frenar la inflación para que no se deteriore la renta fija de los papeles de mercado y la política cambiaria a ser espectador de los vaivenes del mercado de divisas. Y el FMI como agente protector de los rentistas del mundo, todos agrupados en la OCDE,  dedicado a velar porque el dinero de los impuestos no se desvíe de su fin primordial que es pagar cumplidamente el servicio de la deuda. El monitoreo periódico se concentra en verificar que la cuantía de papeles colocados no sobrepase la capacidad del recaudo de impuestos, no vaya a ser cosa que suceda lo mismo que está ocurriendo en Grecia. Las finanzas públicas son simplemente abrir un hueco hoy para tapar el hueco de ayer. Colocar papeles hoy, o sea endeudarse, para cubrir el déficit fiscal que surge por recoger los papeles que se colocaron ayer y que hoy se vencen.

Grecia es solo el primero, que se adelantó un  poco porque ocultó al FMI la verdad sobre el endeudamiento y el recaudo, llegando a sobrepasar su capacidad hasta el punto de que la deuda se hizo impagable. Pero siguen en fila los demás países diferentes al G7 que es donde se concentran los verdaderos ricos capitalistas del mundo y que sostienen el modelo, el cual sufrirá el bumerán como víctima de su propio invento y a esos países les tocará comer de su cocinado por el cambio del capitalismo empresarial al capitalismo rentista.

miércoles, 8 de julio de 2015

SANTIAGO Y LA CUENCA DEL MICAY

A raíz del episodio aquel de la Policía en el municipio de Argelia, han surgido planteamientos señalando que el caso va mucho más allá de la simple localización de las instalaciones de la Policía. Primero fue Juan Pablo Matta quien expuso el tema considerando los municipios de la cordillera occidental. Luego fue Santiago Zambrano quien es más amplio y concretó una idea invocando el cuento ese del postconflicto.

De la iniciativa de Santiago, que seguramente estará incluida en su programa de gobierno como candidato, se destacan tres aspectos relevantes que bien vale tener en cuenta: primero, que bajo el concepto de presencia del Estado en la zona se debe contemplar todo el conjunto regional de la Cuenca del Río Micay, es decir desde su nacimiento hasta la desembocadura en el mar; segundo, que se trata de un plan de ordenamiento y manejo integral y holístico de la cuenca; tercero que se requiere un doliente especializado capaz de abordar el caso de manera idónea para lo cual propone la creación de una corporación que de una vez le llama “Corporación para el Desarrollo Ambientalmente Sostenible de la Cuenca del Río Micay”. Agrega el candidato que dicho organismo debe contar con amplia participación de los actores sociales asentados en esa región, lo cual es absolutamente pertinente por razones estratégicas.

Por supuesto lo de la corporación es secundario si se tiene en cuenta que los problemas no se resuelven con estructuras sino con procesos, por lo cual es más importante el proceso de planificación y gestión del ordenamiento y desarrollo de la cuenca, para luego sí, ver cuál es la estructura más adecuada al manejo de dicho proceso.

También cita el proyecto hidroeléctrico “Arrieros de Micay” que el Ministerio del Ambiente descabezó totalmente en 1997, pero más por razones políticas que por motivos técnicos, que son que se invocan en estos casos; pero sobre la base de un estudio ambiental de regular calidad. Es necesario volver a realizar el estudio ambiental. Hoy, la generación eléctrica es uno de los grandes negocios y las alternativas de financiamiento son más diversas que hace 20 años. Ese proyecto tiene bondades en materia de generación que no se deben despilfarrar.

Lo de la corporación es sensato, siempre que no se condicione a que sea el gobierno nacional quien la origine; pues ahí quedará muerta la idea. Hoy existe el piso jurídico suficiente para que sean las instituciones territoriales quienes la ejecuten, como por ejemplo las alternativas que crea la Ley 1454 de 2011. Deben ser los municipios de Argelia, El Tambo, López y el Departamento los creadores y si quiere entrar la CRC y algunos otros más, pues mejor. No será imposible un capital para crear el organismo, pues su papel básico debe ser de planificación y organización de actores, para conseguir los recursos de financiamiento en el gobierno nacional, el sistema de regalías y las muchas fuentes internacionales disponibles. Ojalá llegue a la gobernación este candidato para poder que se ejecute la propuesta de Santiago y la Cuenca del Micay.