miércoles, 31 de octubre de 2012

NEGOCIAR EL MODELO ECONOMICO

Ahora que está de moda hablar sobre el proceso de paz, no podemos quedarnos atrás. Han aparecido expertos y sabios de todo tipo, que pontifican sobre el tema, muchos de ellos con dotes de clarividente, asegurando resultados futuros a partir de sus disquisiciones teóricas. No vamos por supuesto, a realizar el papel de mago para asegurar que sí o que no tendrá éxito; pero sí es necesario retomar las palabra de Humberto de la Calle, el líder del equipo del gobierno, quien dijo el día de la instalación del proceso, que el gobierno no va a negociar sobre el modelo económico que impera en el país.

Ahora no se sabe qué se negocia: sí la oligarquía va a ceder y soltar los cargos de manejo del Estado o si la guerrilla va a soltar los miles de millones de dólares que maneja con el narcotráfico. En ambos casos, a cambio de qué?

Se sabe que la violencia en Colombia tiene causas objetivas y subjetivas, que se alimentan con factores estructurales y coyunturales y en unas y otros, el modelo económico tiene un papel. Se suponía que el anacrónico discurso de la guerrilla se sustentaba en la pobreza y la desigualdad que en este país es una de las más fuertes de América Latina y también se creía que el propósito del gobierno no era simplemente el de acabar con los actuales grupos armados, sino el de sembrar las bases de una paz duradera. Pero, cómo se van a acabar los grupos armados en la zona rural, si los muchachos del campo no tienen alternativa de empleo distinto a las opciones que brindan los grupos armados de todo tipo?; desempleo que tanto en el campo como en la ciudad, es ocasionado por las políticas macroeconómicas que se derivan del modelo económico impuesto por el capitalismo financiero internacional.

No hace falta ser experto ni sabio sobre los temas de paz. Basta con viajar a la zona rural y ver lo que ocurre con los muchachos, muchos de ellos, que egresan como bachilleres de los colegios agropecuarios, para plantearse los interrogantes acerca de cómo lograr la convivencia pacífica con el actual modelo económico, que si bien no fue el que dio origen a los grupos armados porque ellos existen hace medio siglo, hoy sí constituye un factor que nutre los argumentos para reclutar y amaestrar combatientes.

Probablemente no es que sea necesario acabar con la desigualdad y la pobreza para poder lograr la deseada situación de convivencia pacífica que se busca con el proceso; pero parece que es tan fuerte la dificultad para los diálogos derivada de la posición sectaria y terca de la guerrilla, como la negativa del gobierno a negociar el modelo económico.

miércoles, 3 de octubre de 2012

ANGUSTIAS DEL CAPITALISMO MUNDIAL


Los ricos del mundo, cuya actividad económica principal es el rentismo utilizando de marrano al Estado para los fines de su negocio, están asustados y preocupados por la situación de riesgo en que se encuentran sus inversiones y están dando pataleos de todo tipo para ver si salvan su capital. Ahora los bancos centrales de Europa y Estados Unidos, están adoptando fórmulas para ver si así logran evitar el derrumbe del modelo que con el aumento del desempleo en todas partes, se acelera por disminución de la demanda agregada y sus efectos en materia de estancamiento y recesión.

Últimamente ha sido el señor Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal del país del norte, quien ha determinado una intervención de ese organismo, disque para disminuir la tasa de desempleo. Se propone comprarles a los ricos los papeles que estos tienen como inversión, pensando que con el aumento de la liquidez en manos de los especuladores del dinero, que algunos les llaman inversionistas, ese dinero se va a irrigar en la economía y se va a reactivar el empleo. Igual que en Europa y las acciones del banco central de la zona euro, dicha acción no pasará de ser un mecanismo para salvar los dineros de los ricos que colocados en manos del Tesoro están corriendo mucho riesgo por las limitaciones en los ingresos fiscales derivada de las situaciones recesivas o de estancamiento de la economía. La disculpa es el empleo, pero la razón claramente se aprecia, es la salvación de los ricos. La Reserva Federal va a imprimir billetes a montón para comprar la deuda y así trasladar el riesgo de las manos de los especuladores, al banco central  liberando así a los rentistas del peligro de que los bonos y demás papeles tengan dificultad para su pago.

Si de verdad el propósito fuera disminuir el desempleo, el mecanismo no debería llevar el dinero a las manos de los ricos, sino que la emisión monetaria debería aumentar la capacidad de compra de la clase laboral, para que las empresas puedan vender bienes y servicios y así reactivar la economía por aumento de la demanda agregada. Llenar a los especuladores norteamericanos de liquidez es probablemente crear flujos hacia otros países donde estos buscarán colocar los fondos con mayor rentabilidad o seguridad y con ello es extender el problema hacia otro lugar, donde probablemente tampoco encuentren lo que buscan, porque si en Estados Unidos está lloviendo por otros lados no escampa. Se niega la Reserva Federal, que constituye el verdadero amo del mundo, a reconocer que el modelo del capitalismo financiero internacional fracasó y que está ad portas del derrumbe total, que como van las cosas, no nos extrañemos de que sea la catástrofe anunciada para el 21 de diciembre de este año; de tal manera que a pesar de su intervención, no podrá definitivamente eliminar las angustias del capitalismo mundial.