Desde que
cambió la teoría del desarrollo para acomodarse al Capitalismo Postindustrial y
se generó la avalancha del desempleo masivo como consecuencia de los cánones
del Capitalismo Rentista que hoy prevalece en el mundo, se viene recomendando la fórmula del
emprendimiento como mecanismo para solucionar el grave problema social del
desempleo. Pero después de dos décadas de experimentación, diversos estudios
coinciden en afirmar que los resultados han sido inferiores a las expectativas
creadas. Las evidencias muestran que sólo el 10 % de los negocios creados
superan los cinco años de vida y se consolidan como empresas y que el 70 % de
los intentos microempresariales fracasan dentro de los dos primeros años.
También los estudios identifican los factores del éxito o fracaso de las
mismas, que son muchos y diversos.
La realidad
muestra que no basta con crear pequeñas empresas si no hay gente en la calle
con dinero para comprar, más cuando la competencia de grandes empresas transnacionales
absorbe la poca capacidad de compra de las economías subdesarrolladas.
Igualmente, los estudios señalan que un empresario no se hace de la noche a la
mañana y que el sólo hecho de crear una unidad económica no basta para formar
empresarios; se requiere que primero se haga el empresario y después se cree la
empresa. Así mismo, que los sistemas de crédito, si funcionan con los
parámetros de los préstamos bancarios convencionales, son más un matadero de
microempresas, que una solución.
La historia
enseña que los procesos de emprendimiento a través de microempresas son convenientes siempre que estos hagan
parte de una estrategia de desarrollo endógeno regional, pero no cuando son
casos aislados sin articulación a procesos que
permitan construir sinergias y solucionar las debilidades que siempre se
presentan en la conquista de mercados; pero sobre todo, si la demanda agregada
no ofrece las condiciones necesarias para la venta, acompañadas con una cultura
local que prefiera los productos propios en lugar de los foráneos, las
posibilidades de éxito son muy reducidas.
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