martes, 28 de enero de 2014

GRAVÍSIMO RIESGO PARA LO PÚBLICO

Sobre el caso de Petro, ya no se sabe que pensar ni que opinar en lo que respecta al lio jurídico, evidenciándose una vez más, los problemas, más que las soluciones, que trajo al país la cacareada Constitución del 91, cuando por presiones del Capitalismo Financiero Internacional, Colombia cambió el viejo modelo de Estado burocrático por el de social de derecho que ya los alemanes habían inventado en los años treinta.

Como producto de la independencia del Ministerio Público se instauró la facultad del procurador sobre todos los servidores del Estado, lo cual es loable por cuanto todos se deben vigilar, pero no se colocaron los linderos a esa facultad para mantener la coherencia del organismo y ahora ya está el país metido en ese enredo, donde lo grave son los principios y criterios con que la entidad opera en el ejercicio de su competencia, como está ocurriendo con uno de los tres argumentos que el procurador utiliza para sancionar al alcalde.

Dice Ordoñez que una de las faltas gravísimas que cometió Petro fue la de poner en riego la libertad de empresa. Pero ese argumento es absurdo, por no decir estúpido. La libertad de empresa, desde hace más de dos siglos, desde Adam Smith, rige, se aplica y tiene validez, únicamente para los bienes y servicios privados. Pero para los bienes y servicios públicos ese argumento no es procedente.

Lo público es lo de interés general que nos compete a todos por motivo de sus lazos de dependencia directa o indirecta con la ley de la naturaleza y este aspecto obliga a que sea el Estado el órgano social obligado a su administración; pues no se puede dejar la ley natural a merced de los intereses privados con el riesgo de que el ánimo de lucro termine destrozando factores vitales de la especie humana.

Si bien es cierto en este modelo de Estado que tenemos, amparándose en la doctrina neoliberal, todo es privatizable exceptuando los bienes de mérito, no por esa libertad normativa se obliga a aplicar el paradigma privado a los asuntos públicos, como para que se califique de falta gravísima al tenor del código disciplinario, cuando el Estado se reserva el manejo de un bien público. De llegar a hacer carrera este argumento, tengámonos duro, porque si se aplica a sectores como la salud y la educación, entonces el futuro social estaría en grave peligro; y así otros bienes públicos donde el Estado tiene la obligación de intervenir para evitar que caigan en manos de los inescrupulosos capitalistas como el caso del medio ambiente. El paradigma privado debe mantenerse para los bienes privados, cuya diferencia con los bienes públicos es  abismal y los altos directivos del Estado deben capacitarse sobre esta materia; porque las palabras del Procurador son muestra de una ignorancia total sobre la gestión de lo público, lo cual es muy grave por las consecuencias que esto puede tener por el, eso sí, gravísimo riesgo para lo público.

miércoles, 22 de enero de 2014

LOS HALLAZGOS DE OXFAM

Muy oportuno ahora que se realiza el foro anual en Davos Suiza donde se habla de la economía mundial y en el que estará el Presidente Santos, la publicación del informe de la ONG internacional Oxfam titulado “Gobernar para la élites: secuestro democrático y desigualdad económica”.

Oxfam se originó a raíz de un grupo para la ayuda internacional creado en 1942 en Oxfor Inglaterra, que en 1995 se convirtió en ONG siguiendo la misma línea de ayuda. Esta entidad ha elaborado un estudio sobre la desigualdad social que no muestra cifras sorprendentes por corresponder a una realidad que se conoce ampliamente, pero que permite corroborar dos aspectos que no habían sido suficientemente difundidos  en la opinión pública.

El estudio afirma que las 85 personas más ricas del mundo, donde por supuesto están Rockefeller y Rothschild, poseen más dinero que los 3.570 millones de personas más pobres del mundo, donde por supuesto, estamos nosotros; y que sólo 1426 personas en el mundo poseen fortunas superiores a 1.000 millones de dólares, datos que no nos sorprenden porque cifras similares han publicado otros estudios, los que también se han referido al Club Bilderberg y su poder en el ámbito internacional.

En cambio la información importante es la que permite comprobar que fue la transformación del sistema económico mundial pasando del Capitalismo Empresarial al Capitalismo Rentista, el fenómeno que ha originado la agudización de las desigualdades en la distribución de la riqueza y por supuesto la profundización de la inequidad social. Dice el informe que fue a partir del decenio de los años ochenta cuando los índices se comenzaron a agudizar, justo, cuando se consolidaron los fondos de capital y la banca de inversión y cuando el capitalismo financiero internacional se tomó el poder de Estado para colocar este organismo a su servicio, desempolvando el viejo Estado Social de Derecho que crearon los alemanes en los años treinta.

Señala también el estudio, que fue por la vía de la política fiscal el medio que ha propiciado esta desigualdad; pues esta política se dedicó a exonerar de impuestos a los ricos, a gravar a los pobres y a disminuir el gasto social que fue sustituido por el cuento de los derechos. Los impuestos directos se disminuyeron y se incrementaron los indirectos y las exenciones para los rentistas, confirmándose una vez más, que ha sido el Estado Neoliberal con sus políticas, el causante del desastre social que hoy se vive en todo el mundo, más cuando la estructura de financiamiento del ente estatal se ha limitado a servir de negocio para los especuladores internacionales del dinero. Conviene por lo tanto analizar con detalle el estudio de esta organización para mirar con más detenimiento los hallazgos de Oxfam.

miércoles, 15 de enero de 2014

EL VASO ESTÁ MEDIO LLENO O MEDIO VACÍO

A pesar de que los defensores del Capitalismo Rentista, que amparados en la doctrina neoliberal ven la economía colombiana de comienzos de 2014 en excelentes condiciones afirmando inclusive que es la mejor en medio siglo, los analistas de la orilla contraria muestran otros aspectos que significan una realidad diferente. Es simpático, por decir lo menos, leer el domingo pasado en un diario bogotano a Eduardo Sarmiento y el lunes siguiente en el mismo diario a Santiago Montenegro. El primero, un académico que se destaca por su objetividad en los análisis y que no le come cuento a la doctrina neoliberal; el segundo, un esbirro de  los especuladores del dinero quien por razones de su cargo, tiene que defender el capitalismo rentista.

Montenegro celebra la cifra del desempleo en noviembre diciendo que es la más baja para ese mes en 25 años, mientras que Sarmiento afirma que el empleo crece por debajo de la tendencia histórica y que los empleos generados en 2013 fueron menores que los dos años anteriores. El uno dice con euforia que el PIB agrícola creció a un ritmo que no veía en mucho tiempo, mientras que el otro con sentido opuesto señala que el empleo sube menos de 2% en la agricultura, complementando más adelante que la política fiscal no le hizo ni cosquillas al mercado laboral, cuestionando así la gestión del gobierno; mientras que Montenegro afirma que el buen comportamiento de la economía se debe a los efectos de los cambios institucionales y legales que el Gobierno ha introducido.

Así planteadas las cosas sólo surge el interrogante sobre cuál es la situación real. Independientemente de que un columnista sea académico y el otro dirigente de un gremio económico, las cifras admiten interpretaciones que llevadas a los medios de comunicación pueden generar opiniones encontradas y con ello a crear distorsiones sobre la realidad económica nacional, positivas o negativas, pero de todas maneras sesgada.

Lo cierto es que las cifras obedecen a factores que sobre la superficie no se aprecian, por lo que es necesario sumergirse en ellas para detectar las causas de los fenómenos, que constituyen los verdaderos argumentos para calificar la situación de manera objetiva. Lo que sí debemos tener en cuenta antes de celebrar o lamentar, es que los motivos que originaron las cifras son de carácter coyuntural, que no permanecerán por largo tiempo en la realidad económica nacional y por lo tanto ya sea para una manifestación o la otra, de lo que podemos estar seguros es que en un plazo no muy largo estaremos presenciado otros indicadores y con ellos otra vez la oportunidad de discutir acerca de si el vaso está medio lleno o medio vacío.

miércoles, 8 de enero de 2014

SE ALARGAN LOS TENTÁCULOS DE LOS PULPOS

Hace un poco más de un mes, en una reunión que la gran prensa bogotana no desplegó ampliamente, la OMC dio otro paso más para profundizar la desigual relación entre la escasa docena de países industrializados y el más de un centenar de economías que ellos llaman emergentes, pero que son los que están condenados a naufragar en la pobreza, por culpa de la globalización comercial que complementa la globalización financiera y que se difunde mediante y con  la vigilancia de la Organización Mundial de Comercio.

En Bali, Indonesia, se reunieron 159 países y manipulados por el director brasileño del organismo, lograron acuerdos que benefician a los países ricos que cuentan con un aparato productivo fuerte y por supuesto en contra de los países que tienen capacidad industrial débil por la carencia de tecnología propia. Estos países cuyo principal recursos para luchar en el mercado mundial globalizado es el sector agropecuario, no pudieron ni siquiera tocar el tema de los subsidios a la agricultura que Europa y Norteamérica conceden, porque sus fiscos disponen de suficientes recursos provenientes de sus fuertes sectores industriales, y que dificultan la competitividad de los antiguos tercermundistas en esos mercados. En cambio, aprobaron lo que a ellos, los desarrollados, les conviene: agilidad en la aduana, tecnificación en los trámites aduaneros y demás aspectos que les facilite la entrada de sus productos a las economías consumidoras del sur.

La globalización en el sector real de la economía ha significado que en el mundo están quedando no más de una decena de empresas productoras en cada rama de la actividad industrial, las cuales se han ido fortaleciendo mediante alianzas estratégicas, adquisición de las pequeñas por las grandes, absorción de unas a otras, procesos de fusión o incorporación, etc., la mayoría con sede principal en los países poderosos, las cuales necesitan reducir al máximo las dificultades de frontera para entrar a cualquier país como Pedro por su casa, por lo cual su problema más grave es el de los trámites; mientras que los países esencialmente agrícolas se ven frente a problemas de competitividad y no de trámites.

Para darle contentillo a los pobres, la banca multilateral, aliada de los poderosos, ofrecerá fondos para que estos paguen la instalación de la tecnología en sus aduanas que favorezca a los ricos, es decir, tras de gordo hinchado: además de que se van abrir más los mercados chicos para bien de los grandes, les van poner a pagar créditos para comprar la tecnología que perjudica a sus propias economías, en un caso más de esos que vienen ocurriendo desde hace veinte años, desde que se creó la OMC, en el que se alargan los tentáculos de los pulpos.